El Ojo Crítico: “Eurovision song contest"

Una sátira despareja, pero que funciona.

02 Jul 2020
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EL DÚO FIRE SAGA. Lo integran Sigrit (Rachel McAdams) y Lars (Will Ferrell). Llegar a Eurovisión era su sueño, pero ese es apenas el comienzo.

buena

película / por netflix

Estaba todo pensado. El estreno de la película iba a coincidir con la edición número 64 del festival de la Canción de Eurovisión y eso le daba un plus a “Eurovision song contest: la historia de Fire Saga”, comedia que a pocos días de ser estrenada por Netflix se ubicó entre las 10 más vistas por los argentinos. Tan calculado tenían todo en la plataforma de streaming que hasta habían adquirido los derechos para transmitir Eurovision a Estados Unidos. La película y el concurso mismo iban a retroalimentarse. Al plan lo derribó la pandemia porque el festival, que se celebra desde 1956, fue cancelado. Sólo quedó en pie el filme y a Netflix no le quedó más remedio que estrenarlo.

“Eurovision song contest...” presenta la historia de Lars Erikssong (Will Ferrell) y Sigrit Eriksdottir (Rachel McAdams), integrantes del dúo islandés Fire Saga que sueñan con ir a Eurovisión. Para Lars, competir en el certamen es una forma de demostrar al padre que desprecia sus canciones (Pierce Brosnan, un ex James Bond), que realmente vale para la música. Por su lado Sigrit está profundamente enamorada de Lars y lo va a seguir a donde sea con tal de estar con él. Y, cómo no, finalmente ambos consiguen representar a Islandia en el festival.

Escrita por Ferrell y Andrew Steele (guionista del “Saturday night live”, ya habían trabajado juntos), a la película la dirige David Dobkin. El reparto es de lo más curioso. McAdams logra darle a su Sigrit un toque cómico y sacarla así del personaje aburrido creado por hombres que sólo la imaginan como a una chica tonta. Figuran también Dan Stevens (“Downton Abbey”, “Legion”), el islandés Ólafur Darri Ólafsson (“Trapped”), la cantante Demi Lovato (en un papel breve y desopilante) y un sinfín de cameos eurovisivos de 2019. Sucede que la película fue rodada el año pasado en Tel Aviv, aprovechando la realización del certamen, y así encontraron los mejores “extras” posibles: participantes como Duncan Laurence y Miki Núñez. De hecho la escenografía es la misma que la del pasado festival.

La comedia tiene la inteligencia (o la obligación) de ser amable con su sátira, principalmente porque está producida en asociación con la Unión Europea de Radiodifusión, organizadora del concurso. Por este motivo en vez de burlarse de las rarezas del festival se deleita con ellas.

En concreto: “Eurovisión...” es un buen producto para el tipo de cine que se propone hacer y para el público al cual está apuntado. Un público que desconoce el festival. Y un cine de comedia ligera y poco profundo.

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