La muerte de un ladrón en manos de un comerciante convulsionó a un barrio

Existen opiniones cruzadas por parte de quienes defienden el actuar de Ricardo Cuellar, mientras que otros, apuntan contra la familia del hombre detenido.

23 Ene 2020
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FOTO LA GACETA

Vecinos del barrio Castañares partieron desde el Club Sanidad en apoyo y pedido de liberación de Ricardo Cuellar. Con mensajes de apoyo y solidaridad para el comerciante, que actualmente está detenido, marcharon hasta Ciudad Judicial.

Los manifestantes que fueron consultados por la cámara de LA GACETA aseguraban que Abel Guzmán era una persona que cometió más de un robo en las viviendas. “Ya tenía varios antecedentes y se tuvo que llegar a esta circunstancia para que se detenga. Ahora está cobrando una persona inocente” relató un joven a través de la transmisión por Facebook Live.

Una vecina que vive a la vuelta de la vivienda de Cuellar aseguró que el joven fallecido ingresó a su morada en cinco ocasiones: “¡Qué no me robo esta persona! Muchas veces ingresó cuando estaban mis hijos solos con la niñera. Murió por ser víctima del consumo de drogas” sentenció la mujer.

Abel Guzmán solía ser visto siempre en la calle, por lo que aseguran desconocer el paradero de su familia. Sin embargo, señalan que se juntaba con otros jóvenes con el fin de consumir estupefacientes.

La cuñada del detenido, también aseguró que los vecinos ya tenían efectuada 15 denuncias y una colecta de firmas en contra de los hechos de inseguridad que había cometido Abel Guzmán.

“Actuó por defensa propia”

Es el mensaje que más se repitió en los carteles y por la misma voz de los vecinos y familiares de Ricardo Cuellar. El hombre de 49 años tiene cinco hijos y reside junto con su esposa Liliana Gerez en la vivienda donde se produjeron los hechos. Luciano Cuellar, el cuarto de los hermanos, lamentó la situación que atraviesa su padre y aseguró que la más perjudicada es su hermana menor: “Le estamos diciendo que papá se fue de viaje para que no se preocupe”.

Agregó Luciano que recibió reiteradas amenazas y que con lo sucedido, los amigos de Abel amedrentaron con incendiar su vivienda. “Todos los días de la semana están alcoholizados y añadió: “Es un hormiguero de chicos drogados”.

El hijo no escuchó el disparo

Contó que el día del robo no escuchó ningún impacto: “Yo estaba durmiendo, mi viejo me levantó, él estaba alterado, salimos, vi mucha gente y ahora estoy acá marchando. Te juro que no sentí ningún disparo. El video que circuló donde se ve que él se cae, no lo sentí a ese impacto”.

Opiniones divididas

LA GACETA recibió cometarios vía Facebook de vecinos indicando que la familia, inclusive el comerciante en cuestión, son personas violentas y poseen antecedentes judiciales.

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