Los trabajadores de la Cooperadora temen por su salario ante el acuerdo

La Provincia y la Municipio aseguraron resolver el conflicto, pero los empleados no fueron notificados y la incertidumbre no cesa.

14 Feb 2020
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Imagen ilustrativa

En silencio, el conflicto que mantuvo en vilo a más de 200 trabajadores de la Cooperadora Asistencial de la Capital parece haberse resuelto expeditivamente entre el gobierno municipal y la Provincia. Después de idas y vueltas durante casi dos meses, ambas administraciones acordaron la continuidad laboral de los trabajadores y distribuyeron responsabilidades para que el organismo siga en funciones. Aunque todavía ningún empleado sabe cómo sucederá eso.

A través de un comunicado oficial, la gestión de Gustavo Sáenz informó que 194 trabajadores pasarán a trabajar bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Social que encabeza Verónica Figueroa, mientras que los restantes 55 serán contenidos por el gobierno municipal.

En relación al documento firmado, Ricardo Villada aseguró que esto “no solo brinda seguridad a los empleados” sino también lleva tranquilidad “al vecino que recibe los beneficios de los programas sociales”.

En igual sintonía, el coordinador de la municipalidad Bernardo Racedo Aragón afirmó que desde hacía días ambos gobiernos buscaban soluciones a un problema “que se percibía iba a ocurrir”.

Los funcionarios presentes en ese blindado mitín remarcaron que este convenio permitirá garantizar la fuente laboral de los trabajadores y solo quedan “detalles”. Sin embargo esos detalles son los que mantienen desconcertados a los empleados de la institución.

“Nadie habló con nosotros, nos enteramos por los medios y aparentemente todos quedamos con trabajo, pero todo es incierto aún”, dijo uno de los empleados a LA GACETA.

A la falta de información oficial se suma también el temor de algunos trabajadores que creen que su sueldo puede verse disminuido por la restructuración del organismo. “Sabemos que algo se firmó, pero no sabemos cómo será la distribución, quién quedará en cada orbita ni mucho menos”.

En cuanto a las funciones que desarrollaba la Cooperadora, se supo que los programas descentralizados y de asistencia crítica quedarán a cargo del gobierno de Bettina Romero, mientras que el resto de la ayuda asistencial y la ‘Copa de Leche’ seguirán con la Provincia.

Relación rota

El conflicto de la Cooperadora evidenció el quiebre político entre Gustavo Sáenz y Bettina Romero. Las diferencias, que se habían manifestado desde la campaña misma, se profundizaron durante esta etapa. Las declaraciones cruzadas entre funcionarios de ambas gestiones no hicieron más que demostrar esto.

Uno de las últimos hechos que confirmó aún más este secreto a voces es que ambos dirigentes evitaron cruzarse el último lunes cuando se presentó la tarjeta Alimentar en el Centro de Convenciones de Limache.

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