“Star Wars” fue del contenido incompleto a todo explicado

Por Máximo Paz, Decano de la carrera de Ciencias de la Educación y Comunicación Social de la Universidad del Salvador.

31 Dic 2019
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ÚLTIMA ENTREGA. Las aventuras de “Star Wars” siguen siendo exitosas.

George Lucas fue un visionario de la industria de los contenidos. Sin dudas. Para filmar su primera trilogía de “Star Wars” no contaba con la tecnología que quería: por eso tuvo que inventar cámaras, formas de montaje audiovisual y hasta creó un sistema de sonido propio. Pero lo que aseguró que la franquicia se transformara en un objeto de culto nada tuvo que ver con los trajes y las naves espaciales; ni siquiera con la gloriosa música del compositor John Williams.

El secreto fue bastante simple: las primeras entregas de la película contaban una historia sólida. Lucas se basó en los principales mitos de la cultura occidental (la autoridad paternal, los deseos reprimidos, el camino del héroe redimido) para formular un storytelling poderoso que trascendería generaciones. Algo que el mismo director no pudo repetir en sus producciones posteriores. Y que más tarde, el emporio Disney no estuvo ni por asomo en condiciones de lograr.

¿Por qué? Porque las primeras tres películas eran apasionadamente intrigantes. Nos proponían una trama incompleta, repleta de baches, sutiles insinuaciones, personajes complejos y secretos que sólo lograríamos comprender con el tiempo. Adelantada a su época, el primer filme (el Episodio IV), comenzaba con un estado de cosas ya planteado. Y por cierto, en el año 1978 nos preguntábamos: ¿por qué empieza en el cuarto capítulo? Algo que entendimos varias décadas más tarde. Las últimas tres o cuatro películas de la franquicia necesitaron explicarnos todo en los primeros 10 minutos. Para que no hubiera incertidumbre alguna. Allí radica su naturaleza plana, simplona y artificiosa. ¿O será que nosotros, como sociedad, no soportamos más las incógnitas y precisamos una historia ya resuelta de antemano?

El tiempo es un invento humano que nos permite organizar nuestro ciclo biológico. No se verifica diferencia material concreta entre el día 31 de diciembre y el 1 de enero. Pero sí existe una distancia psicológica enorme. Si hemos transitado un mal año, el próximo siempre nos redime. Si hemos postergado proyectos o sueños, tenemos delante la oportunidad de concretarlos. Y si hemos perdido la frescura, la creatividad y la capacidad de asombro, podemos de(construirnos) nuevamente y recuperarlas.

Ya no se trata de la proclamación de la autopercepción, autodeterminación o autoproclamación de la propia autonomía. Sino de una búsqueda mucho más fundamental, la del sentido personal en el existir. Un camino que suele estar jalonado por mayor cantidad de dudas que de certezas. De incompletitudes -como las de George Lucas- y de la necesidad de actos de fe que trascienden el imperio de la racionalidad y nos devuelven al instinto, a nuestro estado natural de gracia.

“Star Wars” no deja de ser una película. Memorable por cierto, pero es tan sólo una película. La vida presenta otras exigencias. Aún así, valga la reflexión cinéfila para reconstruir nuestras ganas de mirar hacia las estrellas y pensar un futuro distinto. Porque allí, en una galaxia muy lejana, están las preguntas que nos impulsan a seguir latiendo cada 365 días. Muy feliz año para todos.

Imbatible en la taquilla
Al tope de la película más vista de la semana
“Star Wars. Episodio I: El ascenso de Skywalker” sigue imbatible en las salas donde se exhibe, en todo el mundo. La película con la cual se cierra la saga de nueve filmes está primera en recaudación en Estados Unidos, donde sólo el último fin de semana recaudó U$S 72 millones, para llegar a un monto acumulado desde su estreno de U$S 362 millones en su país de origen, donde se la proyecta en más de 4.400 pantallas, según informó el portal estadístico Box Office Mojo.

El mismo resultado en concurrencia está produciéndose en la Argentina, donde la historia épica futurista de ciencia ficción y aventuras convocó a 155.157 personas a las salas, por lo que ya fueron a verla más de medio millón de espectadores desde su estreno, en las 536 donde se la exhibe. 

La misma ubicación privilegiada tiene el final de “Star Wars” en Uruguay, mientras que en Bolivia y en Paraguay quedó segunda: en el primero de estos países, detrás de “Jumanji: el siguiente nivel” (se verá en la Argentina desde el 9 de enero); y en el otro, de “Frozen 2”, que llega a nuestro país este jueves.

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