Los ex laboristas legitiman el poder de Johnson en Gran Bretaña

LONDRES.- Boris Johnson profanó la tierra santa del Partido Laborista. Ayer viajó a Sedgefield para visitar a ex votantes del laborismo y prometerles que les devolverá la confianza que le otorgaron en las elecciones nacionales, donde su Partido Conservador obtuvo la mayoría absoluta. Sedgefield, en el condado de Durham, al norte de Inglaterra, era hasta el jueves uno de los bastiones simbólicos del laborismo: su banca alguna vez fue ocupada por el ex primer ministro Tony Blair, uno de los líderes más exitosos de la historia laborista.

En la reunión con sus nuevos partidarios, Johnson les agradeció su cambio de opinión acerca de los conservadores. “Sé que muchos de ustedes rompieron la historia política de sus antepasados cuando votaron por nosotros -expresó-. Por eso quiero que la gente del norte sepa que el Partido Conservador y yo les devolveremos la confianza”.

Brexit: ¿esta vez sí?

En la votación de esta semana los tories obtuvieron su mayor victoria electoral desde el aplastante triunfo que Margaret Thatcher había obtenido en 1987. El conservadurismo capturó 365 escaños sobre 650 y se alzó así con la mayoría absoluta en el Parlamento. Y Johnson consiguió además doblegar la voluntad de su archienemigo, el ahora ex líder del laborismo Jeremy Corbyn, que ya anunció que dejará su cargo en enero.

Una de las claves de la elección fue el derrumbe del llamado “muro rojo” del laborismo, los votos hasta hace tres días seguros de la clase trabajadora del norte y el centro de Inglaterra. En los medios de comunicación británicos observan que los factores decisivos para que esto ocurriera fueron el hartazgo por los fracasos en las negociaciones con Bruselas y la promesa de Johnson de que sacará a Gran Bretaña de la Unión Europea el 31 de enero con o sin acuerdo.

“Has cambiado el panorama político, has cambiado el Partido Conservador para mejor y has cambiado el futuro de nuestro país para mejor”, le dijo Johnson a cada uno de los ciudadanos que asistieron al encuentro. También prometió invertir más dinero en salud y educación, dos temas tradicionales de la agenda laborista. (Reuters)