De vacaciones y con Tinder, conseguí tu guía turístico ideal

Es mejor usar la app de citas cuando estamos fuera de casa. A fin de cuentas el verano es época de aventuras.

08 Feb 2020
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FUNCIONES. En EE.UU. Tinder tiene un botón de “modo vacaciones”.

Oculto bajo cientos de cerrojos digitales y de secretos de confidencialidad, la verdadera esencia y superpoder de Tinder radica en su algoritmo. Una Matrix que, para presentarnos a los demás usuarios, cuenta con un elemento clave: nuestra geolocalización. Gracias a ella, la app de citas es capaz de filtrar y de ajustar las preferencias de las diferentes parejas que aparecerán en el inicio de sesión.

Entonces, ¿qué pasa cuando armamos las valijas? Además de sentir felicidad desbordante, la respuesta es que la plataforma de encuentros se convierte en un impecable recurso para el turismo. Sí y mil veces sí, Tinder es más eficaz y divertida al alejarnos de nuestro radio de acción cotidiano. Especialmente ante el atractivo que despierta interactuar con personas con rasgos físicos, estilos de vida y culturas disímiles.

En casos así, la lógica de la plataforma es igual a la de otros cientos de softwares del mercado. Ya sea en las playas de Camboriú, un hostel en Mar del Plata o en una remota ciudad de Europa, la mejor alternativa para conocer un destino y explotar sus atractivos es preguntarle a los nativos.

Acá es donde la app tira sus dos ganchos de servicios pagos-exclusivos: “Tinder Plus” y “Tinder Gold”. Entre sus múltiples funciones, los extras cuestan U$S 15 (por mes) y permiten ampliar el rango de kilómetros disponibles. Además, podemos buscar cuentas con segmentaciones por ciudad, país o continente.

El plan es perfecto. Paso uno, empezás a charlar con usuarios que habitan en tu futuro destino meses antes de zarpar. Paso dos, al llegar ya disponés de una agenda llena de sugerencias gastronómicas y nocturnas y las mejores ofertas en comercios locales. Todas ellas cortesía de los recientemente graduados guías turísticos. “No tengo drama, puedo mostrarte la ciudad y de paso nos vemos”, es la “vieja confiable” que seguro vas a recibir durante la estadía.

Los consejos

Al tratarse de un ambiente poco conocido, usar Tinder en el extranjero requiere del doble de recaudos. El principal es jamás confesar que viajamos solos o dar demasiados detalles sobre el itinerario a seguir u hospedaje. También hay que adaptar la biografía. Lo mejor es colocar el idioma que hablamos, nuestro país de origen y detallar el motivo de la escapada (placer, trabajo, intercambio, etcétera).

Por último, es conveniente compartir nuestra ubicación y comentarles a personas cercanas dónde y con quién nos encontraremos. Las salidas siempre deben darse en sitios públicos.

Local y popular

Ya visualizamos la fabulosa fantasía de enamorarnos (y acostarnos) en Nueva York, París o Madrid. Ahora queda bajar del avión y caer en la realidad. Esa en la cual Tinder nos muestra el perfil del vecino de la vuelta o del mozo que -una vez- llevó a tu mesa una porción de papas fritas con cheddar.

En adición, en el peor prospecto aparecen compañeros del trabajo y colegas de la universidad. Un camino sin retorno al verlos posar con el celular frente al espejo o leer las referencias eróticas de sus biografías.

¿Y si ellos vieron nuestras fotos hot en bikini? La vergüenza puede correr en doble sentido por lo que es preferible dar un “nope” (acción de rechazo hacia el perfil) y continuar como si nada hubiera pasado. Un match internacional no se le niega a nadie pero, al hablar de gente cercana, ahí es preferible pegar viaje urgente.

Top 5 de biografías

- Por ahora solo busco algo casual. Estoy harta de los hombres, los videojuegos de la PlayStation y los equipos de fútbol de los sábados, de los domingos y de siempre.

- Voy a amarte y a besarte tan lento que parecerá un trámite del Anses.

- No me importa tu altura o tu físico. Lo que me interesa es que hayas superado a tu ex.

- Seductor, carismático, con dinero y con una sonrisa deslumbrante... Así es Leonardo DiCaprio. Yo soy Esteban.

- Si jamás pensaste en meterme los cuernos con Keanu Reeves, ni me hables.


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