Los bebés "apurados" tienen sus derechos

Es difícil prevenir los partos prematuros, pero se puede salvar la vida del 75% de los recién nacidos.

17 Nov 2019
1

EN FAMILIA. Laura y su pareja, Luis, junto a Juliana, quien hoy pesa siete kilos. la gaceta / Foto de José Nuno

Hoy tenemos dos datos del la OMS que son muy fuertes: cada año 15 millones de bebés (más de 1 de cada 10) nacen prematuros, es decir, antes de las 37 semanas completas de gestación; y el número aumenta. Y por complicaciones, sólo en 2015 murieron en el mundo un millón de niños menores de 5 años. Por su parte, la Sociedad Argentina de Pediatría comunicó que en nuestro país nacen por año 7.500 prematuros de alto riesgo.

Porque hay datos tan fuertes como estos es que, desde hace 10 años, Unicef estableció el 17 de noviembre (hoy) como el Día del Prematuro. Se busca dar visibilidad al tema y al impacto que este tiene sobre las familias de esos niños y sobre la salud pública; pero por sobre todo, crear conciencia de que los chicos que nacen “antes de tiempo” tienen derechos.

Laura Heredia de Rodríguez puede contarlo en primera persona: tenía fecha de parto el 5 de junio, pero las cosas se complicaron y hubo que apurar a Juliana. “Todo iba bien, pero en la semana 26 de pronto empecé a tener la presión arterial alta. Me ordenaron reposo y poco después me pusieron además a dieta, porque me detectaron diabetes gestacional”, cuenta.

Las cosas no mejoraron y en la semana 32 hubo que internarla. “Iban a ser 24 horas, para estabilizar; pero se produjo sangrado y me dijeron que por la presión se estaba desprendiendo la placenta. En dos minutos mi vida se dio vuelta”, sigue relatando... y la voz se quiebra. Quirófano, cesárea, terapia intensiva para las dos... por separado. “Recién pude conocerla cuatro días después; y pasó en la Neo 57 días”, agrega. Una experiencia así -insiste- te marca de por vida. Pero Laura puede contarla con Juliana en brazos: pesa casi 7 kilos y acaba de empezar con las papillas.

Más datos

Este es el dato más fuerte de todos, y es un buen dato: el 75 % de las muertes de niños pretérmino puede prevenirse con aciones sencillas, a tiempo y coestoeficaces, es decir, que invertir en ellas es más barato que medidas extremas que posiblemente habrá que tomar después. Se trata de asegurar una serie de servicios esenciales antes y después del nacimiento para las madres y los lactantes, señala la OMS.

El canguro y la teta

Uno de esos “servicios” es, claramente, la generalización, como política pública, de los controles prenatales. Pero hay otros que muchos desconocen y que forman parte de los derechos que tienen el niño prematuro y sus padres. Por ejemplo, a estar juntos, después del nacimiento, todo el tiempo posible. “Sólo podía ver a ‘Juli’ dos horas por día -cuenta Laura- y era una tortura”. Lamentablemente, en muchas instituciones (no en las maternidades públicas, afortunadamente) es casi una constante.

De la mano del estar juntos viene la técnica del canguro, otro de esos “servicios esenciales”: la mamá sostiene a su hijo desnudo contra su propia piel y gracias ese contacto el bebé estabiliza más rápido sus parámetros cardiorrespiratorios; si necesitan oxigeno, se recupera en menos tiempo; regula mejor la temperatura, llora menos y crece más rápido.

Otro derecho de los bebés (que muchas veces por “razones” de tiempo, espacio y falta de personal que ayude a las mamás no se cumple) es ser alimentados con leche materna. No es sencillo, pero se puede, y va de la mano del “canguro”: “la presencia de la madre junto al niño y la posibilidad de acercamiento permanente favorecen notablemente el resultado”, dice el 5° derecho de los niños prematuros en el decálogo que redactó la Unicef (PDF en www.unicef.org/argentina/informes/dec%C3%A1logo-de-los-derechos-del-prematuro-y-su-familia).

Por qué nacen prematuros

No se saben realmente qué causa un parto pretérmino en la mayoría de las mujeres. Pero sí está claro que ciertas afecciones pueden incrementar el riesgo: un parto prematuro anterior; un embarazo gemelar; infección de la madre o de las membranas alrededor del bebé; algunos problemas congénitos  del bebé; hipertensión arterial  materna, exceso de líquido amniótico, sangrado en el primer trimestre son algunas de ellas. El tabaco y los problemas de peso (por exceso o por defecto) también puede influir.

Comentarios