La cita final: ¿salir con un desconocido o fugarnos?

La llegada del encuentro cara a cara marca un punto de inflexión en los matches de Tinder.

06 Feb 2020
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PRIMERA REUNIÓN. Es preferible que ocurran en algún espacio público.

Llegó el momento. Ambos pasaron el filtro de los matches y la avalancha de preguntas de rutina sobre sus profesiones, pasatiempos y vida, así que la escena termina acá: en una reunión sin mediaciones de pantalla.

Cuando ya estás ducho en el uso de Tinder, concretar una cita ocurre sin mayores agitaciones, pero para aquella gente que recién se reinserta al mercado erótico/afectivo el asunto suele ser más complejo.

En primer lugar, hay un ritual tácito en la app que marca los encuentros. El choque “cara a cara” debe ocurrir antes de llegar a la tercera semana de puro tecleo. Si no, somos un 45% propensos a caer en el estancamiento. Dicho de forma simple, la eterna promesa de verse en alguna ocasión termina por ser mero palabrerío digital.

Una vez sorteado este obstáculo, el siguiente eslabón es el “dónde” y el “cuándo”. Atentos porque, a diferencia de las películas de romances vívidos, la realidad funciona mediante estereotipos y cartas recurrentes. De las 15 experiencias que se recolectaron en una encuesta informal, el 60% de los perfiles afirmó que se había juntado en una cervecería artesanal. El 40% restante se dividió entre boliches y escapadas al parque 9 de Julio para tomar mate.

Aunque también, en el resabio de usuarios, hay hombres como Pablo, un profesor de fútbol infantil que tuvo la brillante idea de convertir sus citas en sesiones de running por la plaza Urquiza. “24 años, deportista a medias. Fitness. Puedo ser el amor de tu vida, o tu personal trainer. Vos elegís”, comenta su biografía y es solo por esa originalidad que convence al público femenino.

Luego de 30 minutos de trote con una playlist colaborativa (otro aporte a la causa) la química jamás aparece. Y, al llegar a la rutina de flexiones y un monólogo sobre los beneficios de los suplementos dietarios, es obvio que nunca habrá otra salida a futuro.

Recursos adicionales

Sin bolas de cristal que predigan la eficacia del algoritmo, en el peor de los casos hay que prepararnos para parejas que -a los cinco minutos- utilicen la clásica y jamás buscada advertencia.

“No estoy buscando nada serio. Por ahí las mujeres se hacen una idea errada de las relaciones en Tinder. Hay que ser siempre directo”, enfatiza Carlos (de 28 años, experto en marketing digital) mientras acaba una pinta de Scottish. Como si en esta época -de reclamos feministas y de búsqueda de responsabilidad afectiva- alguien pudiera enamorarse porque le invitan un 2x1 en el after office.

La clave es tener alternativas para contestar de manera amable y proceder a la fuga. A su modo un tanto infantil, una estrategia bastante usada es la salida grupal.

La táctica permite activar el botón “huyamos juntos” y fingir que existe algún asunto posterior que atender.

Cumpleaños de amigas, eventos familiares, fiestas en la casa de un conocido… cualquier excusa está bien mientras sea creíble. Eso quiere decir que queda fuera la mentira de una llamada “inesperada” con algún petitorio de urgencia.

Consejos express

Ya sabemos que en Tinder existen los perfiles falsos y hay posibilidades de ser engañados. Para prevenir que nos ocurra a nosotros la recomendación principal es que en la primera cita el sitio de encuentro sea público.

Tampoco hay que olvidarnos de compartir nuestra ubicación a un amigo e informarle a las personas cercanas los datos de la reunión. Además, jamás debemos continuar con una cita de percibir que el ambiente es hostil o nos genera incomodidad. “Soldado que huye sirve para otra guerra”... y un nuevo match online.

Top 5 de biografías

* Soy de hablar de cualquier cosa hasta por los codos. Menos de política, religión, economía, mascotas y espectáculos.

* Lindo por dentro, a tu criterio por fuera. No necesito deconstrucción.

* ¿Qué preferís? 1) Poder leer la mente de las avispas. 2) Ser capaz de ver a toda la gente desnuda. 3) Que el huevo frito sea una fruta.

* Che, es re incómodo hablar por acá. ¿Y si la seguimos por home banking? Te paso mi CBU.

* Soy muy dulce. En nuestra primera cita voy a grabar nuestras iniciales en un árbol. Va a ser una forma romántica de decirte que llevo un cuchillo.


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