Mascotas: el cable a tierra emocional durante el aislamiento

Dueños de mascotas nos cuentan cómo ellas los ayudaron a pasar mejor los días de encierro. Qué dicen las investigaciones.

30 Jul 2020
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TUCUMÁN.- Los días parecían interminables para Eloísa. No imaginó, el 20 de marzo, que este sería el más duro otoño que le iba a tocar atravesar. A los 67 años, y viuda, quedó sola en su casa. Un televisor encendido, las videollamadas con sus nietos y una que otra visita de sus dos hijos no alcanzaban para calmar su ansiedad, sus temores y su tristeza. Una amiga le dijo: ¿y si adoptás un perrito? “Probemos”, contestó ella. Le llevaron una cachorra de tamaño mediano. “Yeny y yo nos volvimos inseparables. De repente, se volvió un motivo para levantarme cada mañana”, cuenta.

Para la familia Pérez de Nucci la cuestión fue puro azar. En un paseo que habían hecho a principios de marzo a Las Arquitas, los lugareños les contaron que estaban por sacrificar cuatro hembras que habían nacido recientemente. Decidieron traerse una de ellas (sus amigos, las otras). Con sus travesuras y su dulzura Melba les alegró la cuarentena, cuenta Armando Pérez de Nucci. La mascota fue rápidamente adoptada por su hija mayor, alumna universitaria, que pasó varios días de encierro estudiando y acompañada por Melba, que se subía a la mesa para estar más cerca.

Así nos ayudan

Nos invitan a tirarles una pelota. Se acercan para que les demos caricias. Se acurrucan muy cerca nuestro. Y esa presencia, aunque no tenga voz ni sonrisas, es una gran compañía. Para muchos, las mascotas se han convertido en un verdadero salvavidas emocional durante el confinamiento, alejando posibles situaciones de tristeza o depresión. Así lo reveló un estudio publicado el mes pasado por veterinarios de la Universidad de Barcelona. Entrevistaron a 1.300 personas: tres de cuatro dijeron que la presencia de su perro o gato los había ayudado a superar el encierro.

En Argentina, una encuesta realizada por Voices! durante la cuarentena mostró que seis de cada 10 dueños de mascotas declararon que la presencia de un perro en el hogar ayuda a mantener el tiempo ocupado, a relajar, a bajar la ansiedad y, además, brindan cariño.

La psicóloga Neby Romero, que realizó un trabajo que expone la relación entre el apego humano-mascota y el sentimiento de soledad (especialmente en la tercera edad), piensa que seguramente esto se acentuó durante el confinamiento.

EN UN PASEO. Armando Pérez de Nucci carga a Melba.

Romero detalló que los perros y gatos son un apoyo emocional muy importante para quienes están solos, según las entrevistas que ha realizado. “Además, una de las pocas salidas que se permitieron durante un momento de la cuarentena fue para sacar las mascotas a pasear, lo que significó un cable a tierra”, explicó la especialista a LA GACETA.

Esta realidad fue muy evidente para los veterinarios, que están en contacto con los animales y sus dueños. María Celeste Ratto sostiene que las mascotas fueron grandes aliadas en cuarentena. “Muchas personas al estar todo el día en la casa aprovecharon para pasar tiempo de calidad con sus mascotas”, comentó. “Tenemos el caso de una clienta de Jujuy, su familia vive allá y acá ella no conoce mucha gente. Y nos contaba que si no fuera por su gato lloraría todo el día. Siempre que estaba triste lo abrazaba fuerte y se refugiaba en él”, detalla.

Sólo verlos jugar, acariciarlos y atenderlos ayuda bastante a distraerse y a ser paciente ante las circunstancias. Donde viven chicos y adolescentes, la presencia de animales también fue muy importante. Por ejemplo, entretenerse con el perro o con el gato de casa los alejó un poco de las pantallas. Además, según los veterinarios, en el encierro se reforzó el rol de confidente de los animales.

Adopciones

“Las mascotas siempre ayudan a estar mejor anímicamente. Poder cuidarlas también nos hace sentir importantes”, sostiene la veterinaria Rosandra Molina. “Escuché a muchos clientes decir que su perro o gato fue esencial en esta cuarentena. También esto se reflejó en una mayor adopción de animales callejeros. Si bien al principio hubo más abandonos, porque la gente pensaba que podían transmitir el coronavirus, a partir de junio hemos regalado muchos perritos. La gente nos está pidiendo un montón de cachorros”, cuenta la reconocida rescatista.

LO SACÓ DE LA CALLE. Rodolfo Arrieta posa con Dante.

Las cuarentenas a nivel mundial provocaron una fiebre por acoger mascotas. En Canadá, por ejemplo, hasta tuvieron que habilitar un proceso de adopción en línea. En Argentina muchas ONG notaron que quienes viven solos se replantearon la idea de adoptar un perro o un gato. La contracara de este aumento en las adopciones es la gran cantidad de animales que comenzaron a habitar las calles. Se estima que creció en un 50%, no sólo debido a los abandonos sino también porque muchos refugios no dan abasto o no cuentan con el espacio ni con los recursos para albergarlos. Es una situación crítica la que está atravesando la gran mayoría de las agrupaciones a lo largo y ancho del país.

Pensarlo bien

Carolina Sal, de la ONG De Patitas en la Calle, contó que la cuarentena dificultó mucho el trabajo que ellos venían haciendo en Tucumán. Por ejemplo, antes de entregar en adopción un animal, desde la agrupación se trasladaban hasta el domicilio del solicitante para chequear que todo estuviera bien.

“Hay muchos pedidos de adopción. Pero no quiere decir que los demos porque hay gente que pide y no está en condiciones de adoptar un animal. Es más, tuvimos más mensajes pidiendo ayuda para animales propios y mascotas que adoptaron o que compraron y ya no pueden mantener o cuidar por mudanza”, apuntó.

Muchas veces esto ocurre porque la soledad nos lleva a tomar ciertas decisiones equivocadas, dicen los especialistas consultados. Hay que tener mucha conciencia, en especial, en esta circunstancia que atravesamos, añade Sal. Porque cuando el aislamiento termine no todos tendrán el mismo tiempo disponible. O querrán resignar su espacio para encargarse de sus amigos de cuatro patas.

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