Salta, entre las cinco provincias con mayor mortalidad infantil del país

Un informe sobre el "Gasto Público" marca que las gestiones salteñas invierten más que las de otras provincias, pero aún así las muertes están por arriba de la media nacional.

26 Oct 2020
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Pese a haber incrementado el gasto en salud pública este año y a la creación del Ministerio de Primera Infancia, destinado a luchar contra la desnutrición infantil en la provincia durante la gestión de Juan Manuel Urtubey, Salta sigue estando entre las cinco provincias con mayor tasa de mortalidad infantil (en adelante TMI)  del país. Su tasa, del 10%, supera la media nacional: 8.8%

El dato pertenece a un informe del “Observatorio del Gasto  Público”, que dio a conocer la Fundación Federalismo y Libertad. El estudio es mucho más profundo y hace hincapié en la relación entre gasto público en Salud y la eficiencia, que se debería plasmar justamente en los indicadores de TMI.

“La salud es un servicio esencial para la población y es por esto que el gasto público influye en las condiciones de vida. Para medir el impacto de este gasto se puede considerar como variable  a la tasa de mortalidad infantil, que es un buen indicador del nivel de la Salud Pública”, señala el trabajo.

El sentido común dice que mayor inversión debería traducirse en una menor tasa de mortalidad infantil. Pero esto no pasa con Salta. La gestión de Gustavo Sáenz destinó el 15.3% de su presupuesto 2020 al área de Salud y esto la posiciona entre las 8 provincias que más le dedican al área. Formosa encabeza  esta área (28,8% de su presupuesto), le sigue San Luis (22,4%, Chaco (18,0%), Mendoza 17,9%, Catamarca 16,5%, Misiones (16,2%). Buenos Aires sólo destina 6,5% y es la del peor indicador. El promedio del NOA es 14.5%

¿Por qué si Salta está entre las que más invierte, no logra salir de las provincias con peores índices?

El informe evalúa la variable de la eficiencia en el gasto: gastar mucho no es lo mismo que gastar bien. Y es una de las variables en las que el gobierno provincial falla. Aunque no es la única variable.  

“La tasa de mortalidad infantil refleja varias aristas de un problema social complejo. La salud de la madre, las condiciones de vida de la familia, las condiciones de la vivienda, el nivel socioeconómico, el grado de escolaridad alcanzado por los padres, son algunas de las variables que pueden influir en la TMI. El nivel de pobreza de las personas resume muchas de estas variables datos del Indec de hace un año mostraban que el 37,7% de la población de Salta estaba por debajo de la línea de pobreza. Salta también estaba entre las cinco provincias más pobres, exactamente el mismo lugar que en TMI.

“En todos los casos, un mayor nivel de gasto no garantiza el cumplimento de los objetivos; el foco debe estar puesto en la ejecución y los resultados. Un buen sistema de salud es el que obtiene los mejores resultados para su población y no el que asigne una partida presupuestaria mayor”, señala la ONG.

Otros factores

En la Argentina hay 700 mil nacimientos por año. El 16% proviene de madres adolescentes de entre 15 y 19 años. En algunos municipios de Salta, como Morillo, el 34,61% de las embarazadas son menores de 19 años. El porcentaje más bajo en otras zonas ronda al 19.08%, aun así muy por encima de la media nacional.

Estos datos surgen de un informe publicado por la Auditoría General de la Provincia. “El elevado porcentaje de adolescentes embarazadas pone en evidencia la ineficiencia del programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y el incumplimiento de las directrices desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud, para la prevención de los embarazos precoces. Mayores riesgos de vulnerabilidad socioeconómica y mayores riesgos del embarazo y parto”, dice el informe.

LA GACETA difundió varios informes de auditoría a hospitales públicos, todos con un denominador común: ningún nosocomio cumplió las metas de control prenatal. Los profesionales médicos debían brindar contenido educativo para la salud de la madre, la familia y la crianza; prevenir, diagnosticar y tratar las complicaciones del embarazo; vigilar el crecimiento y vitalidad del feto; detectar y tratar enfermedades maternas clínicas y subclínicas; aliviar molestias y síntomas asociados al embarazo y preparar a la embarazada física y psíquicamente para el nacimiento.

El control prenatal es fundamental. Por esto los agentes sanitarios debían ocuparse de concretar los controles médicos, de enfermería, laboratorio, odontología y nutrición. El gran problema detectado en el informe es que el Estado deja totalmente solas a estas embarazadas.

En una planilla de Excel, el porcentaje de plata destinado a la Salud pública se ve bien; pero está lejos de plasmarse en la realidad.

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