Manual para charlar con robots (o, bueno, con usuarios de Tinder)

Emojis, stickers, memes, textos abreviados… Mientras día a día la humanidad domina mejor estas herramientas online, hay otros ámbitos digitales -como las apps de citas- en los que aún necesitamos con urgencia algún libro de buenas prácticas o “conversaciones para dummies”.

De por sí, hacer match en Tinder (lograr enganchar a usuarios afines) no es tan complicado, pero la cosa cambia cuando se cruzan en el camino los primeros diálogos. El asunto es que muchas veces pareciera que detrás del celular, en lugar de un alma en busca de amor (casual), habitan robots.

Cómo descubrir los perfiles falsos en Tinder

La lógica de esta sensación es que -acorde a las estadísticas de Tinder- somos capaces de hablar hasta con siete usuarios a la vez. Precisamente, vista como una maldición o una bendición, es esta oferta constante la que nos conduce al aburrimiento y cierta rigidez en los contactos. Y sí, a la larga preguntar y responder lo mismo a decenas de personas cansa.

Tinder: cómo armar un perfil perfecto y sobrevivir en el intento

Para reforzar esta idea bastó un pícaro experimento: luego de conversar con cuatro usuarios, el desafío fue interactuar con nuevas parejas copiando sólo frases que ya habían sido usadas en otros inboxes. ¿El resultado? Los intercambios siguieron sin problemas por dos días.

Evite autolesiones

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¿Vale la pena crear vínculos aún cuando la mayoría sólo raspan la superficie? La respuesta depende del temple personal, aunque sí cabe hacer una única advertencia: hay que huir de suplicios como Javier (26 años, abogado, fan de Atlético). “- Hola. / - Hola. / - ¿Cómo estás? / - Bien, ¿y vos? / - Bien. / - Me alegro”. Seis enters después, la nada.

Además, pese a que nuestro temple puede ser fuerte hay límites. Entre ellos están las referencias a los horóscopos, los pedidos de consejos para olvidar a ex y los consejos de moda. “Soy de Acuario, ascendente Géminis y prima la casa VIII. ¿Vos sabés cuál es tu carta natal? Hice un curso en internet hace poco. Decime la fecha, la hora y el lugar exacto donde naciste y te averiguo si nos puede ir bien en el amor”, comenta Facundo, de 23 años, estudiante de parapsicología y fan de “La mole” Moli.

Por suerte, también están los perfiles curiosos que equilibran con inventiva el yin y el yang de Tinder. “Vas a morir en cinco minutos y sólo podés enviar un emoji de despedida, ¿cuál elegís?”, cuestiona Juan Pablo (25 años, estudiante de Arte y vendedor de artesanías).

“Rápido, es de vida o muerte. ¿Preferís las milanesas con puré o con papas fritas?”, tira Luis para arrancar. Y por fin, luego de 10 copy and paste te sentís comprendido y esperanzado. Ahora, sólo resta esperar que no sea un bot.

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- Me llamo Martín, mis amigos me dicen Tincho. Soy un tipo decente hasta que escucho “Tusa”.

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