LA GACETA SALTA
Murió el padre del realismo fantástico
Ernst Fuchs era muy amigo de Salvador Dalí, y tan o más excéntrico que él. Su obra está marcada por la simbología cristiana y judía, sueños y visiones.
10 Nov 2015
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LA ÚLTIMA CENA. Una serigrafía sobre lienzo que comenzó a pintar en 1957. galerie-f.de
Sus referentes eran Egon Schiele, Gustav Klimt y Pablo Picasso, y su talento fue evidente desde muy temprana edad: con sólo cuatro años era capaz de dejar sin habla a los adultos con sus dibujos a lápiz.
El pintor y escultor austríaco Ernst Fuchs murió ayer, a los 85 años, informó DPA.
En sus obras combinó su amor por el color y la textura con líneas nítidas y temas místicos y religiosos. Fue conocido en el mundo como cofundador de la Escuela Vienesa del Realismo fantástico y se convirtió en uno de los artistas austríacos de posguerra más importantes.
Las obras de Fuchs pueden enmarcarse dentro del surrealismo y el manierismo, y su temática abarca desde la simbología cristiana y judía hasta los sueños y visiones, pasando por las danzas de la muerte medievales, el gótico y el Renacimiento.
Entre los maestros de quienes recibió influencias, además de Klimt se encuentran Jacques Callot, Jan Van Eyck y Jean Fouquet.
Pintor, dibujante, grabador, escultor, arquitecto, escenógrafo, compositor, poeta y cantante, sus señas personales de identidad eran los gorros con brocados que él mismo diseñaba, y su barba pelirroja. Artista excéntrico, que fue dado a conocer por su admirado Salvador Dalí, Fuchs tuvo 16 hijos con siete mujeres distintas.
Fue bautizado como católico durante la era nazi para escapar de la devastación del Holocausto, y se enfocó cada vez más en los simbolismos religiosos.
Tras entrar en la Abadía de la Dormición en Jerusalén, en 1957, comenzó a trabajar en “La última cena”, una de sus pinturas monumentales, así como en obras más pequeñas de tema religioso. De regreso en Viena, en 1961, escribió sobre el arte de la pintura y produjo una serie de litografías. A mediados de los años 70 era director y escenógrafo de ópera cotizado: entre sus producciones se cuentan “La flauta mágica”, de Mozart, y “Parsifal y Lohengrin”, de Wagner.
Su página web señala: “Nunca le faltaron musas, modelos ni amantes. Los contrastes marcaron su vida y su obra. Dios, eros, la muerte y el demonio”.
El pintor y escultor austríaco Ernst Fuchs murió ayer, a los 85 años, informó DPA.
En sus obras combinó su amor por el color y la textura con líneas nítidas y temas místicos y religiosos. Fue conocido en el mundo como cofundador de la Escuela Vienesa del Realismo fantástico y se convirtió en uno de los artistas austríacos de posguerra más importantes.
Las obras de Fuchs pueden enmarcarse dentro del surrealismo y el manierismo, y su temática abarca desde la simbología cristiana y judía hasta los sueños y visiones, pasando por las danzas de la muerte medievales, el gótico y el Renacimiento.
Entre los maestros de quienes recibió influencias, además de Klimt se encuentran Jacques Callot, Jan Van Eyck y Jean Fouquet.
Pintor, dibujante, grabador, escultor, arquitecto, escenógrafo, compositor, poeta y cantante, sus señas personales de identidad eran los gorros con brocados que él mismo diseñaba, y su barba pelirroja. Artista excéntrico, que fue dado a conocer por su admirado Salvador Dalí, Fuchs tuvo 16 hijos con siete mujeres distintas.
Fue bautizado como católico durante la era nazi para escapar de la devastación del Holocausto, y se enfocó cada vez más en los simbolismos religiosos.
Tras entrar en la Abadía de la Dormición en Jerusalén, en 1957, comenzó a trabajar en “La última cena”, una de sus pinturas monumentales, así como en obras más pequeñas de tema religioso. De regreso en Viena, en 1961, escribió sobre el arte de la pintura y produjo una serie de litografías. A mediados de los años 70 era director y escenógrafo de ópera cotizado: entre sus producciones se cuentan “La flauta mágica”, de Mozart, y “Parsifal y Lohengrin”, de Wagner.
Su página web señala: “Nunca le faltaron musas, modelos ni amantes. Los contrastes marcaron su vida y su obra. Dios, eros, la muerte y el demonio”.
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