Cómo fueron los últimos momentos del joven que habría muerto por dengue

“Entró caminando y me lo llevé en un cajón”, dijo la madre de la víctima. Acusó maltratos en la clínica en donde pagó más de $20.000 por el tratamiento.

05 Abr 2016
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Acompañado de su madre, Alejandro Salva, de 20 años, llegó el domingo pasado a la guardia de la clínica Sagrado Corazón de Orán, con un cuadro febril.  Fue medicado con paracetamol y citado para el jueves para realizarse unos análisis.

El lunes por la tarde, el joven debió ser internado por un nuevo cuadro febril y cefalea. El jueves la situación se complicó. Finalmente el sábado Alejandro murió, según informaron fuentes oficiales, producto de una cardiopatía como consecuencia de las complicaciones de un cuadro de “dengue severo”.  

Desconsolada, su madre, Martha Salva, denunció maltratos por parte de los médicos de la clínica Sagrado Corazón y contó cómo fue el calvario que le tocó vivir junto a su hijo Alejandro.   
“Es mentira que la gente muere de dengue”

“El domingo lo llevé a la guardia. Esperamos casi una hora y cuarto a que nos atendieran. Solo me dijeron que era un cuadro febril que podía ser dengue y que tenía que hacerse los análisis el jueves o viernes”, comenzó su relato Martha. 

“Le pregunté si no era mucho tiempo esperar hasta el viernes, mi hijo tenía mucha fiebre y dolor de cabeza. Le dio paracetamol y me dijo que nadie se ha muerto de dengue”, recordó enojada la mujer y agregó: “no quise discutir ni pelear. ´Dale paracetamol al flaco cada ocho horas´ me dijo”.

Martha recordó que ese día el dolor de cabeza había pasado y esa tarde su hijo estuvo viendo televisión y estudiando. “Al otro día lo voy a despertar, después del mediodía le toqué la puerta y lo escuché que estaba mal. Me dijo que se había quedado estudiando y no tenía ganas de levantarse”.

En la tarde del lunes, Alejandro volvió a decirle a su madre que le dolía mucho la cabeza y que estaba con fiebre.  “Nos fuimos a la clínica y lo internaron, pero él estaba bien. Cuando voy a la gerencia, me dicen que la habitación por día salía $1.000 más $100 por el aire acondicionado y otros $100 por el control remoto del televisor”, relató la mujer. 

Mucho dinero y mala atención 

“El miércoles estuvimos con él hasta las 11 de la noche y me llama para contarme que había vomitado siete veces, que le dolía la boca del estómago y que se había desmayado”, relató entre lágrimas la mujer, reviviendo el calvario que vivió su hijo.

“A la una y media de la mañana fuimos y no me dejaban entrar, porque que era una clínica privada no un hospital. Ale me dijo que le dolía mucho la panza, la espalda y el pecho. A las cuatro de la mañana me dijo que una enfermera le puso un calmante porque el médico no había ido”, detalló la mujer. 

El jueves, Alejandro no aguantaba más los dolores. “Lo vi pálido, los labios blancos, las dos manos moradas con las uñas azules, los ojos mal, no se podía mover, mi hermana le friccionaba la espalda, lo llamé al doctor y me dice que fuera con la médica de terapia, Nancy Peralta”, contó Martha. 


La madre de Alejandro contó además que la profesional le diagnosticó a su hijo “una trombosis pulmonar” y le dijo que había fluidos de sangre en los pulmones. “Me dijo que había que estudiar el caso, con mucha prepotencia. Es una doctora muy mala, tengo referencia que siempre atiende muy mal”, señaló. 

“Recién a las cinco de la tarde lo pasaron a terapia. El doctor me dijo que no me preocupara. Al rato me llaman de urgencia que tenía que pagar $4.200 por día por la terapia más los remedios y les dije que iba a pagar”, contó. 

“El viernes fui a verlo, hablamos con él, lo tenían atado de un pie y un brazo porque decían que no los dejaba trabajar. Ale me dijo que lo trataban mal, que se quería ir porque iba a salir muerto”. 

Enojada por la situación, Martha amenazó con llevarlo a nuevamente a su casa pero solo recibió una dura respuesta: “si querés llevarlo a tu casa llévalo, pero se va a morir”.

“Me pidieron 25 ampollas de anestesia, cuando una ampolla dura un día entero. Se hicieron los pícaros.  Además me cobraban $5200 por día porque le habían puesto un respirador”.


“Lo llevaron a una piecita como un perro”

“Yo creo que le han sacado el respirador porque no podía pagar. No puedo perder así un hijo de 20 años que era bueno. Quiero que se haga justicia. Tenía todo el cuerpo caliente, tenía lastimada la boca, lo pusieron en una bolsa y lo llevaron a una piecita como un perro”, entre llantos relató la mujer y cuestionó que la clínica no cuente con una morgue: “¿Por qué no hacen una morgue con todo lo que cobran en esa clínica?” 

“Pagué más de $20.000. No quise llevarlo a la guardia del hospital, porque un hijo lo llevé ahí porque lo habían chocado y me lo entregaron muerto. Yo quiero que se investigue a fondo. Si se equivocaron que paguen”, manifestó la mujer y agregó: “mi hijo entró caminando, haciendo bromas y me lo llevé en un cajón. Mis amigas me dijeron que no deje que me mientan, que mi hijo no se murió por dengue. Esa Nancy Peralta no sirve para aca. Tiene problemas con todo el mundo. No tiene sentimientos con la gente”.  

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