Sophía Loren protagoniza el filme “La vida por delante”

La estrella italiana es dirigida por su hijo Edoardo Ponti en la producción que llega a Netflix. Amazon trae una siniestra historia en el sur de Chile.

13 Nov 2020
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DIFERENTES PERO AMIGOS. Momo, el inmigrante senegalés, es protegido por Madame Rosa, el personaje interpretado por la italiana Sophia Loren.

Hace décadas, alcanzar el estatus de ícono estaba reservado para pocas estrellas. Desde la devastada Italia de la posguerra surgió una luminaria cuya belleza y talento la llevó al podio de su época.

Sophia Loren es unánimemente reconocida como una de las mujeres más bellas que lució la gran pantalla en toda la historia. Nació en 1936, y a los 24 años fue la primera artista que ganó el Oscar a la actuación por una película no hablada en inglés, “Dos mujeres”. En 1990 obtuvo el segundo premio de la Academia, esta vez honorífico por toda su carrera. Pero todavía tenía páginas por escribir.

A los 86 años, protagoniza el drama “La vida por delante” (en algunas informaciones se anuncia que el título será “La vida ante sí”), que desde hoy podrá verse por Netflix. Actúa bajo la dirección de su hijo Edoardo Ponti, el segundo que tuvo de su larga relación con el también director de cine Carlo Ponti, que comenzó cuando ella era aún menor de edad.

La producción es la remake de “Madame Rosa”, el filme de 1977 con Simone Signoret en el papel principal y que se alzó con el Oscar a mejor película en idioma extranjero. La base argumental parte del libro de Romain Gary, que se publicó bajo el seudónimo de Émile Ajar, y gira alrededor de la historia una sobreviviente judía del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial.

Al término del conflicto, la protagonista se ofrece para cuidar hijos de prostitutas y termina dando cobijo al adolescente negro Momo (interpretado por Ibrahima Gueye), que es un inmigrante ilegal de Senegal e intentó asaltarla en la calle. Pese a las profundas diferencias culturales y sociales, entre ambos termina construyéndose una profunda relación de compañía y amistad.

Es la segunda vez en la década que Loren sale de su retiro en Suiza, y ambas de la mano de su hijo. La anterior fue hace seis años, cuando filmó el cortometraje “La voz humana”, sobre un monólogo teatral de Jean Cocteau.

“No podría estar más contenta de trabajar con Netflix en una película tan especial. A lo largo de mi carrera, trabajé con los estudios más importantes, pero puedo decir con seguridad que ninguno de ellos tenía el nivel de alcance y diversidad cultural que tiene esta productora”, se pronunció la diva en un comunicado escrito mientras estaba filmando.

El cambio de las reglas para otorgar el Oscar, que ahora admite que los filmes candidatos a estatuillas sean estrenados en plataformas de streaming y suprime la exigencia de que lleguen a las salas de cine, han disparado ya las apuestas que, sin ver la producción, instalan a Loren en las nominaciones a mejor actriz.

Dignidad

En la lucha por la audiencia entre las plataformas on demand, Amazon Prime Video lanzará hoy los ocho capítulos de “Dignidad”, la serie chilena ambientada en el sur de ese país, donde funcionó la siniestra Colonia Dignidad, fundada por el exsoldado nazi, el desaparecido Paul Schäfer, y que sirvió de campo de concentración política durante la dictadura de Augusto Pinochet, y que luego siguió funcionando como un espacio represivo y siniestro, donde ocurrían numerosos abusos sexuales dentro de un culto secreto.

La propuesta inspitrada en hechos reales describe la búsqueda de justicia por parte de un joven abogado, quien quiere demostrar lo ocurrido en el lugar y el castigo a los culpables. El elenco está integrado, entre otros, por Götz Otto, Devid Striesow, Nils Rovira-Muñoz, Marcel Rodríguez y Jennifer Ulrich, con la dirección del chileno Julio Jorquera.

“Estos son temas muy sensibles para nosotros. Es una manera de que estas cosas no se olviden y no se vuelvan a repetir. El mérito de enfocarlos tiene que ver con rememorar para que estas cosas no vuelvan a suceder”, afirmó el director al justificar su proyecto en diálogo con Télam.

Jorquera agregó: “el mayor desafío fue poder entender este lugar y cómo operaba, porque uno puede tener una opinión y sesgar el relato; como realizador, se tiene que tratar de entender a los diferentes personajes, de alguna manera quererlos”. “Y cuesta sentir alguna empatía por un personaje como Schäfer; esa fue una gran dificultad. Él siempre se aprovechó de los momentos históricos. En Alemania lo hizo después de la Segunda Guerra Mundial en una zona empobrecida; y en Chile, lo mismo para disfrazar sus propios intereses”, agregó.

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