Cómo alimentarnos en cuarentena sin excesos ni privaciones

Las claves: consultar un especialista, rutina, actividades gratificantes y compras inteligentes.

12 Sep 2020
1

PLANIFICAR. Un menú semanal ayuda a organizar compras sin tentaciones.

En chino, la palabra crisis está formada por dos caracteres: el primero significa peligro y el segundo, oportunidad. “Y en este momento tan particular que estamos viviendo, la crisis puede dar lugar a sentimientos de incertidumbre, temor y preocupación, pero también generar cambios significativos en nuestra rutina”, destaca a Télam, apropósito de la pandemia, Marina B. González, profesora de Psicología y alimentación de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, y destaca que uno de esos posibles cambios tiene que ver con la alimentación.

“Tomar medidas drásticas respecto de cómo comemos no es bueno. Es importante buscar un equilibrio entre el desborde y la sobreexigencia”, agrega.

¿Cómo lograrlo?

Lo primero, antes de implicarse en cualquier tipo de decisión alimentaria, es consultar un profesional, para evitar caer en propuestas ‘mágicas’ o ‘facilistas’.

Y a partir de allí hay que destacar la importancia de preservar rutinas: “necesitamos horarios para trabajar, para el ocio, para dormir y para comer. La rutina nos ayuda a organizarnos y a conectarnos con cada momento. Que nuestra mente y cuerpo se dediquen, en ese momento, a esa actividad que estamos llevando a cabo, las otras vendrán después, en sus respectivos horarios”, resalta y explica que eso nos llevará a comer de manera consciente.

“Es muy frecuente comer mientras hacemos otras cosas, o pensamos en otras cosas. Comer de manera consciente propone conectarse con el momento presente; ser activos en la manera de alimentarse; prestar más atención a lo que se come, en qué cantidades y en qué variedad -agrega-. Eso además fomenta el autoconocimiento y la autorregulación”.

Ansiedad y compras

En el momento que estamos viviendo -señala- mucha gente come porque se siente ansiosa y no porque tiene hambre. “La ansiedad puede incrementarse significativamente como respuesta a las múltiples incertidumbres y preocupaciones propias de una circunstancia que no hemos atravesado antes y para la cual no estábamos preparados -resalta-. Comer puede tener, entonces, un objetivo emocional, volverse un acto ‘tranquilizador’ o ‘gratificante’. Pero esa sensación es efímera y no resuelve las necesidades emocionales”.

Propone, entonces, buscar actividades que resulten agradables, hacer aquello que para cada uno sea gratificante, así, la mente estará ocupada en algo que no sea comida. “Además, aumenta la posibilidad de obtener el bienestar emocional que se está buscando”, agrega.

Otra manera de hacer bien las cosas es lo que llama “compra inteligente”: lo que elegimos cuando compramos define la alimentación que vamos a tener. “Por ello es muy importante pensar, antes de ir a comprar, qué vamos a necesitar; anticipar posibles platos y armar un listado, que evite la elección de productos al azar y nos ayude a seleccionar lo que nos permita una alimentación variada y rica en nutrientes”, aconseja.

Cuidarse sin sobreexigir

“Estamos viviendo un momento que puede ser difícil, para el cual no estábamos preparados, y en el que estamos intentando hacer lo mejor que podemos. Es muy importante no sobreexigirse, pero si cuidarse. Por eso, al pensar en la alimentación, es recomendable no tomar medidas drásticas sino intentar buscar un equilibrio, sin desbordarnos ni privarnos”, resume la experta.

Comentarios