Miles de migrantes ilegales aún tratan de entrar a México

El río Suchiate, en el límite con Guatemala, es otra vez escenario de violentos choques.

21 Ene 2020
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REPRESIÓN. Un grupo de migrantes carga a una niña que se ha desmayado y que no ha logrado traspasar el bloqueo de la Guardia Nacional. reuters

Cientos de centroamericanos cruzaron ayer el río Suchiate, provenientes de Guatemala, con el propósito de internarse en territorio de México.

Para evitar el ingreso de la caravana, la Guardia Nacional mexicana reprimió con gases lacrimógenos para dispersar a los que marchaban. Entre la multidud había muchas mujeres y muchos niños. Los migrantes respondieron lanzando piedras. La escena se convirtió en un caos de golpes y de gritos. Un grupo, en tanto, clamaba “queremos paz” e intentaba desesperadamente que los uniformados siguieran reprimiendo y que los migrantes continuarán con la pedrea.

Momentos antes, un grupo de ocho integrantes de la caravana había entregado una carta a modo de ultimátum, con un plazo de tres horas, dirigida al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obradoron, exigiendo que les fuera permitido ingresar al país.

Pero Carmen De Los Santos, titular del Instituto Nacional de migración en Chiapas, estado del sur de México, les explicó a los migrantes, en su mayoría hondureños, que “las disposiciones jurídicas no establecen una calidad migratoria de tránsito, razón por la cual no es posible obsequiar positivamente su petición”.

Como consecuencia, la organización no gubernamental Pueblo Sin Fronteras, aseguró que la petición escrita de los migrantes “fue negada”.

Esto provocó que, transcurrido el plazo de tres horas, los migrantes comenzaran a avanzar hacia el río fronterizo.

Este no es el primer grupo que intenta ingresar a México en lo que va de enero. El domingo, el Gobierno mexicano informó que había recibido a 1.087 migrantes en los estados sureños Chiapas y Tabasco, a los cuales les ofrecieron varias opciones según su estatus migratorio.

“Sin embargo, en la mayoría de los casos y una vez revisada la condición migratoria particular, se procederá al retorno asistido a sus países de origen si la situación lo amerita”, dijo la secretaría de Gobernación.

Esta situación recuerda el choque producido en el mismo escenario el año pasado entre migrantes y fuerzas de seguridad. Algunos, desesperados por entrar en México, se lanzaron al río Suchiate para intentar cruzar a nado.

Los migrantes de esta caravana llamada Triángulo Norte provienen de los países El Salvador, Guatemala y Honduras y tomaron la decisión de abandonar sus países en octubre de 2018.

A partir de la persistencia de estos intentos de cientos de personas de abandonar sus países de origen, la Administración de Donald Trump llegó a hablar de “invasión” y forzó a los países emisores y a México, país de tránsito, a firmar acuerdos migratorios para fortalecer las medidas contra la inmigración ilegal. La Casa Blanca amenazó a estas naciones con retirar la ayuda que reciben e, incluso, imponer aranceles comerciales. Esto provocó que miles de personas que antes ingresaban legalmente al buscar refugio, intenten ahora entrar a estos países en contra de la ley, encarando travesías donde ponen en riesgo su vida.

“Nosotros no nos venimos a quedar aquí, solo queremos pasar al otro lado”, dijo Ingrid, una migrante hondureña de 18 años, a la orilla del río Suchiate. “Yo no me quiero regresar a mi país porque allá no hay nada, sólo hay hambre”. (Europa Press)

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