El dólar "es el problema más grave que tiene nuestro país", según Fernández de Kirchner

La Vicepresidenta analizó la situación que atraviesa Argentina, a 10 años de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

26 Oct 2020
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TITULAR DEL SENADO. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. REUTERS

Mañana se cumplirán 10 años de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner y su esposa, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, publicó un texto al respecto en su página web.

"Cuando Néstor asumió la presidencia en el 2003, el país había sufrido, dos años antes, una crisis sin precedentes hasta ese momento", repasó. "Pero nadie esperaba, ni siquiera podía imaginar, lo que iba a venir apenas unos meses después", dijo.

Más adelante, se refirió a la asunción de Alberto Fernández en la Presidencia: "en diciembre del año pasado asumimos después de cuatro años de gobierno de Mauricio Macri y nos encontramos otra vez con un nuevo derrumbe. Cuatro años en los que se volvió a endeudar al país a límites insostenibles, con el retorno del FMI a la Argentina que le sumó a la deuda de los privados 44 mil millones de dólares más. Cuatro años de tarifazos impagables en los servicios públicos, cierre masivo de PyMES, pérdida del salario y jubilaciones, etc.". 

"Pero lo peor estaba por venir: en los primeros meses del 2020 devino un hecho inédito, impensado e inimaginable. Ni siquiera fue un cisne negro,  sino una pandemia incontrolable que no tendrá cauce -como lo comprobamos a diario en todo el planeta- hasta el surgimiento de una vacuna o de un tratamiento", siguió. 

Fernández de Kirchner habló, entonces, sobre las críticas que recibe el Presidente: "lo castigan como si tuviera las mismas formas que tanto me criticaron durante años. A esta altura ya resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas. En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó. Es notable, sobre todo en el empresariado argentino, el prejuicio antiperonista". 

Comparó también a quienes afirman que “Alberto no gobierna, la que decide todo es Cristina” con lo que sucedió con Kirchner y Eduardo Duhalde.

"El sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno. Es el que saca, pone o mantiene funcionarios. Es el que fija las políticas públicas. Podrá gustarte o no quien esté en la Casa Rosada. Puede ser Menem, De La Rúa, Duhalde o Kirchner. Pero no es fácticamente posible que prime la opinión de cualquier otra persona que no sea la del Presidente a la hora de las decisiones", sostuvo.

"En la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale que intereses lo o la mueven", continuó. 

En cuanto a la Justicia, Fernández de Kirchner aseguró que "lo único que queremos es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios". Y acusó al gobierno macrista de "llevarse puesto" el Estado de Derecho: "con la articulación de sectores del Poder Judicial, los medios de comunicación hegemónicos y distintas agencias del Estado, durante el gobierno macrista se perpetró una persecución sin precedentes contra mi persona, mi familia y contra muchos dirigentes de nuestro espacio político". 

Lo económico

"Cuando terminé mi gestión el 10 de diciembre de 2015 la Argentina estaba desendeudada, el FMI al que le debíamos desde el año 1957 era sólo un recuerdo de los mayores de 21 años, los pagos de la deuda reestrcturada en el 2005 y en el 2010 se llevaban a cabo con normalidad y sin recurrir a nuevo endeudamiento y el perfil de vencimientos para los años subsiguientes era más que sostenible. La desocupación era del 5,9%, los salarios y las jubilaciones -tomadas en dólares- eran las más altas de América Latina y la cobertura previsional había superado con creces el 90% de la población. La inflación, medida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no superaba el 25% anual", dijo.

"Sin embargo, la restricción externa -léase: escasez de dólares o excesiva demanda de dicha moneda; según como se mire- que apareció luego de haber soportado seis corridas cambiarias motivó la regulación cambiaria que los medios hegemónicos bautizaron 'cepo'. Dicha regulación establecía un tope para la compra de dólares para ahorro que era de USD2.500 por mes. Si la analizamos con perspectiva, la restricción no sólo era razonable, sino que daba cuenta del nivel del poder adquisitivo de ciertos salarios de la época. Muchos compraban dólares y muchos compraban el tope mensual. ¿Quién podría hoy acceder a esos USD2.500 para ahorrar mes a mes? Casi nadie. Sin embargo, por haber establecido dicha restricción cambiaria, nuestro gobierno fue atacado día a día por los medios hegemónicos", agregó.

Luego se refirió al gobierno de Macri y a su política económica: "terminó su mandato con una deuda impagable, con el FMI instalado otra vez en nuestro país, con una desocupación rondando los dos dígitos, con salarios y jubilaciones por el piso, con tarifas dolarizadas e impagables y con una inflación muy superior al 50%". Y resaltó que "endeudó a la Argentina como nunca nadie lo había hecho antes". 

Según la Vicepresidenta, "Argentina es el único país con una economía bimonetaria: se utiliza el peso argentino que el país emite para las transacciones cotidianas y el dólar estadounidense que el país -obviamente- no emite, como moneda de ahorro y para determinadas transacciones como las que tienen lugar en el mercado inmobiliario. ¿Alguien puede pensar seriamente que la economía de un país pueda funcionar con normalidad de esa manera?".

"El problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla", analizó.

Por último, agradeció "a cada uno de los argentinos y las argentinas, las muestras de reconocimiento, cariño y amor hacia quien fuera mi compañero de vida. Y especialmente a Alberto, tanto por la decisión de repatriar la figura de bronce de Néstor que alguna vez emplazamos en la sede de la UNASUR en Quito, allí en la exacta mitad del mundo, como la de su nuevo emplazamiento en el hall del Centro Cultural Kirchner. Sinceramente, es una caricia al alma". 

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