Famosos salteños junto a sus hijos, hablan sobre la infancia en el día de niño
Diversos profesionales de las artes, el deporte, el periodismo y la política fueron reunidos por LA GACETA para hablar sobre el día del niño, la niñez y la infancia.
Bajo un cálido sol de jueves que predisponía a la buena onda y a la conversación, LA GACETA reunió a profesionales de diversos rubros para conversar, junto a su familia e hijos, sobre la niñez y la infancia. El Sporting Club y Plaza 9 de Julio fueron los escenarios elegidos para que estas familias disfruten de una sesión de fotos y nos cuenten algunos detalles de su vida, de la educación y actividades que realizan sus hijos. Mariano Maino, jugador de Central Norte y sus dos hijos: Morena y Belisario, un hermoso bebé de cinco meses; Álvaro Plaza, baterista de los Huayra, papá de Manuel y Candelaria; el concejal y cantante David Leiva y sus hijos; Daniel Cuevas del grupo Los Izkierdos de la Cueva y sus hijos; el diputado provincial Matías Posadas, junto a Nicolás y Sol; los periodistas de Canal 9 de Salta Cecilia Allemand y Javier Lamas junto a sus hijos Facundo y Juan Martín; y los artistas Ana Laura Brizuela y Gustavo Córdoba junto a sus hijos Mariano y Agustín. Todos ellos, dialogaron de manera muy distendida, entre risas y con muy buena onda sobre el encanto de ser niños.
Mariano Maino, jugador de Central Norte y sus dos hijos: Morena y Belisario llegaron al Sporting súper relajados y tranquilos. “La infancia de los chicos es re linda”, dice Mariano, “More es re compañera y lo cuida, se llevan siete años. Con Morena salimos juntos de casa, vamos al colegio y luego yo me voy a los entrenamientos. Ella está pendiente de mis partidos, siempre me va a ver, escucha la radio, los comentarios”. La familia Maino es realmente federal: su esposa es salteña, él de Santa Fe, los chicos de Misiones y de San Juan. “Estoy muy feliz porque los chicos ahora pueden tener amigos, su casa, su colegio, queremos buscarles estabilidad. Morena está en segundo grado y volvimos más que nada por ella, queremos que tenga la infancia que tuvo uno con el barrio, los amigos de la escuela”. Los padres cuentan orgulloso que su hija mayor se adapta realmente a su entorno y al trabajo de su papá que los lleva a vivir en diferentes provincias. “Entiende todo: se adapta a los colegios, tiene un empuje impresionante”, destaca Mariano de Morena, “en mi infancia los amigos, vecinos y primos eran el denominador común, jugar a la escondida hasta que caiga el sol era buenísimo”, recuerda Mariano de su infancia.
Matías Posadas, junto a sus hijos Nicolás de nueve años y Sol de cuatro, se trasladaron directamente a los juegos para las fotos. Para conversar con ellos hubo que perseguirlos por las hamacas, el tobogán y las escaleras. “Son muy unidos y, a pesar de diferencia de edad, juegan muy bien juntos”, cuenta Matías y agrega que les encanta hace “shows”, es decir, disfrazarse y cantar. A Nicolás le encanta ir al Parque Bicentenario con su papá a andar en bici y “dar la vuelta entera” y asegura que le gusta jugar con jueguitos del Ipad. “A mí me gusta jugar a la maestra y ver Peppa Pig”, dice Sol mientras trepa por el tobogán. “Creo que los padres de mi generación somos más miedosos. Cuando era chico me movía con mucha libertad, no sentía que mis padres estaban encima”, cuenta Matías y explica que siente que él y sus contemporáneos están “más encima” de sus hijos.
Álvaro “Loco” Plaza, baterista de los Huayra, es papá de Manuel de 12 años y de Candelaria de seis. Álvaro fue padre joven y asegura que aprendió “sobre la marcha”. “Me considero un padre aguerrido, me encanta estar solo con los dos”. Manuel es su compañero y lo fue durante gran parte de su carrera, los dos lo sienten así y cuando están juntos hablan sin tapujos, como viejos amigos que se conocen todas las mañas. “Siempre recalco que son chicos muy básicos, con una hoja y una lapicera se entretienen, no necesitan grandes cosas”. El “loco” Plaza, como se lo conoce en el ambiente, creció en un hogar donde se escuchaba mucha música, “de todo: los Beatles, Rolling, rock de los 70. Yo creo que a los chicos no hay que obligarlos a nada, si les gusta la música está buenísimo”.
