Conocé al salteño que vio en la física su sentido social
Fue becado para estudiar en el Balseiro hace nueve años, está a punto de terminar su doctorado y en un mes hará investigación en una universidad de Estados Unidos.
A través de números, cálculos y relaciones, la Física puede
ser una gran herramienta para comprender comportamientos sociales. “No todo es
átomos y moléculas en la física”, destacó Damián Hernández, un joven salteño
que hace nueve años le encontró el “lado divertido” de esta disciplina y fue a
perfeccionarse al prestigioso Instituto Balseiro.
En diálogo con LA GACETA, Damián contó cómo las ciencias duras
pueden encantar al investigador y explicar ciertos comportamientos humanos.
Al finalizar la secundaria, decidió inscribirse en la
carrera de ingeniería de la UNSa pese a su predilección por las ciencias físicas. “¡Pero qué podía ganar un científico! La ingeniería,
me decían, tenía una mejor salida laborar”, expresó el físico, quien ya,
durante la adolescencia, se fascinaba por los juegos con incógnitas y los
acertijos que requerían resolución a través de lógicas.
El taller que
descubrió la pasión
A sus 21, en la misma universidad, el joven conoció al profesor
Daniel Córdoba, quien hace 14 años realiza un taller llamado “La física al
alcance de todos”. Desde allí, este docente no solo introduce a los estudiantes
en esta disciplina sino que hace de ésta una motivación de superación. Es más,
hace algunos años, el taller fue declarado de interés nacional por el Senado de
la Nación.
Damián, como muchos más salteños, fueron descubriendo en ese
taller su pasión por la física. No sólo se preparó con el “profe” Córdoba para
las Olimpiadas Nacionales de Física, sino que también se adiestró para obtener
una beca en el instituto más prestigioso de este país en la materia, “el
Balseiro”.
“Empecé a ver la física desde otra perspectiva. Te cambia la visión… Y me fui de la ingeniería”, recordó.
Ya en Bariloche…
Desde la ciudad emblema del turismo de Río Negro, Damián se
mostró agradecido con la vida y las posibilidades que le dio el país. “¡Yo no
tuve que poner un peso! Me pagaron para estudiar”, enfatizó el joven que a
través de una beca realizó la carrera de Licenciatura en Física, luego su
maestría y hasta el doctorado que en estos días lo está finalizando.
“Saliendo afuera uno se da cuenta que esto es excepcional;
en la mayoría de los países tenés que hipotecar la vida prácticamente”, graficó
su gratitud.
La beca le permitió a Damián alquilar una cabaña junto a
unos amigos y vivir para estudiar. Allí encontró el gusto por la investigación, la ciencia
y su aplicación a problemáticas sociales. Además de haber conocido su actual
esposa, con quien tuvo un hijo hace dos años.
“En la carrera me gustó que pude aplicar la ciencia en cosas
que uno no pensaba. Se puede encontrar explicaciones a comportamientos sociales
a través de la ciencia dura”, aseguró el físico.
Pero, ¿cómo se puede
explicar lo social a través de la física?
Hay ciertos patrones que se repiten en las estructuras
sociales, según el salteño. Existen construcciones teóricas que explican la
dinámica de los movimientos de las personas en situaciones de emergencias,
ejemplificó.
Es más, Damián presentó como tema de tesis una teoría sobre
la propagación de epidemias con la que realizó un paralelismo con la dispersión
de rumores.
Sí, las epidemias y los rumores según modelos físicos y
matemáticos tienen comportamientos similares. De acuerdo a la explicación del
físico: suele suceder dos tipos de comportamientos en estos problemas; si es un
brote, éste desaparece rápidamente en comparación si se infecta a una gran
población, convirtiéndose en epidemia. Al igual que el rumor, según su interés
y en quienes recaiga, su propagación puede ser reducida o ilimitada.
Como estos, hay muchos casos de comportamientos humanos que pueden ser teorizados desde la física, según el salteño.
Rumbo a Atlanta
Ahora, Damián se encuentra planificando una mudanza. El mes
que viene, parte a Atlanta con toda su familia. Desde allá recibió la
oportunidad de trabajar en la Universidad Emory y seguir estudiando lo que le
gusta. “Me gustaría meterme más en la neurociencia”, confesó.
Pero su meta –detalló- es volver a la Argentina e investigar
en el Conicet. “Es la manera de devolver todo lo que el país me dio”,
reflexionó este salteño que añora Salta, pero poco puede visitar.