Netflix: las películas de Studio Ghibli traen heroínas diferentes a las de Disney

Con “El viaje de Chihiro” y otras seis películas de Studio Ghibli, una segunda tanda de filmes animados del estudio japonés se acaba de incorporar a Netflix. El estudio de animación fundado por Hayao Miyazaki y otros grandes autores, tiene la particularidad de construir figuras femeninas -protagonistas de la mayoría de las historias- de gran complejidad psicológica e intensa fuerza moral. Son mujeres que se diferencian de las heroínas de las películas animadas de Disney.

Obra maestra

“El viaje de Chihiro” es una de las películas más reconocidas del estudio y considerada una obra maestra de la animación. La trama sigue a una niña de 10 años que conoce a fantasmas, criaturas extrañas y animales; su aporte visual y sonoro la convierten en una cinta poética llena de simbolismos que permiten adentrarse en la cultura japonesa.

Los otros títulos son “Nausicaä del Valle del Viento”, “La princesa Mononoke”, “Mis vecinos los Yamada”, “El regreso del gato”, “Arrietty y el mundo de los diminutos” y “El cuento de la princesa Kaguya”.

Una nueva tanda de películas del estudio llegará en abril, para totalizar 21 títulos del estudio dentro del catálogo de Netflix.

Mientras las princesas de Disney conversan con los animales del bosque, se cepillan el pelo, cocinan budines y sueñan con el beso de un príncipe azul, los personajes de Ghibli no están atravesados por un código moral binario y simplista; no existen los buenos y los malos. Las protagonistas muestran su lado más humano y falible y las villanas su lado bondadoso.

Las historias del estudio generalmente muestran otras posibilidades de lo heroico y encierran un mensaje anti-bélico profundo. Proponen un modelo de vida más colectivo: la solución no está en matar al enemigo sino en negociar con él. No sólo hacen hincapié en la posibilidad de tener heroínas mujeres, sino que las protagonistas suelen ser niñas o adolescentes. También hay lugar para mujeres de todas las edades, y las adultas tienen un rol fundamental.

Sabiduría ancestral

Por otro lado, el típico rol del viejo sabio se encuentra invertido y encarnado por una mujer. Por ejemplo, Obaba (tía de Nausicaä en “Nausicaä del valle del viento”), la abuela de Sheeta en “El castillo en el cielo”, y Hii-sama de “La princesa Mononoke” son ejemplos perfectos. Incluso se podría agregar a las antagonistas Yubaba y Zeniba de “El viaje de Chihiro”. Esta figura de las viejas sabias que recoge la sabiduría y la madurez de su trayectoria sirve para evidenciar un ciclo de la vida que no deja afuera a las mujeres mayores: la vejez no es el final del camino sino una etapa de sabiduría en la que también hay descubrimientos.

La asignación de características claras a los personajes en función de su edad (la inocencia y la curiosidad de las más chicas, la iniciativa y la valentía de las jóvenes, la responsabilidad de las adultas y la sabiduría de las ancianas) devuelve una idea de proceso, de evolución y de crecimiento, y tiene un valor simbólico enorme

Todas tienen un rol activo en el desarrollo de la trama y un poder de decisión que las vuelve únicas y las corre de los estereotipos de la chica dócil y/o sumisa.

Mientras en las típicas películas de aventura los líderes son los hombres, Studio Ghibli invierte la fórmula: corre a los varones del lugar central, violento y omnipotente de siempre, y pone a una mujer a liderar su propia aventura. Desde ahí, se permite explorar el concepto de lo heroico en una ecuación que deja fuera los estereotipos de género.