Un cortometraje salteño dio el batacazo en Nueva York

Por primera vez un cortometraje salteño da el batacazo en Nueva York. «Hay Coca», del director José Issa, se quedó con el máximo galardón en The Americas Film Festival Of New York.

El corto, producto concurso Historias Breves del INCAA, ya había ganado como mejor cortometraje de drama («Best Foreing Drama Short») en el Festival Internacional de Cine de Kentucky (USA). El «Hollywood South Film Festival 2019» también galardonó como mejor actor («Best Actor») a Roly Serrano.

Además de Serrano, el corto también cuenta con la actuación de Cástulo Guerra.

Este premio ha sido la excusa ha sido perfecto para dialogar con su director, de notoria trayectoria en la provincia.

1-¿Cómo fue trabajar con dos actores de tanto prestigio, como Roly Serrano y Cástulo Guerra?

Son dos buenos muchachos que se la saben todas. Estimo que vienen de caminos distintos respecto su profesión. Cástulo tiene Shakespeare metido en el alma y maneja los últimos nichos de los tablones de teatro a los primeros planos de las escenas de Hollywood. El Roly tiene una fuerza natural para lo histriónico fabulosa, que le permite hacer lo que quiera, es un hombre con un don muy particular. Trabajar con ellos fue una doble sensación de tranquilidad e intranquilidad. Por una lado era salir a la cancha con los mejores. Sabes en algún punto que el partido está ganado. Y por otra parte te enfrentas a todos tus fantasmas y la presión de sacarle el mejor provecho a la escena.

Humanamente es como para hacer una entrevista aparte. Dos tipos de lo mejor. Pura entrega.

2-¿De qué trata Hay Coca? ¿Cómo surgió la idea del guión?

Hay Coca es un trabajo que roza el absurdo, y a mí me gusta eso. El cortometraje tiene en su relato una conjunción de elementos que de otra manera quizás no se concentrarían. La Coca Sarli, La Hoja de Coca, el fenómeno del Cine, El Ingeniero Maury y el ramal c-14. Narra la situación de amistad entre estos dos personajes cuyo objeto es llevar  un bolso desconociendo su contenido a través de la puna. Cuando el personaje de Roly Serrano llega a Tolar Grande, se devela que se trata de una lata de película. Finalmente el personaje junto a obreros del ramal que ya son como fantasmas en la noche, miran la proyección de una película de cine de Isabel Sarli con Armando Bo. Parece una locura pero no lo es tanto. Hay un fuerte mensaje de fraternidad, y un reclamo de democracia muy marcado porque esto ocurre en época de dictadura donde la censura al cine y el desmantelamiento de los sistemas ferroviarios acusaban un duro golpe.

Y por supuesto está la coca de coquear como un símbolo de pertenencia a la tierra y de identidad.

3- Contame cómo fue el rodaje del corto. Dónde se hizo, cuántos días duró. Cuánta gente trabajó en este corto.

El equipo fue reducido porque fue como una road movie de a momentos. Muy difícil filmar muchas horas, con viento y frío y traslados largos.  Pero di con la gente indicada. Habremos sido alrededor de 15 personas en plena actividad durante cinco jornadas. El intento en un principio fue filmar en Tolar, pero fue imposible (a pesar que si hay algunas imágenes de Tolar Grande) pero la mayor parte la hicimos en Alfarcito.

El equipo humano, técnico / artístico fue el que posibilito que esto llegue a buen puerto.  Una camaradería total, una delicia de experiencia. Esa es la verdad. Me quedan los mejores recuerdos de ese rodaje y eso es un valor agregado al éxito que pueda tener o no el corto.

4- Desde que tuviste el guión, hasta que pudiste filmarlo, cuánto tiempo pasó?

El guión lo pensé para otro concurso. Luego lo tuve guardado hasta que salió el concurso “Historias Breves” donde lo inscribí y tuvo la suerte de ser elegido. Habrán pasado unos dos o tres años desde su escritura hasta su cabal concreción.

5- ¿Qué significan, para vos, recibir este tipo de galardones?

Por ahora no termino de caer en cuenta. Estoy feliz. Creo que para mí, para la gente que laburo en el corto, para Salta, es importante.  El corto habla de la coca de coquear, del Ingeniero Maury y de la fabulosa obra de ingeniería del ramal c-14. Hay dos gigantes hijos de Salta  en una misma escena como Cástulo Guerra y Roly Serrano.  ¿Qué más se puede pedir?

 He visto los trabajos seleccionados que competían con el cortometraje nuestro y son de un nivel vanguardista, de primera línea.

Así que todavía no salgo del asombro.

Haber ganado en Estados Unidos en la séptima edición en The América Film Festival of New York  es un poco decir aquí estamos, somos un pueblo con una cultura fabulosa, lleno de arte, de magia y de historias que contar.