¿Cómo funciona el chip que aumenta el deseo sexual?

Utilizado desde hace varios años, el dispositivo libera de manera gradual dosis de testosterona que produce un efecto revitalizante en el organismo y Carmen Barbieri lo puso de moda. Opina un sexólogo.

05 Dic 2016
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FOTO CHEQUEOGENERAL.COM

Hace varios años ya que los parches, inyecciones y chips de testosterona se vienen utilizando como terapias para mejorar el equilibrio hormonal, pero hizo falta que Carmen Barbieri reapareciera con escote y vestidito ajustado en el programa de Susana Giménez para que el interés por el dispositivo volviera a dispararse en las redes sociales.

La actriz contó que desde hace algún tiempo tiene colocado un chip en la cadera y que desde entonces su cuerpo y su alma están cambiados, que tiene la piel más tersa, que tiene "ganas de tener ganas".

"Es como un grano de arroz, te hacen un corte y te dan dos puntos y dura ocho meses. Larga testosterona. Salen pelos, granos, de todo... Jane Fonda se puso el chip y dijo que tiene el mejor sexo de su vida... Y yo tengo el chip y he tenido el mejor sexo de mi vida... ayer", agregó la diva.


Según el sexólogo salteño Carlos Baamonde (MP 821), este tipo de suplementos anabólicos se utilizan hace mucho tiempo y tiene tantos adeptos como detractores. "Los informes de quienes los colocan dicen que anda muy buien, los que no los usan dicen que no anda bien. No hay criterios seguros de que es algo útil", explica y agrega que el caso de los chips lo que se consigue es el mismo efecto que con las inyecciones, pero se trata de un dispositivo de liberación gradual de largo aliento. 

"La testosterona es la hormona del deseo, y las mujeres y hombres no tienen las mismas cantidades. Si la mujer tuviera las mismas dosis tendría bigote y barba, por eso se manejan otras dosis y sirven para aumentar el deseo sexual. En el caso de la testosterona es un anabólico que da consistencia a los músculos, mayor tensión muscular y es revitalizante, la gente joven tiene más que la vieja", cuenta y agrega que es importante que sea aplicada y recetada por profesionales capacitados para evitar el riesgo de hiatrogenia, que es cuando las sustancias que se usan médicamente produzcan daño por mala praxis en el organismo.

Para emplearla, agrega Baamonde, primero deben hacerse estudios médicos de laboratorio, ver los niveles de hormonas y el metabolismo y realizar estudios clínicos. "Tiene buen resultado cuando hay una baja anormal en los niveles de testosterona como terapia sustitutiva que devuelva los niveles normales", agrega.

En una entrevista con la BBC, Nick Panay, miembro de la Real Asociación de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido, los chips ayudan a muchas mujeres a combatir el desorden de hipoactividad del deseo sexual, que afecta al 15% de las mujeres con menopausia. “He visto mujeres que han pasado de no poder pararse de la cama a correr maratones”, dijo Panay.

Guillermo Blugerman, el cirujano plástico que atiende a Barbieri, contó en una entrevista con Clarín que el tratamiento en inyecciones se realiza con un producto líquido llamado Nebido. “Estas terapias hormonales, que antes se utilizaban en casos estrictamente médicos y requerían la intervención de un endocrinólogo o ginecólogo, ahora se aplican también con una finalidad estética, siguiendo un enfoque que viene de Estados Unidos”.

Sin embargo, la Agencia de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) advirtió que el abuso de la testosterona, usualmente en dosis superiores a las recetadas por los médicos, puede causar infartos, problemas cerebrales, daños en el hígado y en el sistema endocrinólogo.

Popularizado como el “chip de la juventud”, una de sus versiones se elabora a partir de hormonas bioidénticas extraídas de un vegetal, desarrollada por Jabal Uffelman, un ginólogo estadounidense que asegura que el mecanismo del chip es mejora la metabolización de la hormona. “El chip es mejor porque la crema se aplica una vez al día y a veces entra en el cuerpo y a veces no, pero con el chip la hormona siempre entra en el cuerpo y cuando miras la sangre puedes ver el nivel basado en la dosis que usas, si usas mucha dosis vas a ver en la sangre un alto nivel de hormonas”, dice Uffelman. “Lo mágico del chip es que las hormonas entran en el cuerpo como si fueran generadas por tus propias glándulas. Y el cuerpo quiere filtraciones constantes de forma natural”.

El procedimiento es mediante la inserción del chip con una intervención mínima y anestesia local. En las mujeres se implanta en la parte superior de la cadera a través de una incisión de 3 mm y el tiempo total de la aplicación no supera los cinco minutos. “En las mujeres, la incisión es en el área de la cadera a la altura del bikini, bajo la grasa cutánea de la mujer. En los hombres, son más chips con dosis más altas porque necesitan más testosterona y se ponen en el flanco, en la parte posterior de la barriga, que es donde más grasa tienen”, agrega en una entrevista para El Herald. 


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