Ya no somos los mismos: ¿cómo impactó la pandemia y la cuarentena en nosotros?

La psicóloga Araceli Vázquez afirma que personas que no tenían psicopatologías empezaron a presentar síntomas a través de crisis de angustias o trastorno del sueño.

24 Jul 2020
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FOTO ILUSTRATIVA. ARCHIVO LA GACETA

En sus reflexiones psicológicas, Darío Sztajnszrajber asegura que la pandemia puso al hombre frente a frente con la finitud y la conciencia de que en el fondo, hagamos lo que hagamos “hay una incertidumbre, que nos embarga”.

Desde el 20 de marzo, la vida de los argentinos cambió. El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), decretado por el Gobierno Nacional, marcó un antes y un después. Si bien, en provincias como Salta la situación epidemiológica permitió flexibilizar actividades comerciales y deportivas, la “nueva normalidad” sigue imponiendo ciertas regulaciones que afectan de una u otra manera a la población.

“Las personas están viviendo el aquí, el ahora por la incertidumbre que esto genera”, asegura la psicóloga Araceli Vázquez (MN. 71865) en relación al impacto que genera la pandemia y la cuarentena.

En diálogo con LA GACETA, la profesional destacó que en personas con psicopatologías, como los trastornos alimentarios, los síntomas se intensificaron a raíz de esta situación y también se registró un aumento de denuncias por violencia familiar.

“El que no tenía psicopatologías empezó a tener síntomas representados en crisis de angustias, trastorno del sueño o consumo de bebidas alcohólicas”, destaca Vázquez.

La especialista señala además que ante la incertidumbre que genera el confinamiento y no saber cuándo volverá todo a la normalidad, las relaciones sociales también cambiaron. “Se retoman vínculos del pasado y a nivel de parejas hay separaciones. Son a gran escala y también hay nuevas vinculaciones, en baja escala. La gente está viviendo el aquí y quiere vivir el presente con bienestar”, remarca.

La pandemia representa un desafío para todos y los psicólogos no quedaron al margen. Vázquez relata que además de capacitarse constantemente en relación a este contexto, también cambió el sentido de la “emergencia” y a raíz de esto un paciente en esa situación debe ser atendido y asistido en el momento.

¿Cómo repercute esto en los niños?

La suspensión de las clases de modo presencial y la virtualidad del aula generó cambios de hábitos y conductas entre los más chicos. La licenciada, especialista en Terapia del Arte APSRA, afirma que lo que más se está trabajando y llama la atención es la falla en los límites. “Hay falta de responsabilidad por el corrimiento en los horarios”, enfatiza.

“El no saber cuándo pueden volver a las escuelas genera trastornos de conducta porque ellos están en una etapa exploratoria y no pueden salir de sus casas”, detalla la psicóloga.

Para evitar estas cuestiones, Vázquez recomienda mantener los horarios y armar calendarios para mantener la disciplina, compartir actividades grupales con el núcleo familiar para desarrollar distintos aspectos de la convivencia y fijar objetivos que puedan alcanzarse para evitar frustraciones.

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