Una de las mejores novelas de los últimos años

Nominada al premio Booker Internacional 2020.

12 Jul 2020
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ENTRAÑAS MEXICANAS. Melchor expone la miseria, el amor desesperado, la brutalidad y el clima de La Matosa, una ranchería veracruzana.

NOVELA

TEMPORADA DE HURACANES

FERNANDA MELCHOR

(Random House - Buenos Aires)

Hay libros que nos arrebatan desde la primera página. Cuando hojeé la novela de Fernanda Melchor no pude resistirla. Temporada de huracanes, nominada al premio Booker Internacional 2020, une regionalismo y mito, crónica roja y cine gore. Expone la miseria, el amor desesperado, la brutalidad y el clima de La Matosa, una ranchería veracruzana. La autora se inspiró en una nota periodística: la muerte de un brujo a manos de su amante. Ese hecho se convirtió en torrente de imágenes y palabras; una ficción policial donde el crimen se transforma en tragedia de personajes atrapados en un infierno.

Cuando la Bruja muere, la hija hereda su nombre y su negocio de curaciones y maleficios. Melchor apela a la mitología popular: “fue la época en que la gente empezó a ver al animal volador que por las noches perseguía a los hombres… las garras abiertas para herirlos, o tal vez para llevárselos volando hasta el infierno, los ojos del animal iluminados por un fuego espantoso”. La mirada temerosa y ávida del pueblo le atribuye poderes oscuros, actos inmundos y sexualidad ilimitada. En un mundo de prostíbulos y cantinas, donde los destinos se repiten impera el odio. Una suerte de anti-Macondo, que recuerda a Lugar sin límites de José Donoso. La tragedia flota en el ambiente: “Dicen que la plaza anda caliente, que ya no tardan en mandar a los marinos a poner orden en la comarca. Dicen que el calor está volviendo loca a la gente… Que la temporada de huracanes se viene fuerte”

La novela arma un mundo de madres prostitutas, machos frustrados, adolescentes carentes, niños desamparados y una bruja de garras mugrosas: “vestida con su túnica negra, y el velo torcido a la luz del día, en la cocina revuelta, con el caldero volcado y el piso mugroso y salpicado de sangre seca, no bastaba para disimular los moretones que le inflaban los parpados, las costras que partían la boca y las cejas tupidas”. Si en las primeras páginas el crimen de la hechicera parece un feminicidio, el cadáver pone en escena un violento acto de homofobia.

En ese mundo de tormentas dominada por la violencia del hombre y la naturaleza lo único que cabe es agarrarse de las palabras del abuelo: “lo oscuro no dura para siempre”.

© LA GACETA

Carmen Perilli

Perfil

Fernanda Melchor nació en Veracruz, México, en 1982. Estudió periodismo en la Universidad Veracruzana. Es autora de Mi Veracruz (infantil), Aquí no es Miami (crónicas) y Falsa Liebre (2013). Publicó relatos en Excélsior, Milenio, Vice, Le Monde Diplomatique, GQ y El Malpensante, entre otras publicaciones. Ganó, entre otros galardones, el Pen Club, el Premio Estatal de Periodismo Rubén Pabello Acosta, el Casa de Letras, en Anna Seghers y el Casa de las Culturas del Mundo. En 2020 es finalista del Booker Internacional por Temporada de huracanes.

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