LA GACETA SALTA
Conocé este paraíso oculto, a 30 minutos de la capital salteña
Caminatas ecológicas, un acercamiento más real a la vida del gaucho y un contacto más directo con la naturaleza son algunas de las propuestas en La Silleta.
11 Jul 2015
A 30 minutos de la capital salteña, se encuentra La Silleta, un pueblo de 1.256 habitantes y grandes sorpresas para los turistas. Lejos del ruido, del ritmo más vertiginoso de la ciudad, La Silleta ofrece un contacto directo con la naturaleza y una forma real de conocer la tradición de la zona.
Una de las actividades con la que se tienta a los visitantes son las caminatas ecológicas, con base en una estancia histórica, que en 2021 cumplirá 200 años.
René Alejandro Ramos, quien encabeza el emprendimiento de Estancia La Silleta desde hace 15 años, contó a LA GACETA que la primera actividad que realizaron fue la cabalgata a la luz de la luna, al pie de la Cordillera de Los Andes.
Los que realizan esta excursión además visitan el oratorio de la Virgen La dolorosa, y después el museo de la vida rural salteña, donde pueden ver elementos antiguos, como un lavarropa de campo, que permiten conocer cómo se vivía antes. “Recorremos la casona, subimos el altillo y de ahí se divisa todo el Valle de Lerma”, indicó Ramos, quien además detalló que los turistas también disfrutan mucho del asado, y, sobre todo, con los juegos: la taba, el sapo.
Asimismo realizan una caminata ecológica, denominada “tras la huella del viento blanco”: recorren un kilómetro, hasta el dique Las Lomitas.
Hay actividades especiales, una vez al mes. Como el festival del tamal y la fiesta gaucha.
La única advertencia realizada por Ramos es que la gente debe llevar ropa de abrigo, ya que la temperatura promedio suele ser tres grados por debajo de la capital salteña. Indicó, además, que hay que realizar las reservas con tiempo.
Una de las actividades con la que se tienta a los visitantes son las caminatas ecológicas, con base en una estancia histórica, que en 2021 cumplirá 200 años.
René Alejandro Ramos, quien encabeza el emprendimiento de Estancia La Silleta desde hace 15 años, contó a LA GACETA que la primera actividad que realizaron fue la cabalgata a la luz de la luna, al pie de la Cordillera de Los Andes.
Los que realizan esta excursión además visitan el oratorio de la Virgen La dolorosa, y después el museo de la vida rural salteña, donde pueden ver elementos antiguos, como un lavarropa de campo, que permiten conocer cómo se vivía antes. “Recorremos la casona, subimos el altillo y de ahí se divisa todo el Valle de Lerma”, indicó Ramos, quien además detalló que los turistas también disfrutan mucho del asado, y, sobre todo, con los juegos: la taba, el sapo.
Asimismo realizan una caminata ecológica, denominada “tras la huella del viento blanco”: recorren un kilómetro, hasta el dique Las Lomitas.
Hay actividades especiales, una vez al mes. Como el festival del tamal y la fiesta gaucha.
La única advertencia realizada por Ramos es que la gente debe llevar ropa de abrigo, ya que la temperatura promedio suele ser tres grados por debajo de la capital salteña. Indicó, además, que hay que realizar las reservas con tiempo.
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