Masticando la historia de la coca

La hoja milenaria que forma parte de las raíces de América del Sur posee propiedades medicinales y se introdujo en la cultura a través del coqueo.

05 Jul 2015
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FOTO LA GACETA

Es una práctica tan cotidiana en la provincia, como estigmatizada fuera del norte argentino. Tan milenaria, como depositaria de prejuicios y sospechas. Masticar coca es un hecho atravesado por visiones contrapuestas, cuando no contradictorias. Y en esta nota te ofrecemos todos los puntos de vista, para que saques tus propias conclusiones.

“Nos animamos a hablar de la  cultura local de la coca, que no se está acabando sino que se reinventa y reaparece bajo nuevas modalidades que tienen como acto constituyente el encuentro del ser humano de cualquier edad, género o cultura con una planta milenaria, mientras que las políticas públicas de nuestro país la catalogan como un estupefaciente”, sostiene Eugenia Flores en su investigación “Las hojas de coca entre el gusto, la costumbre y la utilidad”, donde se invita a conocer la cultura andina y su cosmovisión para entender el valor simbólico que representan las hojas de coca. 

En este sentido, la investigadora cita que las hojas de coca forman parte de la Lista I de Estupefacientes del Código Penal Argentino porque se confunde con el Clorhidrato de cocaína, que sí es un estupefaciente con las hojas de la planta Erythroxylum coca. “Si bien hay ciertos autores que se refieren a las propiedades tóxicas de la coca equiparándola con la cocaína, debemos tener en cuenta que la cocaína representa el 0,8% de la hoja de coca, y es cocaína pura, sin los componentes agregados en la elaboración de la droga”, detalla la especialista en clínica estomatológica, Olga Pretti

Sin embargo, en el noroeste argentino, especialmente, en las provincias de Salta, Tucumán y Jujuy, el consumo y tenencia de hojas de coca está legalizado y el “coquear” es común. 

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Usos ancestrales de la coca

La coca es una planta nativa de los ambientes húmedos y calurosos del continente americano. Se cultiva en Bolivia, Perú, incluso en Ecuador, en el sur de Colombia, norte de Chile y en la Sierra Nevada de Santa Marta, sobre la vertiente oriental de los Andes. Actualmente se cultiva también en Brasil, India y Pakistan. Para los pueblos andinos es considerada una planta sagrada, que fue y es consumida por los grupos nativos, campesinos y por la sociedad urbana actual de casi todos los países del cono sur.

La coca se usó en ceremonias y ritos sagrados. Fue y es ofrenda a las divinidades. Se utilizó con fines medicinales y aún hoy, se aplican. En la ceremonia de la Pachamama, por ejemplo, la coca se convierte en el alimento central y espiritual de la comunidad, y es ofrendada a la madre tierra.
 
“Podemos considerar que la coca reviste múltiples funciones, en diferentes áreas; en lo económico logrando un dieta integral y balanceada; en el aspecto socio cultural, integrando los ritos ancestrales; y en todo acontecimiento, como símbolo de hermandad. En lo referente a lo religioso con su carácter sagrado  y estableciendo lazos de identidad, y en la medicina popular, con marcadas virtudes terapéuticas”, agregó Pretti. 

Las antropólogas Mirta Santoni y Gabriela Torres destacan que también se utiliza con fines adivinatorios. “En la sociedades campesinas actuales del Noroeste argentino, donde operan los curanderos, tal como sucedía en el pasado pre histórico, se utiliza el sorteo o tirar la suerte con hojas de coca para presagiar el éxito o tropiezos que puedan suceder al planificar distintos tipos de actividades como la inauguración de una nueva vivienda, la siembra del campo, el inicio de los trabajos en la chacra, el curso de la enfermedad, el resultado del parto y muchos otros”, describen. 

Propiedades medicinales de la hoja de coca:

Varios autores coinciden en alto poder nutritivo de la planta, rica en minerales, vitaminas, proteínas, glúcidos, etcétera. El autor Ciro Hurtado Fuertes publicó un artículo titulado “Nutrición con harina de coca”, donde detalla que las comunidades nativas de la Amazonia americana usaban la harina de la coca mezclada con otras harinas con fines alimenticios. “Es el alimento más nutritivo y medicinal de la tierra, pues contiene todos los nutrientes que las células necesitan. Con ella tenemos que fabricar alimentos enriquecidos con los cuales erradicaremos las enfermedades carenciales e infecciosas en esta primera mitad del siglo 21”, enfatiza. 

Según Olga Pretti, las propiedades medicinales de la coca fueron comprobadas por la experiencia durante generaciones. Las más conocidas son: calma los espasmos gastrointestinales , favorece la digestión, y neutraliza mareos y vértigos, es decir el “apunamiento” que sufran algunas personas cuando ascienden a zonas de mucha altura. 

“Hay una incongruencia legal”

Para el diputado provincial Guillermo Martinelli la ley nacional N° 23.737, modificada en 1989, que rige la tenencia y tráfico de estupefaciente genera “una incongruencia legal” porque en su artículo 15 estable que “la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes”, pero no contempla la importación por lo tanto el ingreso de hojas de coca se tipifica como un delito federal por contrabando. 

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Consultado por LA GACETA el legislador remarcó que la “incongruencia” surge porque en nuestro país no se produce este milenario producto y señaló que “la mayor parte de hojas de coca que se comercializa en Salta es fruto de una introducción no permitida por la ley”.

El abogado además señaló que la coca que se comercializa sin ningún tipo de pudor en las calles de la provincia se vende sin ningún tipo de control calidad o sanidad. “Se hace como que no existe; todo esto es parte de la ilegalidad que produce el ingreso ilegal” sostuvo el entrevistado y recalcó que el consumo de tradicional y ancestral de coca produjo una especie de “tolerancia” con la fuerza de seguridad y los vendedores.

“La lucha contra la coca quedó en la nada, creo que no existe una voluntad mundial para erradicarla, aunque si existe la contradicción entre convertirla en un factor de impuesto que enriquezca los tesoros o no. Es la lucha entre el poder real y el poder formal”, puntualizó Martinelli. 

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