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16 Feb 2020

El provocador pensamiento de Rodolfo Kusch

Un filósofo que desenmascara la “civilización” y el ser latinoamericano

ENSAYO

RODOLFO KUSCH. ACTUALIDAD DE UN PENSAMIENTO AMERICANO

ROBERTO H. ESPOSTO

(Biblos - Buenos Aires)

Rodolfo Gunther Kusch (1922 - 1979) es un creador que deja estela de mito, de esos que transforman al lector en adepto. Raro en nuestra Argentina donde los filósofos no se liberaron del complejo de la escolástica, sin lanzarse al pensar valiente, arriesgado, manifestado en lenguaje transacadémico. No supieron hacer lo que dio a los novelistas y poetas sudamericanos fama y público mundial. El profesor Roberto Esposto, Senior hispanista de la Universidad de Queensland, Australia, dedica este libro esencial para comprender el pensamiento de Kusch y la trascendencia de la provocación de sus propuestas. Partiendo del Facundo, de Sarmiento, entre el antagonismo de “civilización o barbarie’’, Kusch prefiere desenmascarar la “civilización’’ y el ser latinoamericano (con sus fracasos hoy más a la vista que nunca, en sus países mayores México, Brasil, Argentina y en Chile, Ecuador, Bolivia, Venezuela, y otros. Hasta la ejemplar realización sarmientina de civilización, alfabetización y éxito de la escuela pública obligatoria, hoy la vemos fracasar después de un siglo de admirables éxitos.) ¿Vamos a contracultura? ¿Somos un Sísifo retornante? Kusch, analizado y expuesto por el profesor Esposto, nos dice en uno de sus tres libros indispensables, La seducción de la barbarie, América profunda y Geocultura del hombre americano: “Es claro que algo debe ocurrir cuando España no consigue españolizar totalmente a América, ni la Iglesia pudo cristianizarla, ni la burguesía europea y norteamericana pudo convertirla totalmente en un mercado de consumo, ni las doctrinas revolucionarias marxistas o fascistas pudieron encontrar campo propicio, y por consiguiente tampoco la tecnología, por más bien intencionada que sea podrá imponerse, sino a medias y sin euforia de concidencia.’’

Esposto, en su lograda búsqueda da con esta cita inquietante de Alberdi: “Con caudillos, con unitarios, con federales y cuanto contiene y forma nuestra República, debe procederse a su organización, aun sin excluir a los malos, porque también son la familia. Toda división en exclusión y anarquía… El día que creáis licito destruir, suprimir al gaucho porque no piensa como vos, escribís vuestra propia sentencia de exterminio y renováis el sistema de Rosas’’

Y Esposto conecta este admirable pasaje prekuscheano, respondiendo con la repetida pregunta ¿…por qué Argentina no puede ser un país normal?

Desde nuestra independencia y organización nacional, más allá del mestizaje, la inmigración, masiva y el pensamiento de la Generación del 80, hemos afirmado como propia una imagen de cultura y civilización de los países europeos (y de Estados Unidos, en el caso de Sarmiento). Desde esa exageración creamos nuestros repetidos fracasos.

© LA GACETA

ABEL POSSE

El mal que engendra fascinación

Un hecho extraordinario sacude la monotonía de una comunidad

NOVELA

EL ARCHIPIÉLAGO DEL PERRO

PHILIPPE CLAUDEL

(Salamandra - Barcelona)

Hay una línea que une El archipiélago del perro con el resto de la producción de Philippe Claudel. En sus relatos y novelas el trabajo minucioso con los olores, las descripciones estrafalarias y la colección antológica de personajes conforman una estética, una forma de percibir y pensar la realidad. Philippe Claudel ha sabido capitalizar y enaltecer estos rasgos y focos en su poética.

La anécdota es sencilla y clara: tres cuerpos muertos aparecen una mañana en la playa de la isla. El Alcalde, junto con los esbirros sumisos, decide enterrar en secreto los cadáveres. El único que sospecha de la operación y manifiesta curiosidad por la operación del Alcalde es el Maestro. Este será acusado de violar una niña: la acusación vendrá de parte del Acalde, quien lo considerará una amenaza. El Médico urdirá un plan siniestro para acabar con su oponente.  

Philippe Claudel es hábil narrador para producir suspenso. Y administra los enlaces de manera justa para representar el mal bajo las formas más claras, contundentes y menos abstractas. Es decir, el mal en El archipiélago del perro no es una fuerza ciega que arrastra a los personajes a la locura sino una pasión demasiado humana que produce fascinación y, a veces, un curioso encanto. ¿Por qué el Maestro quiere indagar en el origen de los cadáveres? ¿Por qué el Alcalde desea ocultar los cuerpos? Acaso ambos forman los exergos de una única moneda, esa condición humana desencantada, decadente, hundida en el letargo irrebatible de los últimos tiempos. No es que Philippe Claudel se refiera en sus libros, de modo abierto, al capitalismo tardío. Sin embargo, sus personajes remiten, sin pestañeos, a la banalidad del mal y a los escarceos de la realidad que nos circunda. Ni minimalista ni simbolista, Claudel atrapa, en las redes y en los personajes, los rasgos de la humanidad en la luz de los tiempos crueles.

La novela no es una fábula pero puede ser leída como una fábula: un cuento negro para adultos, aquellos que rápidamente captan el olor del mal y la infelicidad que ronda como una abeja idiota y atea. Los muertos vienen de África y leemos en esos cuerpos tristes la siniestra escena de los refugiados del presente y de los abandonados en el pasado, en el futuro.

