Los equipos argentinos y un reencuentro con la “vieja normalidad” de la Libertadores

Hasta que se pueda volver a la cancha el fútbol seguirá estando incompleto. Partidos en los que el silencio de fondo es tal que se puede escuchar con claridad el toque de la pelota siguen teniendo un gusto raro al paladar. Sin embargo, el regreso de la Copa Libertadores resulta un bálsamo para la abstinencia de un país tan apasionado por el fútbol que hasta el receso de los veranos se hace eterno. Es recuperar un pedacito de la “vieja normalidad” en este nuevo y raro contexto.

La situación epidemiológica en Sudamérica sigue siendo preocupante y el riesgo para los jugadores y demás actores es mucho más alto que cuando se decidió parar, pero el negocio del fútbol no puede seguir esperando.

La reanudación de la fase de grupos de la Libertadores será no sólo la continuación de una competencia interrumpida, sino el campo de pruebas para comprobar la efectividad de las medidas sanitarias establecidas por Conmebol y evaluar así el escenario para el inicio de las Eliminatorias, confirmado ya para octubre. También será un tubo de ensayo para la propia AFA, ansiosa por largar la nueva Liga Profesional a mediados de octubre, previa autorización del Gobierno nacional.

Los equipos argentinos llegan con clara desventaja respecto del resto, por ser los últimos autorizados a entrenarse bajo protocolos, pero sin la posibilidad de disputar partidos oficiales o siquiera amistosos de preparación. Habrá que ver cómo impactan los seis meses de inactividad en el físico de los futbolistas, que llegarán cuando menos faltos de ritmo.

Será una jornada para pasarse horas frente al televisor. El primero en salir a la cancha será Racing, que a partir de las 17 recibirá a Nacional de Uruguay. El ganador de este encuentro quedará como líder del grupo F.

A las 19 será el turno de River. Sin acción tras 189 días, deberá visitar a un San Pablo que ya suma 10 partidos de rodaje en el Brasileirao. El “Millonario”, ya sin Juan Fernando Quintero y con Milton Casco afuera por positivo de covid-19, apostará por la dupla ofensiva Matías Suárez-Rafael Santos Borré. En caso de ganar, River alcanzará a Liga de Quito como líder del grupo D.

A la misma hora lo hará Defensa y Justicia, que tras haber perdido sus dos primeros partidos, intentará sumar sus primeros tres puntos recibiendo a Delfín, de Ecuador.

A las 21, el que entrará en escena es Boca. Después del tironeo con Libertad y el Ministerio de Salud paraguayo, finalmente al chárter “xeneize” no subió nadie que haya dado positivo en los últimos testeos. Ante la ausencia de Miguel Russo, que no viajó por ser paciente de riesgo, el que estará dando instrucciones en el banco es Leandro Somoza.

Tigre cerrará el día a partir de las 23, visitando a Guaraní. El conjunto dirigido por Néstor Gorosito necesita sumar tras haber perdido los dos primeros partidos, frente a Palmeiras y Bolívar, por lo que marcha último en el grupo.