El salteño que conquistó el mundo con su diseño dijo que este trabajo "toca las emociones"

Francisco Gómez Paz contó cómo es Eutopía, la silla fabricada en Salta que compitió al nivel de productos industriales de elite y ganó el mayor galardón.

15 Sep 2020
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Foto de instagram @gomezpaz

Francisco Gómez Paz es el diseñador industrial salteño que ganó el prestigioso premio internacional Compasso d’ Oro, con su silla “Eutopía” de menos de dos kilos. El salteño se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba, y en  1998 se mudó a Milán y completó sus estudios para obtener una maestría en la Domus Academy.

Su producto ganó el premio Compasso d’ oro 2020 en la categoría “Diseño para el Habitar”. Se trata de un concurso de diseño industrial que se realiza desde 1950, cada dos años: un grupo de expertos, críticos, periodistas y empresarios (150 en total) va eligiendo algunos diseños que se produjeron en ese período de dos años. Los elegidos se publican en un libro llamado Index (para el que Eutopía había sido seleccionada) y finalmente viene la premiación en donde se entregan 18 Compassos d’ Oro. “Que Eutopía estuviera en Index ya era una alegría enorme” reconoció Francisco. 

Eutopía Chair, de Francisco Gómez Paz

Francisco ya había recibido varios premios internacionales por sus diseños, como el Good Design Award 2010, el Premio Red Dot en 2010 y 2016 y también el máximo galardón en diseño como lo es el Compasso d’Oro 2011, con una lámpara llamada ‘Hope’. Sin embargo, este 2020 y en medio de la pandemia, un nuevo Compasso d’ Oro con el diseño de su última silla lo tomó por sorpresa.

“Cuando estaba estudiando jamás me imaginé que algo así me podía llegar a pasar” contó el salteño a LA GACETA. “A los 35 años gané el Compasso d’ Oro con la lámpara ‘Hope’, que hice para una empresa italiana muy importante, y fue una de las alegrías más lindas de mi vida. Pero lo que nunca esperé ni en el mejor de mis sueños era ganarlo con algo diseñado y fabricado en Salta, en Argentina o en Sudamérica. Para mí era literalmente imposible por muchos motivos: porque es un premio muy importante, que se da generalmente a empresas muy grandes, con millones de dólares facturados y centros de desarrollo muy grandes, con las mejores cabezas trabajando para ellos. Entonces ganar con algo  hecho casi independientemente, tan en solitario, fue una cosa de locos” relató, emocionado.

 “Lo que hace a Eutopía único e histórico es que es la primera vez que un producto que viene de otra lógica industrial (la llamada 4.0), usando tecnologías flexibles, un poco underground (que vienen más de la revolución ‘maker’), logra competir con productos que vienen del filo industrial estándar, y ganarles. Esto es señal de un futuro donde  el individuo pueda llegar a tener un potencial de creación parecido a los grandes sistemas y eso es muy interesante” dijo el diseñador respecto a la composición de su silla de 1800 gramos.

Al mismo tiempo, destacó que las características proyectuales del objeto lo hacen igual o mejor que otros productos hechos industrialmente por su visión ecológica tan profunda, (usando materiales totalmente reciclables: sólo madera) y su peso casi mágico de 1800 gramos en comparación con cualquier silla. “Siempre el peso de la silla mide la calidad estructural del proyecto” aclaró Gómez Paz. “Y algo que la distingue es su estética: quien no sabe toda esta historia por detrás, igual la ve, le gusta y la quiere tener. Toca parte de sus emociones y eso también es muy importante” ratificó.

El salteño contó a LA GACETA lo engorroso que resultó viajar a recibir el galardón en medio de una pandemia que recién comenzaba. “Hice Salta-Buenos Aires en auto, con los pasos de las provincias bloqueados por el coronavirus. En Santiago del Estero me pegaron unas fajas en el auto para que no me bajara. Pero llegué a Buenos Aires, estuve allí dos días y volé a Madrid y después a Milán: la emoción fue muy grande” relató.

Además, el creador se refirió a su trabajo de todos los días. “Es muy bonito, lo disfruto mucho. A eso de las 9 de la mañana voy a mi taller, hago prototipos y empiezo a probarlos, juego con ellos cambiándolos una y otra vez. Y en algún momento del día hago la parte administrativa, que es lo que menos me gusta: responder mensajes, mails y etcétera” dijo.

El mensaje que dejó a los estudiantes de diseño industrial es que aprovechen los tiempos que les toca vivir porque nunca la información estuvo tan al alcance de las personas,  ni el “hacer” estuvo tan cerca del individuo. “El diseño industrial tiene que acercarse profundamente al hacer, hasta a un nivel personal, como lo hice yo en el ejemplo de Eutopía. Yo trabajo con empresas y a veces esos canales son muy difíciles de alcanzar para los jóvenes. En cambio, si uno mismo puede producir con calidad gracias a las nuevas tecnologías, puede contar su historia casi en modo independiente y eso seguro le abre alguna puerta. También les aconsejaría que nunca dejen de ser curiosos, que para ser un buen proyectista nunca hay que dejar de soñar” concluyó.

¿Cómo es Eutopía, la mejor silla del mundo?

Eutopía es una silla extremadamente robusta  (soporta 100 kg) y sorprendentemente ligera: pesa 1.8 kg. La silla pone en jaque discursos actuales sobre cómo se vincula lo artesanal y tradicional, con las nuevas tecnologías. La propuesta busca saltear grandes conglomerados de fabricación industrializada y sistemática, y que pueda ser fabricada en pequeños talleres locales y regionales, tratando de responder a necesidades y realidades de la escala de su territorio de origen.  Tiene sólo encastres pegados con cola, no lleva clavos ni tornillos. Está fabricada con paneles multilaminados de madera Paulownia (Kiri): una madera suave, de grano fino, resistente a la deformación y cuyo árbol es de rápido crecimiento y un gran absorbente de contaminantes.

Para su realización, se utilizan herramientas como CNCs, impresión 3D y carpintería tradicional, logrando un producto cercano y realizable, pero de altísimo valor teórico y compositivo.

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