"La vida escolar": un emotivo y realista viaje a la periferia de Paris

12 Abr 2020
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DIFÍCIL MISIÓN. Samia (Zita Hanrod) debe impartir disciplina en una escuela cruzada por los problemas sociales.

Película

Por Netflix

Buena

Hace tiempo que el cine de ficción se ocupa, desde ciertos ángulos, de temas como la desigualdad social, los dramas en los barrios marginales y la violencia, entre otros. Este es el caso de la reciente adquisición de Netflix, “La vie scolaire” (“La vida escolar” es el título traducido).

Se estrenó el año pasado en Francia y durante la primera semana en cartelera superó el medio millón de espectadores, dejando en la segunda posición de venta de entradas a “Había una vez en Hollywood”, de Quentin Tarantino. El dato habla del impacto que la película provocó en su país.

La historia está ambientada en los suburbios de París. En el comienzo de clases Samia (Zita Hanrot), una pedagoga, se incorpora al establecimiento como máxima autoridad de la disciplina. Se va a encontrar con muchos problemas y conocerá de cerca la problemática de los barrios marginados y de las familias.

El fuerte de la película es la combinación de géneros, porque se trata de una comedia con mucho drama que pone la lupa en la situación de las escuelas públicas y el día a día de los barrios que están en la periferia de la capital francesa y cómo esto afecta la vida de los jóvenes.

Escrito y dirigido por Mehdi Idir y Grand Corps Malade, el film nos muestra múltiples factores de la vida en la escuela. No basta con que los estudiantes quieran aprender o los profesores pretendan enseñar con pasión; es el sistema educacional es el que tiene que acompañar y sortear las dificultades sociales, políticas y familiares de los alumnos.

La mayoría de los personajes son inmigrantes o hijos de inmigrantes. Y este es otro de los temas latentes de la historia: cómo estas personas se acomodan a la realidad francesa con la ilusión de una vida mejor.

Destacan los dos protagonistas, tanto Zita Hanrod como Liam Pierron (en el papel de Yanis). Algunas de las actuaciones de los profesores parecen rozar el cliché o están demasiado exageradas, especialmente el de educación física. Otros actúan muy bien, en especial el profesor de matemáticas, de origen árabe, que sigue manteniendo su vocación docente a pesar de todas las dificultades.

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