Mercurio fue eclipsado por la rutina y las nubes

12 Nov 2019
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Tantos planetas, estrellas, sistemas... y coincidir. Cuando hablamos de fenómenos astronómicos hay una parte poética que no se escapa. A millones de kilómetros pasan cosas y nuestro único papel en esos cruces cósmicos es el de espectadores.

Ayer, un tránsito planetario hizo que la Tierra, el Sol y Mercurio quedaran perfectamente alineados. Según explican los astrónomos, este fenómeno solo ocurre entre 12 y 14 veces cada siglo.

Lo malo fue que la constante nubosidad no dio tregua en los Valles tucumanos e impidió que los visitantes del Observatorio Astronómico de Ampimpa pudieran ver el espectáculo. En cambio, en el microcentro (por momentos totalmente soleado) fue la falta de instrumental óptico con filtros solares los limitantes para apreciar el “eclipse parcial”. Seguramente acá también influyó la rutina acelerada, que hizo que muchos pasaran por alto el fenómeno

Además, otro de los motivos del fallido avistaje se debió a la dimensión de Mercurio -a 57,91 millones de kilómetros- en relación con el Sol. Fue casi una manchita negra si tenemos en cuenta los casi 1,4 millones de kilómetros de diámetro del astro rey. “Solo una pequeñísima parte del Sol fue ocultada por el disco del planeta. Este luce como un punto muy pequeño. Es apenas un poco más grande que la Luna (pero está unas 200 veces más distante que ella)”, explicó Alberto Mansilla, director del observatorio tucumano de Ampimpa.

“La importancia de estos fenómenos está en mensurar las dimensiones de los planetas. Ver el tránsito de un planeta por delante del Sol es poco común ya que las órbitas de ambos y la Tierra no están en el mismo plano. Hasta el 2049 esto no volverá a pasar”, agregó Raúl Anís, encargado de la institución astronómica. Por lo pronto, un nuevo evento se acerca en la agenda 2020: el Eclipse Total de Sol. Fijado para diciembre, con este fenómeno la Patagonia quedará por varios minutos en la oscuridad.


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