La política asumió el protagonismo en la AFA, que comienza a transitar una nueva etapa

La pelota dejó de rodar hace algunos días en el fútbol argentino y nadie sabe cuando volverán las competencias oficiales. Pero lo que no puede frenar el coronavirus es la vida política que desarrolla la AFA. Son tiempos de cambios en la entidad que rige los destinos del más popular de los deportes en nuestro país y eso quedó reflejado ayer. La Superliga, que llegó para transformar el torneo de Primera división, comenzó a transitar los últimos días de existencia. Pronto, a partir de mayo, será un simple recuerdo. Claudio “Chiqui” Tapia, que tenía mandato hasta 2021, confirmó lo que ya todos sabían: las elecciones se adelantarán para el 19 de mayo y él encabezará la lista que tiene el aval de todos los clubes. El respaldo incluye a River, que en los últimos años mantuvo fuertes enfrentamientos con la conducción de la entidad de calle Viamonte. Una vez dado ese paso se avanzará con el proyecto de la Liga Profesional, que será presidida por Marcelo Tinelli, otro que fue crítico al manejo de la entidad en el pasado reciente. Nuevos vientos comienzan a soplar en la AFA y el fútbol profesional volverá a estar en su órbita, como era antes de la Superliga. Como quieren los dirigentes.

“Logramos que la familia del fútbol esté unida”, destacó Tapia durante la breve conferencia de prensa que compartió con Tinelli. “Muchos querían saber si Rodolfo D’Onofrio iba a acompañarnos y está aquí. Nosotros nunca imaginamos que River no esté representado en esta etapa de la AFA. La foto -en la que aparece junto con los presidentes de los denominados cinco grandes- representa un mensaje de unidad para todos los que decían que los dirigentes estábamos desunidos”, agregó.

Son tiempos en los que la política aprovechó el parate del fútbol para ocupar el centro del escenario. Tapia y Tinelli fueron los actores principales, pero en el reparto de papeles clave para la conformación de la nueva estructura no faltó nadie. D’Onofrio dejó de lado sus viejos rencores y apoyó a Tapia para que siga al frente de la entidad, además de aceptar uno de los seis cargos de vicepresidentes que tendrá la AFA a partir de mayo. Pero la actuación del titular “millonario” no terminó ahí. Antes de la reunión mantuvo una charla con Tinelli y sellaron las paces luego del duro enfrentamiento provocado por la decisión del club de Núñez de no presentarse a jugar contra Atlético, en el comienzo de la Copa de la Superliga.

La cintura de Tapia y el trabajo silencioso realizado puertas adentro del seno de la casa madre torcieron la muñeca de D’Onofrio y ambos sellaron la unidad que le devuelve la paz, al menos por ahora, en el fútbol argentino. Trascendió que el directivo “millonario” solicitó, a cambio de su apoyo, que no se materialice la quita de los tres puntos al final de la Copa de la Superliga por la no presentación de River ante Atlético, aunque el caso está “en estudio” (ver más en página 3).

De fútbol se habló poco, casi nada. Tinelli explicó que en estos momentos es difícil precisar cuándo se reanudarán las competencias. “Nadie puede garantizar que el 1 de abril estemos jugando”, señalo.

Tapia, en tanto, aseguró que las empresas dueñas de los derechos televisivos pagarán los aportes acordados para marzo en tiempo y forma y que la dirigencia en su conjunto está trabajando para afrontar el duro momento que se vive por el coronavirus.

El fútbol argentino está unido. Pero como en la política todo cambia según la conveniencia del momento, nadie puede asegurar que esto sea para siempre.