Entrenarse en tiempos de cuarentena

Es posible mantenerse en estado con elementos que encontramos en casa. Ideas y cuidados para cumplir con la rutina.

22 Mar 2020
3

EN EL LIVING DE CASA. Nicolás Fonollat trabaja sobre una colchoneta y realiza flexiones de brazos. A pesar de la cuarentena, sigue entrenándose.

Como si fuera un capricho, el coronavirus intervino en nuestras vidas en menos de una semana para darle un vuelco de 180°. Cumplir con la cuarentena no sólo construyó una burbuja que nos puede librar del contacto exterior sino que también abrió una nueva ventana a la supervivencia. Lidiar con el encierro moviliza la creatividad.

Los gimnasios se vieron obligados a cerrar con la medida decretada por el Gobierno. Lejos de ser una piedra en el camino, esta situación no evitó que los tucumanos dejen de entrenarse. Para mantener la figura se necesitan tres cosas: un lugar seguro, Internet e imaginación.

“Estamos compartiendo las rutinas por Instagram y YouTube según la necesidad de cada alumno. Alternamos los posteos con ejercicios para principiantes y para avanzados”, comenta Leopoldo De Chazal, dueño de un gimnasio ubicado en Camino del Perú al 600.

El abanico de posibilidades es generoso si hablamos de mover el esqueleto. Las stories y videos explicativos son los “caballitos de batalla” para compartir las rutinas de piernas y torso, sin poner un pie en la vereda. “A través de grupos de Whatsapp subimos videos mostrando las posturas correctas y sus variantes”, relata Nicolás Fonollat, dueño de un centro deportivo en Yerba Buena. Seas deportista amateur o de competencia, estás a sólo un clic de trasladar el gimnasio a tu casa. “Debemos mantenernos activos y no perder lo que venimos logrando”, sugiere Máximo Francisco Marzoratti, representante de la disciplina calistenia en la provincia.

Apelar a la imaginación

En tiempos de pandemia, las tan criticadas “compras de contingencia” -bicicletas fijas que terminan de percheros o colchonetas apiladas-, son las aliadas para imitar al pie de la letra cada ejercicio. Según Marzoratti siempre hay algo que puede servirnos para entrenarse en el hogar. “Es importante saber hasta dónde llegamos para adecuar nuestra rutina”, señala el deportista. Objetos como botellas y bidones con agua o arena, mochilas cargadas con libros, escaleras y sillas -deben ser reforzadas para evitar destrozos indeseados-, están en cualquier hogar y además ofrecen utilidades extras. “En el caso de quienes practican calistenia, pueden usar el respaldo de las sillas para hacer paralelas por ejemplo”, añade Marzoratti.

Además de sacarle el jugo a las botellas que amontonamos en el garage, apostar a la dificultad con nuestro propio cuerpo es otra manera de practicar. “Usar sólo una pierna para hacer sentadillas o elevación de pelvis, como así también utilizar un brazo para flexiones, aumentan la intensidad de la rutina”, remarca Claudio Torres, titular de una cadena reconocida de gimnasios en Tucumán.

Entrenamiento a la carta

Como plato principal se recomienda un espacio amplio y ventilado -al aire libre en lo posible-. Para endulzar: buena música, una toalla y agua para hidratarse. “Hay que aclarar dos cosas: una es colocarse repelente de mosquitos por el dengue y otra, mantener los espacios desinfectados por el covid-19”, agrega De Chazal.

Quienes son amantes del multitasking -capacidad de realizar más de una actividad al mismo tiempo-, pueden aprovechar el momento de actividad para escuchar podcasts -versión auditiva de un archivo multimedia-. “Como el entrenamiento no es tan fuerte en casa, un podcast sobre algo que te guste sirve para aprender y manejar la concentración”, apunta Marzoratti.

Hacer los deberes

Con entusiasmo y mucha buena onda, Gino De Lucio Passini (27 años) está poniendo a prueba lo que aprendió de sus profesores. “Lo positivo de entrenarse en casa es que no perdés el ritmo. La cuestión de no contar con las herramientas del gym o de no poder compartirlo con mis compañeros es feo”, confiesa De Lucio Passini. Si es que tiene dudas con algún ejercicio, consulta a sus entrenadores vía Whatsapp o Instagram.

Su hermana, Luisina (29), cuenta cómo es realizar actividad física rodeada de sillones y muebles. “En mi caso la productividad bajó porque necesito trabajar con alguien que me motive. No estoy acostumbrada a ejercitarme en espacios tan reducidos”, revela.

¡A comprar!

Ante una cuarentena total inminente, la atención de los tucumanos se focalizó en las tiendas de deportes. “Los elementos más buscados fueron las mancuernas, los discos -especialmente de hierro fundido- y las bicicletas fijas”, detalla un comerciante del microcentro. Una mancuerna de fundición -para bolsillos económicos- tiene un costo de $ 150 el kilogramo, mientras que las que son cromadas y engomadas rondan en $ 370 el kilogramo. Sin embargo, la estrella de las ventas fueron las bicicletas estáticas. “Antes se vendían tres por semana y ahora se llegaron a vender seis en un día. ¡Fue una locura!”, advierte el encargado. (Producción periodística: Milagro Molina)

Comentarios