De ladrón de bicicletas a capo narco: quién es “El Coya” Rojas

Ricardo Raúl Rojas vivió un ascenso meteórico en el mundillo del crimen, hasta que fue condenado por mandar a matar a quienes lo traicionaron.

03 Jul 2020
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Tiene 35 años. Hace 15 o 20 años atrás era un joven más en Orán, intentando salir de la pobreza. Eligió el camino más fácil, que, ahora, lo llevó a recibir una cadena perpetua.

Ricardo Raúl “El Coya” Rojas dio sus primeros pasos en el mundillo delictivo robando bicicletas. “Ladri di biciclette”. Y en solo unos años se convirtió en un capo narco. En el “Pablo Escobar” del norte argentino.  

Después de las bicicletas se dedicó a ser motochorro y fue detenido por asalto a mano armada. La foto de acá abajo lo muestra joven, junto a su cómplice.

De alguna manera, tiempo después se reconvirtió en remisero exitoso con cinco vehículos nuevos. Según la revista Fuera de la Ley, Rojas se encargaba de llevar inmigrantes ilegales (chinos) a Rosario de la frontera. En algún momento empezó con la droga. Chinos y cocaína: esa fue la fórmula del éxito que lo catapultó a la cima.

Pero fue la droga lo que hundió.

El Coya cayó preso el 22 de Marzo del 2017 por una carga que llevaban dos soldados suyos.

Estar tras las rejas no lo dejó fuera del negocio. Con un celular prestado en la cárcel de Cerrillos contrató sicarios salteños y tucumanos para matar a esos soldados, que, según él, le habían robado su droga. A uno los fusilaron el 6 de Mayo mientras comía un choripán. El otro sobrevivió. Procunar grabó escuchas desde la cárcel, que se convirtieron en prueba suficiente para condenar a Rojas.

En marzo de este añoRaúl Ricardo "El Coya" Rojas (35) fue condenado a 9 años de prisión por narcotráfico. Tenía antecedentes: en 2017 cayó como responsable de un cargamento de 80 kilos de marihuana y ese mismo año lo acusaron de haber contratado sicarios para matar a los dos empleados que "perdieron" esa droga a mano de las autoridades.

El 3 de diciembre pasado fue acusado de ser el dueño de 330 kilos de marihuana y 11 de cocaína secuestrados en un galpón propiedad de su hermana, un lugar al que la banda denominaba en código como "La Iglesia". Rojas pensaba comercializar esa droga dando directivas desde el Complejo Penitenciario Federal del NOA III, donde estaba detenido.

El juez Federal Miguel Medina condenó a Rojas a nueve años de prisión por almacenar estupefacientes. Y en el mismo fallo también le impuso seis años a su esposa y penas similares a dos cómplices. A uno de ellos le decían "El Curita" porque era el encargado de cuidar la droga que llegaba a "La Iglesia".

Este 3 de julio Ricardo Raúl Rojas fue condenado a la pena de prisión perpetua y al pago de una multa como autor intelectual del delito de homicidio doblemente agravado por haber sido cometidos bajo promesa remuneratoria, por el número de participantes y por la utilización de arma de fuego en perjuicio de Raúl Fernando Martínez (el que comía el choripán). La sentencia abarcó otro caso: un intento de asesinato contra Ricardo Ariel Gerónimo.


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