¿Por qué se produce la grasa abdominal y cómo hacer para cuidarse?

Incluso con buenos hábitos alimentarios, la forma del cuerpo cambiará por razones hormonales, explica una experta tucumana.

12 Feb 2020
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De a poco, en edades de menopausia, los jeans se resisten a cerrar. No has cambiado de hábitos y ni siquiera has subido de peso (bah, un kilo, pero...). ¿Qué está pasando? Lo que está pasando es que con la disminución de los estrógenos no sólo dejás de menstruar; mucho en tu cuerpo cambia.

Por de pronto, según un informe de la Mayo Clinic (MC), entidad estadounidense sin fines de lucro dedicada a práctica clínica, educación e investigación, la masa muscular puede disminuir ligeramente con la edad, mientras que la grasa aumenta, en particular alrededor del abdomen, incluso sin que haya aumento de peso.

“La menopausia es más que dejar de menstruar; es la prueba palpable de un montón de cambios que se producen en nuestro cuerpo porque cambian los receptores de la información metabólica, que depende de nuestras hormonas -explica la ginecóloga Ana Herrera de Budeguer, presidenta de la Asociación Interdisciplinaria de Climaterio de Tucumán-. Hay una disminución muy fuerte de hormonas femeninas, especialmente de los estrógenos, que son los que regulan, entre otras cosas, el funcionamientos de las grasas”.

Cuando empieza nuestra vida fértil (con activación hormonal) y aparece la menarca, el tejido grado empieza a concentrarse en las caderas, explica Herrera de Budeguer. “La menopausia, con la desnivelación hormonal, produce el efecto inverso. Y ese déficit se mantiene incluso si se hace terapia de reemplazo, porque se hace con dosis muy bajitas”, agrega y destaca que la función de esta es ayudar a paliar síntomas no agradables, como los sofocos.

Así es como, un día, los jeans no cierran, y dejás de sentirte un pera para transformarte en manzana. Y, aunque con mucha frecuencia sea eso lo que más bronca nos da, lo cierto es que el estético es el menor de los problemas.

Tejidos adiposos

La grasa no se limita a la capa que está bajo la piel (grasa subcutánea). En el vientre también se acumula en el interior del abdomen, alrededor de los órganos internos; se la llama grasa visceral, y su presencia está fuertemente relacionada con problemas de salud que pueden ser peligrosos, entre ellos, mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión arterial, colesterol anormal y problemas respiratorios

“Las investigaciones asocian la grasa del vientre con mayor riesgo de muerte prematura, independientemente del peso total. De hecho, algunos estudios han determinado que incluso cuando las mujeres tenían peso normal, basado en las mediciones estándar del índice de masa corporal (IMC), una cintura grande aumenta el riesgo de morir de enfermedad cardiovascular” agrega el informe de MC.

Por ese motivo, las tablas preestablecidas sobre la base de la relación estatura/peso no son muy útiles para establecer criterios de salubridad.

“Para medir factor de riesgo cardiovascular, es más importante conocer cómo se distribuye la grasa en el organismo que el exceso de peso en sí mismo”, destaca Alfonso Varela Román, de la Sociedad Española de Cardiología, en el sitio de la Fundación Española del Corazón.

“La evidencia indica que sería más apropiado medir la grasa corporal total y usar marcadores de obesidad central, en vez de sólo usar el IMC”, resalta por su parte la cardióloga tucumana Florencia Waisman. Y en las mujeres este tema es especialmente importante: cuando pensamos en nuestra salud solemos estar atentas a los temas ginecológicos, pero es necesario cambiar eso: según la OMS, la cardiopatía es la causa principal de muerte entre las mujeres de todo el mundo. “Lo que sucede es los efectos del envejecimiento vascular en nosotras aparecen más tarde”, agrega Waisman.

¿Estamos en riesgo?

Una manera “fácil” de calcular si estás en riesgo es medirte la cintura (ver “Cómo medir...”).

Y aquí viene la pregunta del millón: ¿cuánta grasa es mucha? “En el caso de las mujeres, una medida de cintura de más 89 centímetros indica una concentración poco saludable de grasa en el vientre y un mayor riesgo de problemas de salud”, destaca el informe de la MC.

Y añade: “con tonificar los músculos abdominales no te liberarás de la grasa del vientre. La grasa visceral responde a las mismas estrategias de dieta y ejercicio que te ayudan a perder el exceso de peso y reducir la grasa corporal total”.

No sólo las grasas: menos estrógenos, más riesgos

“En las mujeres las hormonas no son estables; funcionan por ciclos. Mientras menstruamos, por el efecto protector de los estrógenos, estamos bastante protegidas contra enfermedades cardíacas -explicó la cardióloga Florencia Waisman-. Pero en la menopausia la producción de la hormona desciende mucho,  y entonces se potencian los riesgos; pero este es un dato que las pacientes no suelen manejar, y como no están alertas, la consulta suele ser tardía”. “Por otra parte -añadió- en las mujeres los síntomas suelen ser mucho más inespecíficos: los confunden con gastritis, o piensan que es nervioso... Por eso es muy importante que, así como nos hacemos el PAP y las mamografías, hagamos precozmente controles cardiológicos”.

Cómo medir tu cintura

- De pie, colocá una cinta métrica alrededor de tu estómago desnudo, justo encima del hueso de la cadera.

- Tirá de la cinta métrica hasta que se acomode a tu alrededor, pero no presiones sobre la piel. Asegurate de que esté nivelada en todo tu perímetro.

- Relajate, exhalá y medí tu cintura; no caigas en la tentación de “meter” la panza. (Fuente: Mayo Clinic)

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