El país volverá a marchar contra la violencia de género

El país volverá a manifestar un contundente pedido: erradicar la violencia de género y ponerle fin a los femicidios que siguen flagelando a la sociedad. Bajo la consigna #NiUnaMenos, Salta se sumará a la convocatoria de organizaciones de los derechos de la mujer que el pasado 3 de julio movilizó a más de 8.000 personas en el centro de la ciudad. Será hoy a partir de las 17 y se concentrará en la plaza 9 de Julio. También habrá intervenciones artísticas.

Desde la primera movilización de #NiUnaMenos el 3 de junio hasta el 15 de noviembre, se registraron y difundieron 87 nuevos casos de femicidio en el país. La alarmante cifra volverá a visibilizar la lucha que sostienen las organizaciones de mujeres.

Los cinco ejes que se plantearon a mitad de año se volverán a escuchar y enfatizar hoy. Estos son: monitorear el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres; garantizar el acceso de las víctimas a la Justicia; elaborar el Registro Oficial Único de víctimas; garantizar la educación sexual en todos los niveles educativos, y garantizar la protección de las víctimas a través de un sistema de monitoreo electrónico de sus victimarios.

Por las calles salteñas

El 3 de julio, más de 8.000 personas marcharon en #NiUnaMenos por las calles céntricas de la ciudad. La convocatoria juntó a organizaciones civiles, partidos políticos, agrupaciones de familiares de víctimas de violencia de género y funcionarios públicos que se sumaron a la movida nacional que tuvo una edición pacífica, con discursos, reclamos de justicia y el pedido amplificado de la declaración de la emergencia nacional y la aplicación del agravante por violencia de género en las causas por femicidios.

La situación en Salta

Hasta mayo de 2015, según un informe realizado por la ONG La Casa del Encuentro, Salta lidera los índices históricos de femicidios en el NOA. En la provincia algunos casos de violencia y crimenes tomaron conocimiento público, otros se mantuvieron en el silencio mientras sus víctimas buscan protección, Justicia y poder rehacer sus vidas.

Vanina Alderete, por ejemplo, perdió a su mamá y a sus dos hermanos en manos de su papá en 2004. Ella fue la única sobreviviente de aquella masacre que convirtió su vida en un constante pedido de Justicia. Su caso llegó a los medios nacionales pero ella sigue esperando que el Estado la indemnice.

Al igual que Vanina, muchas chicas se refugian de sus victimarios en hogares mientras aguardan que la solución llegue para poder reconstruirse.