Patrimonio histórico: hallan un metro de cadena, y sería de la Vuelta de Obligado

Es el segmento más largo que se ha encontrado y está en el lugar indicado, dijo un investigador.

11 Ago 2020
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HISTORIA. Parte de las cadenas que bloquearon la flota anglofrancesa. telam

Son siete eslabones enlazados y se supone que formaban parte de aquellas cadenas que cortaron el río Paraná para impedir el paso de la flota anglofrancesa en la Batalla de la Vuelta de Obligado de 1845. Este trozo de cadena fue descubierto por un pescador a unos 50 metros del mogote que sujetaba estas defensas. Se trata del primer hallazgo in situ de este tipo de restos, explicó a Télam el arqueólogo Mariano Ramos, que está a cargo de las investigaciones.

El descubrimiento -que fue favorecido por la bajante histórica que experimenta el Paraná- comenzó a ser analizado científicamente ayer, como parte de la investigación interdisciplinaria acerca de la Batalla de la Vuelta de Obligado que lleva 20 años trabajando en el sitio, bajo la coordinación de Ramos.

Además de ser el segmento más largo encontrado, fue hallado en el lugar indicado, semienterrado en el borde del agua y a 50 metros de la reconstrucción del mogote original, con lo cual no se pierde la referencia contextual.

En 2013 otro pescador ya había encontrado seis eslabones que hacen un total de 70 centímetros y un grillete, pero no se tenía la referencia exacta del lugar de donde habían sido extraídos, de modo que podría tratarse de otra cadena.

“En ese caso no se pudo establecer si la cadena fue de las utilizadas en la batalla, porque el tipo de tecnología a la que corresponde, recién estaba apareciendo para 1845”, explicó Ramos.

A conciencia

El nuevo fragmento fue encontrado el pasado martes por el pescador Jorge López cuando amarraba su embarcación en la playa y vio lo que parecía ser una antigua cadena. Al tirar de ella quedaron al descubierto nuevos eslabones hasta que el peso del sedimento bajo el cual está enterrado uno de sus extremos, hizo imposible seguir la tarea.

Ramos destacó la importancia del hallazgo y de la conciencia ciudadana del pescador, que inmediatamente dio aviso a la Prefectura para que se resguarde el lugar.

El arqueólogo explicó que la cadena fue encontrada en el borde del agua y no descartó que puedan encontrarse un total de 50 metros de cadenas enterradas debajo del sedimento. Esas cadenas podrían cubrir una igual distancia que separa los eslabones dejados al descubierto por la bajante del Paraná con el mogote al cual habría estaba sujeto el otro extremo.

“Hipotéticamente formarían parte del sistema de corte del río, pero lo vamos a poder confirmar cuando evaluemos el lugar y lo confrontemos con esta hipótesis”, dijo Ramos.

Lo que se estudiará

Para ello se va a estudiar la distribución general de los objetos arqueológicos que forman parte de una estructura, contrastándola con el famoso plano de la batalla dibujado por el capitán inglés Sullivan, que da cuenta de la posición de las naves en el mediodía del 20 de noviembre de 1845.

También se analizará la tecnología de confección de las cadenas mediante un análisis visual y de laboratorio para poder datarlas.

“En esa época, los eslabones se hacían uno por uno con hierro fundido vertido sobre moldes, y cada eslabón se reforzaba con determinado tipo de uniones: en algunos casos te encontrás con un travesaño en el medio que se conoce como contrete -que impedía que la cadena se aplastara por el peso- y no constituía una sola pieza con el eslabón, sino que se lo unía por una actividad de herrería”, explicó el experto.

El trabajo de campo realizado en este yacimiento por el programa de Arqueología, Historia y Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de Luján que dirige Ramos ha permitido determinar la ubicación de la mayoría de las estructuras militares defensivas montadas por orden del comandante Lucio Mansilla en la costa derecha del Río Paraná.

Así, ha podido establecerse dónde estaban tres de las cuatro baterías de cañones, el campamento, el hospital de campaña, el terraplén, el depósito de municiones y uno de los mogotes de tierra y hierro donde se engancharon las tres hileras de cadenas montadas sobre 24 barcazas con las que se intentó impedir que la flota enemiga remontara el Paraná.

La historia

Se conoce como combate de la Vuelta de Obligado a la batalla terrestre y naval librada en 1845 entre la Confederación Argentina y una alianza anglofrancesa, que se conmemora cada 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional.

El origen de este enfrentamiento -el primero de los que conforman la “Guerra del Paraná” (1845-1846)-, hay que buscarlo en la decisión del gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas de prohibir la libre navegación de los ríos interiores a todo país extranjero, lo que generó inmediata reacción de las potencias europeas.

Tras el fracaso de la vía diplomática, una flota anglofrancesa ingresó al Paraná y fue interceptada por las tropas confederadas a la altura de la Vuelta de Obligado, a 18 kilómetros de San Pedro.

Confirmar que se trata de parte de las cadenas de esta gesta, “sería una buena manera de coronar 20 años de investigaciones”, dice Ramos. Su idea es “dejarlas en el lugar y, en lo posible, exhibirlas como parte del sitio arqueológico”.

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