Dos hermanos fueron detenidos por matar a su padre, presuntamente cansados de sus maltratos

Un hombre de 51 años fue asesinado a puñaladas y a golpes con un hierro en la ciudad neuquina de Zapala.

28 Ene 2020
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Un hombre de 51 años fue asesinado a puñaladas y a golpes con un hierro en la ciudad neuquina de Zapala. Por el crimen detuvieron a dos hijos de la víctima, a quienes le dictaron prisión preventiva por el plazo de dos meses, informaron fuentes judiciales.

Según relataron dos familiares de los involucrados, el móvil del ataque fueron los reiterados maltratos que la víctima cometía contra su esposa y sus hijos.

Todo comenzó en una vivienda del barrio Zona 2, en dicha ciudad del centro de la provincia de Neuquén, donde Orlando Jara (51) se encontraba junto a sus hijos de 21 y 27 años.

El Ministerio Público Fiscal (MPF) neuquino informó que hubo una discusión familiar entre estos tres hombres, tras lo cual, el padre salió a la calle, donde fue atacado a puñaladas y golpeado con un hierro y una piedra que le lesionaron el cráneo y el corazón y le provocaron la muerte.

Tras el crimen, los dos hermanos quedaron detenidos y esta mañana fueron sometidos a una audiencia de formulación de cargos en los tribunales de Zapala.

Según el MPF, la fiscal jefa Sandra González Taboada y el fiscal de la causa Marcelo Jofré acusaron a los dos sospechosos coautores del delito de "homicidio agravado por el vínculo" y pidieron que queden detenidos con prisión preventiva por considerar que existe el riesgo de que entorpezcan la investigación.

En ese sentido, la fiscal remarcó que "hay testigos que han manifestado su temor" a los acusados y que, incluso, algunos de ellos "tiene custodia policial" desde ayer.

Además, uno de los testigos también manifestó que fue intimidado por uno de los imputados con un cuchillo.

Ante este planteo, la Justicia de Garantías dispuso la prisión preventiva por sesenta días para ambos acusados y fijó un plazo de investigación de cuatro meses.

Por su parte, Diego Jara, el hermano del medio, dijo hoy al diario Río Negro que "los vicios" de su padre "hicieron decaer mucho" a su familia.

"Él siempre estaba borracho y nos golpeaba mal. Se la agarraba con mi mamá y a nosotros no nos quedaba otra que poner el cuerpo por ella. Yo no podía ver llorar a mi mamá en el piso porque mi papá le estaba pegando", recordó el joven entre lágrimas.

"Ahora estoy partido al medio porque nunca imaginé que iba a llegar a esta situación (...) Nosotros siempre buscamos hacer las cosas bien. Nunca fuimos de tomar alcohol, de tomar porquerías que te dan en la calle", indicó.

Según Diego, el mayor de los acusados era un "excelente" soldado voluntario y una "gran persona", y el menor también era una "gran persona".

"No pensaba que iba a terminar así", añadió.

En tanto, un hermano de Orlando señaló que "le duele un montón" lo que sucedió pero que va a "apoyar" a sus sobrinos porque él sabía cómo era su hermano.

"Mi hermano me dijo que un día iba a matar a su familia y se iba a matar él. Así que me lo llevé al campo para prevenir eso y estuvo un par de meses conmigo. Se volvió, me lo volví a llevar y él volvió otra vez", recordó.

"Conmigo nunca fue violento pero a través de otras personas supe que maltrataba a sus hijos", indicó el hombre y añadió que sus sobrinos "son buenos pibes". "Los perdono", concluyó. (Télam)

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