Un sobreviviente de la tragedia de Los Andes visita Salta

Carlos Páez Vilaró se encuentra en nuestra provincia para brindar una conferencia motivacional abierta a todo público hoy a las 20 en el Teatro del Huerto.

24 Ago 2015
2

CARLOS PÁEZ VILARÓ HIJO. Brindará una conferencia motivacional hoy a las 20 horas. FOTO TOMADA DE www.rionegro.com.ar

Carlos Páez Vilaró se entusiasma al hablar de su experiencia en la cordillera y de todo lo que siente que puede transmitir en una charla con la gente común. Su vida cambió drásticamente cuando, en octubre de 1972, el avión en el cual viajaba junto con sus compañeros de rugby se estrelló en los Andes camino a Chile. Los sobrevivientes quedaron varados en medio de las frías montañas sin elementos para sobrevivir. Pasaron 72 días en uno de los ambientes más hostiles y se encontraron con emociones que nunca los abandonarían.

Hoy Páez Vilaró se encuentra presentado su libro “Desde la cordillera del alma”. En él, explica que cada uno tiene su cordillera, haciendo referencia a los obstáculos y problemas con los cuales nos encontramos en la vida. “Cada cual tiene su propia historia y es la más dolorosa porque es la de cada uno. Hay que tratar de mirar para atrás y sacar lo positivo, siempre hay algo para rescatar”, sugiere.

Salta no es indiferente para el hijo del artista uruguayo del mismo nombre. Solo hace cuatro meses vino a dar la misma conferencia en Salta para una empresa privada. La charla de hoy, a las 20 en el Teatro del Huerto, es abierta a todo público y eso tiene un encanto especial. “La historia misma de la cordillera es motivacional. Que un grupo de seres humanos sin ningún recurso pueda salir adelante, hace que sea una historia maravillosa. Es como dijo la National Geographic: es una historia extraordinaria vivida por gente común en donde el ser humano se adapta a las circunstancias asombrosas”, dice convencido a LA GACETA. “Por suerte en las conferencias nadie se duerme”, dice riendo.

Páez Vilaró lo repite hasta el cansancio en sus conferencias y en las entrevistas que tiene ocasión de dar: “no peleábamos por Hollywood ni porque las cuatro editoriales más grandes del mundo se peleen por los derechos de nuestra historia. Peleábamos por volver a casa con papá, mamá y mis hermanas”. LA GACETA le consulta si existe algo material o emocional sin el cual el hombre no puede vivir. Su respuesta es tajante: “el hombre tiene que tener un vínculo con la familia, al final las cosas materiales pasan. Yo tenía 70 dólares, que era todo mi capital en la cordillera, y quise comprar un cigarrillo –algo que era muy preciado en ese momento- y no me lo vendieron”. El dinero no es todo en la vida, y ese es uno de los mensajes que desea brindar de Páez Vilaró.

Carlos Páez Vilaró padre, es el famoso artista uruguayo, creador, entre otras obras de su “escultura habitable”, Casa Pueblo, un paraíso museo, taller y casa, a kilómetros de Punta del Este en Uruguay. Este artista fue uno de los padres que no descansó y movió cielo y tierra hasta encontrar a su hijo en medio de la cordillera de Los Andes. De esa travesía surgió su libro “Entre mi hijo y yo, la luna”. “Papá fue un tipo increíble fuera de lo común, un gran trabajador, realmente hoy descansa en paz porque hasta último minuto trabajó, esa es la enseñanza que nos dejó”, cuenta su hijo previo a su conferencia en Salta.

¿Usted es creyente?, pregunta LA GACETA. “Sí, soy creyente. La cordillera tuvo a Dios en un papel muy importante, pero fue un Dios diferente al que nos enseñaron en el colegio. Allí a Dios se lo sentía, no era un Dios para pensarlo”, reflexiona. “La felicidad son momentos. En la cordillera hubo momentos de felicidad dentro del drama. El que busca la felicidad permanente está equivocado, la vida una montaña rusa”, finaliza.

Personalidad Destacada 

En su presentación en el Teatro del Huerto, la Municipalidad de Salta declaró a Paez Vilaró como Personalidad Destacada, por sobrevivir a una de las tragedias más impactantes de aviación.

El sobreviviente dijo a un público escueto: “yo era ese chico malcriado, caprichoso hijo de padre divorciados, era el menor de todos pero me hacia el maduro”

Segundos antes de aquella tragedia recordó que uno de sus pensamientos fue “arreglar cuentas con Dios”. Y rezó un Ave María. En referencia a su vivencia en la cordillera, alimentándose de restos humanos, manifestó: “cuando uno toma una decisión abre una oportunidad". Eso les dio la posibilidad de pensar y organizarse para salir a buscar ayuda.

Comentarios