Uso de la tecnología: ¿cómo prevenir problemas visuales?

Sensibilidad a la luz, trastornos del sueño, insomnio e irritabilidad son algunas de las dificultades que puede producir el uso excesivo de los dispositivos electrónicos.

22 Ene 2020
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ADVERTENCIA. Oftalmólogos recomiendan no compartir medicamentos, porque eso podría favorecer el contagio.

Vivimos en un mundo completamente atravesado por la tecnología, los algoritmos y sus pantallas se han apoderado no solo de nuestra atención sino también juegan un rol cada vez más importante en nuestra salud, ya que debido a su uso excesivo, como el que solemos tener a diario, puede provocar distintos efectos nocivos en el cuerpo. LA GACETA consultó a especialistas, que brindaron consejos sobre cómo prevenir estos problemas.

“Se estima que una de cada dos personas tendrá miopía en el 2050; entre los síntomas más comunes se encuentra la irritación de ojos, fatiga visual y dolores de cabeza”, señaló el jefe del Servicio de Oftalmología del hospital Avellaneda, Próspero Ángel Palazzo.

Por su parte, el profesional sostuvo que los daños si bien no llegan a producir daños permanentes en los ojos como cataratas, glaucomas o presión ocular, sí es posible que se generen molestias, en particular si el uso es constante y diario.

¿Cómo afecta la tecnología a la visión?

 “Los vicios de refracción se presentan generalmente con pequeñas miopías y astigmatismos, pero con el uso excesivo de pantallas de dispositivos electrónicos esos problemas se magnifican. Hace 20 años los chicos salían a andar en bicicleta o jugaban al futbol, no esforzaban tanto la vista, actualmente exigen mucho el sistema visual y esto tiene sus consecuencias”, contó Palazzo.

Se ha naturalizado completamente usar el celular o tablet para trabajar, entretenerse o hasta descansar. Inevitablemente, por una razón u otra, la solución a muchas de las necesidades siempre termina incluyendo un dispositivo tecnológico, que termina pareciéndose a una extensión más de nuestro cuerpo. Tal situación puede originar efectos perjudiciales para el organismo.

“Dichos dispositivos aumentan la exposición a la llamada 'luz azul' que es la parte del espectro visible de mayor energía (longitudes de onda cortas que van de los 380 a los 495 nm, cercana a las radiaciones ultravioletas). Esto puede generar problemas visuales de diferentes tipos”, precisó el especialista Eduardo Cortés.

Algunos de los problemas visuales más recurrentes, según los expertos, son:

1) Fatiga visual: se manifiesta con sensación de agotamiento, pérdida de foco, cefaleas. En los niños puede acompañarse de mal rendimiento escolar y en los adultos de dificultad en la jornada laboral.

2) Ojo seco: produce sensación de cuerpo extraño, o “arena en los ojos”.

3) Fotofobia: sensibilidad aumentada a la luz.

4) Daños en la retina, fundamentalmente en la zona de la mácula (área encargada de la visión fina y de detalles), debido a oxidación de sus fotorreceptores.

5) Alteración del ritmo circadiano, pudiendo generar trastornos del sueño, insomnio, irritabilidad, astenia.

Niños, nativos digitales: ¿Cómo cuidar su salud visual?

Entre los principales usuarios de la revolución tecnológica están los niños.

Tablets, smartphones, videojegos son algunos de los preferidos por los más chicos, quienes los utilizan como si fueran expertos, ganándoles en conocimiento, frecuentemente, hasta a los adultos. Pero ese momento de juego con el “celu” o la consola, muchas veces, termina convirtiéndose en un círculo vicioso, que además de no poderse controlar, generar efectos nocivos en la salud visual o incluso potenciar alguna patología existente.

“Si bien la asociación del uso de tecnologías como causante de vicios de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo) no es concluyente, si se puede asegurar que un paciente con alguna de estas patologías (no corregidas) será mucho más sintomático frente a la exigencia visual", explicó Cortes.

En primer lugar, se debe realizar un control oftalmológico (al menos una vez al año), allí el médico determinará si existe alguna patología y su posible tratamiento. Son de interés anteojos con filtro de luces azules y gotas lubricantes.

No automedicarse con gotas de venta libre ni comprar anteojos no prescriptos por un oftalmólogo.

Tratar de no exponer tempranamente a los niños a las pantallas. Idealmente se deberían utilizar después de los 2 años de vida.

Fundamentalmente, disminuir el tiempo de exposición.

¿Se puede reducir el impacto?

“Cómo la evidencia aún no es  estadística mente significativa recomendamos limitar las horas de uso de dispositivos móviles a 3 por día (los estudios varían aproximadamente entre dos a  4 las horas aceptadas para niños). Se aconseja que, sobre todo los niños, realicen actividades al aire libre que estimulen fijación de objetos lejanos y por supuesto, que los papás les realicen el control oftalmológico preescolar obligatorio”, recomendó el oftalmólogo Nicolás Zelarayán.

Asimismo, el profesional sostiene que las consultas relacionadas a estas patologías son cada vez más frecuentes en el consultorio. “Hay mucha preocupación por parte de los padres , incluso confesando incapacidad de limitar el tiempo de uso del celular en sus hijos, en especial cuando van creciendo”, concluyó.

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