Una fiesta de adolescentes terminó en tragedia; un invitado murió apuñalado

La pareja de una joven le asestó al menos tres puñaladas en el torso, durante una confusa pelea en Granaderos de San Martín 2.400.

16 Mar 2020

Cristian Fernando Díaz, de 25 años, murió apuñalado en la madrugada de ayer durante la fiesta de cumpleaños de un amigo en Granaderos de San Martín 2.400. La Policía investiga cuáles fueron los motivos que originaron la mortal pelea. El presunto agresor, conocido por los presentes como “Porteño”, le habría propinado al menos tres cuchillazos en el torso a la víctima, según fuentes policiales.

“Mi hijo festejaba sus 18, invitó a 20 jóvenes a la casa. El joven que mató a Díaz llegó después de las 4, es un conocido del barrio que vino porque acá estaba su pareja”, contó Juan Carlos Llanos, dueño de la vivienda donde ocurrió el crimen. “Por lo que me contaron los chicos, parece que ya habían tenido problemas con ese dúo. Al parecer ella es problemática y él se violenta fácilmente. Luego de que ocurriera el crimen, ‘el porteño’ salió corriendo rumbo al canal, imagino que se escondió allí, ya que tengo entendido que es un chico sin casa”, detalló.

El vecino Sergio Ramírez intervino cuando comenzó el conflicto. “Me levanté porque había problemas al frente, las trompadas iban y venían, así que crucé porque me preocupé por mi hija que había asistido a esa fiesta”, le explicó a LA GACETA. “Cuando llegué, saqué a mi hija Florencia y me puse a calmar a un chico que estaba alterado y que quería romper el auto de un invitado”, recordó.

AMENAZADO. Ramírez dijo que teme que intenten quemar su casa.

Además de su hija de 20 años, su hijastra Pamela, de 26, también estuvo en la reunión. “Según lo que ella dijo, Díaz la habría empujado y su pareja reaccionó”, indicó el vecino. Según su testimonio, por el accionar de ese joven, Ramírez ahora tiene problemas.

“Ellos están en pareja desde hace un par de meses, sin embargo ahora me involucran a mí que sólo fui a retirar a mi hija. Hay gente que me amenazó con quemarme la casa”, relató preocupado. El hombre mandó a su familia con unos parientes por precaución. “Yo no me meto con nadie, soy albañil y los vecinos saben que clase de persona soy”, añadió. “Me vieron afuera calmando a un chico, y sin embargo me acusan de que quería pegarle al ‘Mono’, como lo conocemos a Cristian. Nada que ver, yo ya pasé a dar el pésame a su familia, si Cristian a mí me trataba de ‘tío’”, aseguró Ramírez, quien reiteró su preocupación. “La Policía no me brindó garantías hasta aquí, y yo no puedo abandonar mi casa, si es lo único que tengo. Temo que me ataquen esta noche”, lamentó.

En la casa de Díaz, sus amigos ayudaban a su hermana menor a preparar la casa para el velorio. “Cristian siempre estuvo para sus amigos y hoy ellos están para él. Muchos contribuyeron esta mañana, trajeron sillas y mesas de plástico para que podamos recibir a la gente”, agradeció Rocío. “Mi hermano Ramiro estaba destrozado, cuando se enteró lo que le había pasado a Cristian, no podía creerlo. Lo vi llorando sin consuelo sobre la cama de nuestro hermano”, contó. 

VELATORIO. Amigos de Cristian, de duelo, en el domicilio del joven.

“Cristian era una persona respetuosa, un buen amigo, no entendemos cómo pudieron matarlo así. Sé que era un chico que sabía defenderse, no le ibas a ganar así nomás, por eso creo que no debe haberlo atacado una sola persona”, aventuró su amigo David Silva. Por su parte, Franco Monserrat lo recordó por su forma de ser dentro del grupo. “Le encantaba el fútbol. Tenía buen porte, así que cuando jugábamos a la pelota, él atajaba. Siempre era el primero en aparecer para defender a sus amigos, por eso queremos saber cómo empezó el problema”, ilustró el joven. Daniel Campos también recordó a Cristian: “a él le gustaba salir, como a todo joven, sin embargo era muy responsable con su trabajo, era empleado de una distribuidora de garrafas desde los 17 años”.

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