Cómo sobrevivir a todas las tentaciones del último mes del año

El domingo arranca el mes de los excesos. Diciembre es tiempo de despedir el año con los amigos, con los compañeros de trabajo, con la familia y hasta con los ex compañeros del primario. El remate son las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Son muchos los que aceptan esta época de abundancia gastronómica y las consecuencias luego se ven en la balanza. Los nutricionistas recomiendan trazar estrategias para que tantos brindis y cócteles no nos jueguen una mala pasada.

Aunque son ocasiones especiales y podemos darnos los gustos que queramos, siempre es bueno saber cuándo parar. Daniela Natale, nutricionista especializada en Obesidad, piensa que lo más importante es no llegar con un hambre voraz a las celebraciones. La profesional aconseja ese día realizar las cuatro comidas como cualquier otro día. “Para poder controlar la ingesta es clave hacer una pausa en la mesa, levantarnos y realizar otra actividad, como charlar con alguien por ejemplo. Esto evita que nos quedemos en frente de la comida y seguir comiendo”, sugiere.

Más actividad

La licenciada en Nutrición Lucía Vallejo Trejo sostiene que al tratarse de un mes con muchos eventos y “desarreglos” alimentarios lo ideal es aumentar la actividad física habitual. “Sumar un día más de gimnasia. O si no se hace nada, empezar a caminar tres o cuatro veces por semana. Eso, el gasto energético, ayudará a balancear lo que ingresa al organismo y lo que egresa”, explica.

La especialista pone en cifras las reuniones de fin de año: en una sola comida se pueden alcanzar las 8.000 calorías, cuando una dieta saludable es de unos 2.500 por día, aproximadamente.

Sugiere elegir preparaciones que contengan vegetales crudos y/ o cocidos y carnes magras. En los postres, que la mitad de la porción tenga frutas frescas o cocidas.

María José Villanueva y Florencia Brunello, creadoras de @Real_Nutrición, sostienen: “lo mejor es que te lleves tus propias preparaciones para complementar la mesa familiar. Esto no quiere decir que no se puedan probar las otras cosas”.

Las profesionales aconsejan beber mucha agua con las comidas y tomar alcohol con moderación. “No excederse no implica directamente no tomar. Está de más decir que la combinación de alcohol-comida puede generarte hinchazón, malestar gástrico o directamente hacerte perder la cuenta de cuánto estas comiendo. No te castigues ni te obsesiones: Las fiestas son un momento para celebrar. Podes disfrutar y elegir algunas preparaciones que no comerías a diario; la clave está en el equilibrio”, sostienen.

Eliana María Rodríguez, licenciada en Nutrición, da esta guía de consejos saludables:

• Comer lentamente y en raciones pequeñas para dar tiempo al desarrollo de la saciedad.

• No tomar alcohol en exceso, menos si vas a manejar. Pero, en caso de beber mucho, tomar la máxima cantidad de agua posible antes de dormir para reducir la deshidratación al despertar.

• Evitar comer de todo un poquito. Sentiremos que siempre quedamos con hambre. Lo ideal es servirse una porción de algo que me guste. Cuanto más variedad hay, más se come.

• Lo ideal es que realices la comida previa antes de la fiesta: la merienda si es cena, por ejemplo. Pero ojo con comer inmediatamente antes de ir.

• No llenes demasiado los platos.

Por su parte, Agustina Murcho, nutricionista especializada en trastornos alimenticios y creadora de @Nutricion.ag, explica que si durante las fiestas no comemos tan saludable como el resto de los días no pasa nada, porque eso también es sano. “El problema existe cuando la persona quiere comer 100% sano todo el tiempo y se angustia o tiene culpa cuando come alimentos que no son correctos”, apunta. Murcho resalta que la mayoría de las personas tienden a comer más durante las fiestas porque hacen dieta todo el año y se privan de las comidas que suelen generarnos más placer. Entonces el cerebro hará lo imposible para buscar ese placer, eso que tanto se prohibió.