David Leiva, concejal y cantante y su familia. “Siempre mi relación con los chicos fue muy buena e intenté acomodar mis tiempos como artista y ahora como político para acompañarlos en la escuela y con el deporte. Ellos siempre me acompañaron, en la medida de lo posible, en diferentes momentos de mi carrera. Fue una fortuna haberlos visto crecer”, dice. A su familia Leiva la describe como muy unida “somos muchos, de mucha sobremesa, eso quiero que sepan que cada uno en su función pueda tener el apoyo de la familia, es formidable”. Sus hijos son Jairo de 13, Fabricio de 11 y Aranza de seis. “Yo a los tres años ya había arrancado mi carrera artística con el apoyo de mi familia, gracias a Dios he podido hacer de mi vocación de artista un modo de vida y quisiera transmitirles eso, que si uno hace las cosas con voluntad y vocación, todo es posible”.
Daniel Cuevas, del grupo Los Izkierdos de la Cueva lleva casado 20 años con Raquel Andrea Aparicio. Sus tres hijos se mostraron contentos y la familia en sí, muy unida. Andrea Antonela de 18, Daniela Pilar de 11 y Franco Daniel de 10 años. “Mi infancia fue como la de muchos chicos, con cancha de futbol y la escuela que quedaba a diez metros. Mis amigos eran de ahí y de barrio San Remo. Yo jugaba mucho y cantaba de chiquito, desde los cinco años, tuve la suerte de que mis viejos me dejaban hacer lo que me gustaba y eso hizo que hoy me dedique a la música”. Con los chicos comparten mucho al aire libre: la pileta, juegos de mesa, salir a pasear en cuatricilo. “Con respecto al legado que sueño dejarles es una buena crianza, educación y espero acompañarlos en todo el proceso de aprendizaje porque la infancia te marca el resto de la vida. Fundamentalmente quiero que sean buena gente”.
Ana Laura Brizuela y Gustavo Córdoba, ambos artistas de la voz, posaron muy divertidos y relajados con junto a sus hijos Mariano, de nueve años y Agustín de cuatro. Durante las fotos se supo quién es el extrovertido de la familia: Agustín no paró de sonreír y hacer caras. La picardía propia de la edad resaltó en cada toma. “A mi infancia la siento muy vívida”, se sincera Ana Laura, "recuerdo muchas cosas e intento facilitarles el camino, darles la solución o decirles que por ahí no van a un lugar bueno, buscando ahorrarles el tiempo, acortarles el camino para que la pasen bien porque todo pasa muy rápido”. Familia de cantantes, sus amigos músicos se reúnen todo el tiempo y, como buenos salteños, los asados finalizan en guitarreadas. “Los chicos están re acostumbrados y seguramente el tema de la música lo reciben pero no les exigimos nada con respecto a eso. El otro día en lo de Mario Teruel estábamos trabajando e hicimos una pausa y de repente escuchamos a Agustín que tocaba una melodía en el piano, sin saber nada, muy armoniosa… fue genial!”, recuerda. Ana Laura es la encargada de transmitir el deporte, “nunca fui muy deportista”, afirma Gustavo y recalca que les gusta ver a los amigos de sus hijos que son todos diferentes “justamente eso es lo atractivo del otro: su diferencia”.
Por último, los periodistas de Canal 9 de Salta, Cecilia Allemand y Javier Lamas, llegaron junto a sus hijos Facundo de 24 y Juan Martín de 20 para hablar de lo que sucede luego de la infancia. “Los chicos son muy unidos, comparten amigos, salidas y viajes. El año pasado se fueron juntos con amigos de vacaciones”, cuenta Cecilia. “Es mi amigo y mi peluquero”, dice Facundo sobre “Juanchi”, entre risas. La pareja siempre tuvo horarios de trabajo particulares ya que sus programas de radio y TV arrancaron siempre temprano. Desde las cuatro o cinco de la mañana ya están levantados y por mucho tiempo Cecilia les dejaba cartelitos: “abrigate, suerte, depende el día les dejaba mensajes”, dice con la típica culpa de madre. Facundo destaca que heredaron de sus padres la puntualidad “y el respeto” agrega Juanchi. La relación de los cuatro es abierta, directa, honesta. Se los ve unidos, divertidos y felices. “Cada uno es cada uno y cada cual, cada cual”, repite Javier Lamas sobre sus hijos que, explica, son muy diferentes entre sí. “Aprendieron incluso a leer mis silencios, me dan un abrazo, un beso, y yo sé que ellos están ahí y ellos saben que yo estoy ahí para ellos”, dice Cecilia. Los dos periodistas perdieron a sus padres siendo muy jóvenes, por eso quizás buscan compartir la mayor cantidad del tiempo posible con ellos. “Hace poco, por primera vez, salimos a un bar los tres varones juntos”, cuenta Javier divertido.
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