La barba: un accesorio que demanda tiempo, tratamiento y dinero
El cambio de la moda provocó que desde hace algunos meses muchos hombres elijan lucir vello facial en su rostro.




FOTO TOMADA DE DISCOVERY.COM
Están entre nosotros. Hay recortadas, desprolijas, teñidas o naturales, y pese a que muchos siempre la usaron volvieron a ponerse de moda.
Las barbas han vuelto a lucirse en las caras de muchos salteños que optaron por esta tendencia de la moda que deja relucir el vello facial del rostro. Pero la tenencia de barba requiere un tratamiento particular que demanda dinero, tiempo y dedicación.
En esta sintonía lo aseguró el propietario del reciente emprendimiento ‘Salta la barba’, Cristian Gana. “La barba es otro accesorio más a cuidar y hay que dedicarle tiempo. Hay que nutrir el vello facial y la piel para que la barba no produzca alergias, pelos encarnados, ardor o picazón.
En diálogo con LA GACETA, Gana contó que empresas nacionales e internacionales ofrecen un frondoso catálogo de artículos para el cuidado de la barba. Existen cremas, aceites aromáticos, ceras, peines, estimulantes de crecimiento, aclarantes, jabones, valsamos y cepillos. Sus precios varían de acuerdo a la proveniencia y las cantidades pero se ubican entre los $60 a $300.
Pablo Copa, presidente del Centro Mutual de Peluqueros y Peinadores de Salta, afirmó que la tendencia de la barba va en crecimiento y destacó que en los últimos meses la clientela por este servicio incremento en su peluquería, pero destacó también que la oferta de barberos es muy disminuida en Salta. “Las barberías fueron decreciendo con la aparición de las nuevas máquinas de afeitar y los precios del mercado. Hoy retocarse la barba sale igual que cortarse el cabello y muchos prefieren no pagar eso”, aseguró.
Si bien el reconocido peluquero aseguró que uno mismo puede trabajar sobre la barba con las máquinas de afeitar, remarcó que el trabajo del barbero “no es lo mismo”. “La afeitada es con navaja, y quien la practica es un profesional”, agregó.
Las barbas también esconden mitos y muchos creen que dentro de sus pelos enmarañados se ocultan ideologías políticas, pero Gana descree de ello y sostiene que esas ideas son estereotipadas y prejuiciosas. Copa asiente esta postura, pero afirma que durante los periodos dictatoriales que atravesó el país los hombres no usaban barbas porque eran mal vistas por las fuerzas de seguridad.
La moda lumberjack (hombre leñador) llegó para quedarse y cada vez son más los salteños que quedan cautivados por ella.
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