“Estamos condenados a elegir”, según el filósofo Sztajnszrajber
Se presenta esta noche en Salta: “Desencajados”, un show de filosofía y buena música. Su protagonista habló de política, la tele y su espectáculo.
Darío Sztajnszrajber. Foto La Gaceta
Por segunda
vez, el filósofo Darío Sztajnszrajber llega a Salta con “Desencajados”, un espectáculo que
propone “la demolición de las formas en que pensamos y vivimos”, según su
propia descripción. En diálogo con LA GACETA, habló sobre la democracia, la
farandulización de la política y la “condena” de elegir.
Nuevamente en Salta con Desencajados… ¿de qué
se trata esta vez?
¡Sí! Nos fue muy bien hace dos años con una gira por Jujuy y Salta y la verdad que la experiencia aquí fue increíble. Además, en estos dos años recibí por las redes sociales muchos comentarios de gente que ansiaba con que volviéramos, porque es un espectáculo para ver más de una vez. Y esta vez tiene la particularidad de que está bastante cambiado. El show tiene cuadros teatrales donde voy planeando una deconstrucción de los grandes temas existenciales siempre desde el punto de vista del desencaje (de ahí el título), de la demolición de las formas en que pensamos y vivimos esos temas cotidianamente.
¿Hablás de filosofía en un lenguaje más llano,
alejada de los claustros… como en tu programa de televisión?
Lo que hago
es recuperar la experiencia docente. En todos los proyectos que voy trabajando
en la divulgación de la filosofía en los medios, nunca renuncio a lo que fue mi
tarea docente. Me parece que es una reivindicación del ese trabajo que permanentemente
busca miles de recursos para generar transferencia y que la enseñanza llegue. Y
en esa transferencia nos fuimos dando cuenta que también funcionaba en un
contexto más masivo. Esto es lo que traemos con “Desencajados”.
Por otro
lado, es incomprensible que la filosofía se la haya aislado tanto, siendo un saber
tan íntimo. Estamos acompañados todo el tiempo por esa reflexión permanente que
cuestiona nuestros fundamentos.
Viniste en plena campaña política. ¿Desde la
filosofía, de qué se trata elegir a un representante?
Obviamente estamos
condenados a elegir, en un sentido filosófico. Y desde un punto de vista más
metafísico: vivir es estar eligiendo. Cuando uno elige se decide por una
posibilidad y deja de lado otra. Es muy paradójica la libertad en ese sentido. La
elección que hacemos (que se supone es con suma libertad), en realidad no
podemos no hacerla. Entonces hay una coacción en algún punto.
En el caso de la política por suerte hemos optado por un sistema democrático que tiene, como todo sistema, sus problemas. La democracia es activa, se va puliendo a sí misma. Pero la democracia no se agota en un acto electoral, es un estilo de vida (...) Cada vez que elegimos tenemos siempre que volver a pensar que ese acto tiene consecuencias directas en las leyes que nos gobiernan, sea la elección de un gobernador, de un intendente o sea la elección en el centro de estudiantes.
Y en cuanto a la exposición de imagen de
algunos políticos en los medios, ¿qué piensa como filósofo y comunicador de
medios televisivos?
Vivimos
tiempos de una fuerte espectacularización de la vida cotidiana, donde cada vez
más los medios de comunicación van produciendo contextos, en los cuales los
personajes terminan entramados en el juego de ese guion previo que se supone
tienen que cumplir. Los programas hacen
lo que la lógica de la televisión indica, que básicamente es vender. La discusión
de plataformas políticas baja el rating.
También es
cierto que hay políticos que necesitan de esos programas para ser reconocidos de
manera más masiva. Lo que termina siendo un círculo vicioso, porque piensan que
están utilizando a esos programas y en realidad están siendo utilizados ellos.
Conclusión “Sztajnszrajber” sobre la
crisis política:
Creo que hay
una crisis profunda de una política tradicional y ha dado como emergente a la
antipolítica, que se presenta con el discurso que todos lo político es negativo,
todos los políticos roban. La retirada de la política da lugar al mercado como
única expresión.
Sabiendo
esto y lo que nos queda a los que creemos en lo político es una renovación
radical de la política. Hacer política rompiendo el paradigma, desde un lugar
completamente distinto y pueda combatir la antipolitica que en realidad es un enmascaramiento
de los sectores de privilegio tradicionales de nuestra sociedad que quieren
seguir ejerciendo su hegemonía.
NOTICIAS DE TUCUMAN