Como en Almas grises, La nieta del señor Lihn, El informe de Brodeck y Aromas, en El archipiélago del perro los personajes se enfrentan no solo a los conflictos morales sino, sobre todo, a ellos mismos. En esta novela filosófica, importa menos el final de los acontecimientos que el modo en que la peripecia, las descripciones, los olores, los rencores y la extraña abulia impregnan los cuerpos y las decisiones.

© LA GACETA

FABIÁN SOBERÓN

Un fresco renacentista de la actualidad humana

Maratón de lectura con ritmo creciente

ENSAYO

HOMO DEUS

YUVAL NOAH HARARI

(Debate - Buenos Aires)

Es el gran libro de Harari, uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo. Homo Deus es un volumen de 500 páginas que atrapa desde la primera. En esa primera página plantea que la agenda de temas que determinan las preocupaciones humanas está cambiando radicalmente. A través de los siglos, las vidas de los habitantes de los más diversos puntos del planeta estuvieron afectadas por tres grandes cuestiones: el hambre, las pestes y las guerras. La mayoría de los seres humanos moría o sufría por alguno -o una combinación de más de uno- de estos factores. Pero en el siglo XXI, afirma Harari, estos problemas -sin estar resueltos- están más controlados. Siguen siendo grandes e intolerables dramas pero las estadísticas marcan que la mayoría de los hombres actualmente no muere por estas causas. Mueren más por sus contracaras. Más personas perecen por exceso de comida que por su carencia, por vejez que por enfermedades infecciosas, por suicidios que como consecuencia de enfrentamientos bélicos. Hay, por ejemplo, tres veces más personas que mueren de diabetes que como consecuencia de un ataque violento.

¿Y cuáles son los nuevos temas de nuestra agenda según Harari? Otros tres: la inmortalidad, la felicidad y la divinidad.

En el siglo XX casi duplicamos la esperanza de vida (de 40 años en 1900 a más de 70 en el 2000) y es posible que la dupliquemos nuevamente en el XXI.

La felicidad solía estar ligada a la elusión de los grandes males. El acceso a alimentos, dentro de una vida saludable y pacífica, podía asociarse a la felicidad para la mayoría de la humanidad a lo largo de la historia. Hoy depende más de expectativas que de condiciones objetivas. Pero de expectativas que crecen exponencialmente. Desacelerar la dinámica del deseo y equilibrar nuestras expectativas con nuestras posibilidades se transforma en uno de nuestros grandes retos.

Desde Sófocles y Shakespeare a Tolstoi y Proust, los dramas humanos tuvieron denominadores comunes. Harari se pregunta si eso seguirá siendo así con seres que logren dominar químicamente la angustia, manipular la genética para eliminar imperfecciones o mejorar aptitudes, y usar la tecnología para potenciar sus cuerpos y su inteligencia. Serían, concluye, dioses griegos.

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DANIEL DESSEIN

Peripecias de un neurocirujano

Honestas reflexiones sobre la medicina y la vida

ENSAYO

CONFESIONES

HENRY MARSH

(Salamandra - Barcelona)

Confesiones es el segundo libro del reconocido neurocirujano inglés Henry Marsh, luego de su exitoso Ante todo, no hagas daño.

En ambos volúmenes, Marsh narra en primera persona y en un logrado tono intimista las peripecias de su vida profesional operando cerebros, muchas veces en situaciones límite que culminan en la muerte del paciente o en un estado de sobrevida poco grato.

Médico humanista, nunca deja de recordarles a los practicantes que el paciente es una persona y no un conjunto de placas, por lo que les exige que conozcan su historia antes de abordar el problema clínico.

El libro está plagado de planteos morales, que adquieren una especial profundidad en la vivencia del protagonista. Así, sostiene, en ocasión de salvarle la vida a pacientes que quedarán en estado vegetativo o con una mala sobrevida: “A veces, en mis momentos de mayor desánimo, dudo si estamos reduciendo la suma total del sufrimiento humano o la estamos aumentando”.

Tras más de 30 años de trabajo en un hospital público de Londres (fue el primer cirujano en realizar una craneotomía a un paciente despierto en Inglaterra), Marsh decide renunciar al mismo debido a que se siente asfixiado por la creciente burocracia médica. Resuelve continuar su carrera en la exótica Nepal, junto a un ex compañero nepalí que dirige allí una importante clínica.

Sin idealizar a ese país, donde reina la pobreza y aún se practica el sistema de castas, descubre allí una forma de estar en el mundo que había desaparecido en Inglaterra: “La vida aquí tiene una desnudez, una franqueza, con sus colores intensos y vivos, que se perdió hace mucho en los países ricos”.

Alejado de la burocracia y de las complejidades de la vida occidental, Marsh encuentra tranquilidad en la vida sencilla de la pintoresca Katmandú.

Resultan de interés también sus comentarios sobre la creciente mercantilización de la medicina, cuyo epicentro se da en Estados Unido: “Los centros hospitalarios están enzarzados en una feroz competencia por hacerse con el mercado, y muchos se han diseñado para que se parezcan lo menos posible a un hospital. Más bien semejan hoteles de lujo, centros comerciales o salas VIP de aeropuerto”. Cabe agregar que a la par de ello ha crecido la industria de las cirugías innecesarias para hacer redituable esos onerosos emprendimientos.

En suma, Confesiones es un libro de muy grata lectura, donde nos encontramos con una voz honesta y vivaz (alejada de la corrección política) que cuenta una historia de vida de interés y aporta reflexiones profundas sobre sus vivencias y sobre el curso actual de los sistemas occidentales de salud.

© LA GACETA

NICOLAS ZAVADIVKER

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