Nadar en el Arenales, el peligro al que se exponen las familias en verano

“Si algo de esto no pasaba, nunca nadie viene a controlar”, dijo un vecino tras el caso de los hermanos Saiquita.

08 Ene 2017
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RÍO ARENALES. FOTO LA GACETA

El duro momento que vive la familia Saiquita alarmó a quienes viven en las cercanías del río Arenales. “Si algo de esto no pasa, nunca nadie viene a controlar”, dijo Nicanor, un vecino que ayer pasó por el lugar, lanzando un llamado de atención a las autoridades. 
Cuando conoció la noticia se acercó al Río y, sorprendido por el bajo nivel del agua, confesó que el lugar “es peligroso y la corriente llega a ser más fuerte que ahora”.  También afirmó que todos los años se ven casos como este en el Arenales y por eso nunca lleva a su familia. “Tengo mucho temor por mis nietos”, expresó.
Por otra parte, Isidora contó que no suele refrescarse allí “por miedo y porque estas cosas siempre pasan”, coincidiendo con Nicanor, y recordó el caso de un pescador hallado muerto hace unos años atrás. 
Veranos trágicos
En 2013, Pablo Puca, de 28 años, se encontraba en las orillas del Río Arenales pescando con tres amigos cuando, luego de sumergirse, no volvió a salir a la superficie. Su cuerpo fue encontrado sin vida al día siguiente, a un kilómetro de lugar.
Un año después, Claudio Plá y Javier Torres, de 19 y 20 años respectivamente, murieron ahogados luego de ingresar al dicho río para refrescarse. La búsqueda duró tres horas. Los cuerpos fueron rescatados en una laguna del Arenales, en la zona del barrio Solidaridad.
Algo similar ocurrió con Lorenzo Mejías en ese mismo año cuando disfrutaba de la tarde junto a sus hijos y decidió arrojarse para combatir el calor. No volvió a salir a flote. Dos días después, a 22 kilómetros, la Policía lacustre halló su cuerpo.

El duro momento que vive la familia Saiquita alarmó a quienes viven en las cercanías del río Arenales. “Si algo de esto no pasaba, nunca nadie viene a controlar”, dijo Nicanor, un vecino que ayer pasó por el lugar, lanzando un llamado de atención a las autoridades. 

Cuando conoció la noticia se acercó al Río y, sorprendido por el bajo nivel del agua, confesó que el lugar “es peligroso y la corriente llega a ser más fuerte que ahora”.  También afirmó que todos los años se ven casos como este en el Arenales y por eso nunca lleva a su familia. “Tengo mucho temor por mis nietos”, expresó.

Por otra parte, Isidora contó que no suele refrescarse allí “por miedo y porque estas cosas siempre pasan”, coincidiendo con Nicanor, y recordó el caso de un pescador hallado muerto hace unos años atrás. 

Veranos trágicos

En 2013, Pablo Puca, de 28 años, se encontraba en las orillas del Río Arenales pescando con tres amigos cuando, luego de sumergirse, no volvió a salir a la superficie. Su cuerpo fue encontrado sin vida al día siguiente, a un kilómetro de lugar.

Ya en 2014, Claudio Plá y Javier Torres, de 19 y 20 años, murieron ahogados luego de ingresar al dicho río para refrescarse. La búsqueda duró tres horas. Los cuerpos fueron rescatados en una laguna del Arenales, en la zona del barrio Solidaridad.

Algo similar ocurrió con Lorenzo Mejías en ese mismo año cuando disfrutaba de la tarde junto a sus hijos y decidió arrojarse para combatir el calor. No volvió a salir a flote. Dos días después, a 22 kilómetros, la Policía lacustre halló su cuerpo.

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