Inteligencia emprendedora dentro de las empresas

Por: Patricia Cerrizuela. Asesora de empresas, capacitadora y mentora de emprendedores.

Pasaron ya 4 meses desde que tuvimos que quedarnos en casa y la realidad cambió de un día para otro. Lo que no nos imaginamos es el camino que recorreríamos en estos casi 140 días, tanto como hoy no podemos proyectar lo que ocurrirá hacia adelante.  

La imposibilidad de planificar, de usar el pasado como referencia para predecir el futuro, de buscar experiencias que nos guíen y nos ayuden a tomar decisiones, nos pone de cara ante una situación de absoluta incertidumbre.

La incertidumbre es una variable que siempre está en juego en la vida de un emprendedor. Consciente o inconscientemente convive con ella y suele ocurrir que a medida que su emprendimiento se va consolidando y creciendo, se buscan recursos y herramientas para administrar esa incertidumbre y acotarla a lo mínimo posible.

Pero en este caso la pandemia no nos dio demasiado tiempo y tuvimos que actuar en el mientras tanto, potenciando la mentalidad emprendedora para enfrentar la crisis y subsistir, o en el mejor de los casos, detectar oportunidades y aprovecharlas para crecer.

¿Y ahora qué?

Por lo que fui observando en muchas empresas, el cambio más drástico no fue el de tener que trabajar desde casa, sino el cambio en la agenda, principalmente del dueño, o el gerente y su equipo de líderes. Dejando quizás lo que era importante en sus planificaciones por lo urgente para enfrentar esta crisis. Se cambió el foco al corto plazo, al día a día. De pronto esa necesidad de supervivencia te obliga a emprender dentro de la empresa, o a cambiar el modelo de negocio que ya tenías probado para adaptarlo a las nuevas circunstancias. Entendiendo, claro, que esto puede funcionar con mayor o menor facilidad dependiendo la industria y cómo la pandemia afecta ese sector.

“Se cambió el foco al corto plazo. De pronto esa necesidad de supervivencia te obliga a emprender dentro de la empresa”

Heidi Neck, profesora de Babson School, define esta capacidad como “Inteligencia Emprendedora”: el coraje de actuar en oportunidades que presentan altos niveles de incertidumbre. La inteligencia emprendedora, para Neck, es una suma de tres partes: Mentalidad, Oportunidad, Conexión:

Mentalidad: La mentalidad emprendedora busca agregar valor, generar soluciones que resuelvan necesidades o problemas. Implica mirar más allá, salir de la rutina de lo obvio, ser curiosos. En situaciones como ésta, hasta el empresario más consolidado, necesita conectarse con esa mentalidad emprendedora para poder pivotear su negocio, generar cambios en su estructura y en la manera en la que trabajaban.

Oportunidad: Quizás la frase más escuchada es “las crisis generan oportunidades”, pero esto es así para quienes están preparados, para aquellos que están alertas y las buscan observando el entorno, investigando, empatizando. O para quienes las crean: tomando acción, construyendo redes, aprendiendo, pivoteando, iterando.

Conexión: La conexión es clave. Porque cuando uno conecta con otros logra empatizar, puede ponerse en su lugar y detectar más fácilmente sus problemas o necesidades y actuar de manera emprendedora buscando una solución que agregue valor. Pero tan importante como conectar con otros es conectar con uno mismo, liderarnos y poder comunicar de manera clara y transparente las decisiones que se vayan tomando. Muchas de ellas no son fáciles, pero una manera de allanar ese camino es preguntarnos ¿Cuál es mi propósito? ¿Cuál es el “Por qué” de mi empresa? ¿Qué me gustaría que sienta y piense mi equipo, mis clientes, mis proveedores en esta situación?

“La inteligencia emprendedora es una suma de tres partes: Mentalidad, Oportunidad, Conexión”

IMAGEN DE PRENSA

Aprender, mirando para adelante…

Toda nuestra generación recordará este momento como un hito en nuestras vidas, así que lo aprovechemos para aprender y observemos qué están haciendo las empresas y los emprendedores que tuvieron capacidad de reacción en este tiempo, que actuaron con inteligencia emprendedora:

Liderar con foco en las personas: Priorizar al equipo, dándole seguridad y manteniéndolos informados de manera transparente y clara, para disminuir la ansiedad. Comunicar que uno está a cargo buscando el bienestar de todos.

Flexibilizar: Rediseñar la empresa, tanto en estructura física como en equipos de trabajo fue una las prioridades. Brindar seguridad y reducir costos al máximo están entre las primeras acciones de esta nueva agenda, haciendo foco en lo que verdaderamente agrega valor al cliente.

Generar negocios digitales: Para muchas empresas la transformación digital era un pendiente en su agenda y lo tuvieron que activar de manera urgente. La aceleración de la digitalización genera nuevas necesidades insatisfechas que abren oportunidades de negocios a explorar y experimentar rápidamente.

Asociatividad: Generar alianzas, unirse para compartir costos o recursos, trabajar en equipo para poder ofrecer propuestas de valor que se adapten a las nuevas necesidades puede ser clave para subsistir. Si no hay complementariedad va a ser muy compleja la supervivencia. Un ejemplo de esto es la creación de “The Micro Mask” una empresa que surgió de la unión de dos emprendedores, Tito Loizeau y Gastón Greco, usando las estructuras que tenían y ejecutando rápidamente. *

Emprender, por definición, implica visión, flexibilidad, riesgos y acción. Pero en este momento no sólo cambiaron las reglas de juego, cambió el juego. Por esto es necesario, para poder crear el futuro, buscar desaprender del pasado porque la forma en la que nos enseñaron a resolver problemas era para un mundo distinto. Hoy necesitamos un enfoque que se adapte a la incertidumbre y a los cambios de contexto y contenido, preparándonos para estar en el lugar adecuado el día después.

Uno no controla lo que sucede, pero sí cómo reacciona ante lo que nos sucede. Eso nos define. Pensemos cómo queremos ser recordados después de la pandemia y la oportunidad que nos da esta crisis histórica para dejar una huella desde nuestro rol de emprendedores, de empresarios y de personas.

*Podes escuchar una entrevista a Tito Loizeau en mi cuenta de Instagram, donde cuenta el caso de “The Micro Mask”.

* Patricia Cerrizuela es fundadora de Patricia Cerrizuela & Co, desde donde asesora a empresas, brinda capacitaciones y mentorea emprendedores. Hoy es su primera columna en LA GACETA y escribirá sobre emprendedurismo cada 15 días.

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