Lala Pasquinelli: "la mujer tiene que ver lo poderosa que es"

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La artista plástica participará del proyecto "Género cambios" de la Fundación Contemporánea, que arranca este sábado.

15 Mar 2017

"La mujer tiene que ver lo poderosa que es", dice Lala Pasquinelli. Con esta idea, la artista plástica y activista social llegará a la ciudad para participar del proyecto "Género cambios", de la Fundación Contemporánea, que comenzará este sábado y se realizará cada quince días durante tres meses.

Junto a la artista salteña Laura Ásaro, Lala acompañará el proceso creativo de los encuentros que estarán destinados a mujeres y hombres que quieren ver la realidad de una manera diferente. Por otro lado, el equipo de talleristas de la Fundación Contemporánea estará conformado por María Gabriela Arancibia, Yanina Salim, Soledad Sartor y Maru Rocha Alfaro. Ellas dialogarán y trabajarán sobre temáticas referidas a los derechos humanos, estereotipos de género, amor romántico, sexualidad, modalidades de violencia machista, empoderamiento, solidaridad, autonomía y liderazgo.     

A días del inicio del primer encuentro, Lala habló con LA GACETA sobre su rol dentro de "Género cambios", también reflexionó sobre los estereotipos que los medios imponen a las mujeres y sobre la importancia de liberarse de ellos. También contó su experiencia en la marcha del 8 de marzo y compartió su visión del arte como herramienta para generar debate.

¿Cómo será tu taller dentro de Género cambios?

Las facilitadoras de los talleres trabajarán en profundidad con la parte conceptual y nosotras, con Laura Asaro, abordaremos la parte artística que será volcar expresivamente todo lo hablado a través de herramientas que involucran los sentidos. Entendiendo que el arte es una experiencia vamos a trabajar con consignas que hablan de la autovaloración de la mujer y lo poderosa que es cada una.

Lala hace un paréntesis en la charla con LA GACETA para contar sobre un proyecto/muestra que viene desarrollando desde hace un tiempo en sus talleres y que también volcará en “Género cambios”: “Mujeres que nos fueron tapa”. Consiste en un análisis y una reflexión sobre los estereotipos de mujeres que publican las revistas de tirada masiva. “Las revistas muestran un solo modelo de mujeres. Están las flacas, altas y blancas, no hay diversidad. En cambio los hombres aparecen cómo son. También se transmite un mensaje que sólo habla del amor de un hombre y de la maternidad como fuente de la felicidad de las mujeres. Eso es muy fuerte porque las mujeres no nos encontramos en los medios y no entramos en ese molde que es irreal. Aunque sabemos que es irreal y que no encajamos, igual lo intentamos. Se nos va mucha energía en el intento”, explica la artista. “Es importante que tengamos un mirada amorosa de nosotras mismas porque siempre nos estamos comparando con lo que no es real”.

También es importante que los medios y la sociedad comiencen a naturalizar la labor de mujeres que son líderes.....

Si, muchas veces los medios hablan del aspecto físico de las mujeres y no de lo que es realmente importante. Con los hombres no pasa eso. Cuando Eugenia Vidal ganó la gobernación, muchos diarios hablaban de cómo había perdido peso y la llamaban Heidi, cuando en realidad se constituía como la primera mujer gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Eso es muy significativo como para que estemos hablando de su cuerpo. Hay muchas líderes que están haciendo cosas formidables pero cuando se habla de ellas, el abordaje es sexista. Esos mensajes generan inseguridad en nosotras. Por eso hay que juntarse porque las cosas que suceden en los encuentros son muy poderosas. Ahí te das cuenta que hay miles que son como vos y eso también te genera confianza.

¿Cómo crees que tiene que construirse el hombre para que haya igualdad entre ambos géneros?

Es un tema complicado. Hace poco estuve en una charla de Sergio Sinay, un escritor que reflexiona sobre el hombre y sus roles, y él me dijo cosas muy interesantes como que hay que darles a ellos el espacio para hagan cosas, en los cotidiano. Yo siento, y esta es una mirada muy personal, es que las mujeres tenemos un trabajo enorme con nosotras mismas, por dentro y hacia afuera, para encontrarnos. Creo que los hombres se tienen que poner en el lugar de escuchar y nosotras de comunicar lo que nos viene pasando y lo que estamos sintiendo.

Sos participante activa de las marchas de mujeres, ¿cómo viviste la movilización del 8 de marzo?

Siempre voy sola a las marchas porque me gusta observar pero esta vez me encontré con amigas, con diferentes ideas, y una de ellas iba con su hija y una amiguita, ambas de 12 años. Las mujeres que somos más grandes cargamos muchas tristezas y mucho dolor, pero me conmovió mucho ver a esas dos pequeñas caminaban con tanta naturalidad. La marcha fue una celebración, un encuentro de amorosidad porque entre todas nos miramos y sonreímos con complicidad. Más allá de que en el fondo todas vamos por cada una, sentimos que somos muchas, que también podemos estar en la calle sin tener miedo.

Durante la marcha, una performance artística de la Virgen María abortando en la puerta de la Catedral de Tucumán generó polémica. Sin entrar en el plano ideológico. ¿Cuál es tu mirada como artista sobre esa acción que enfrentó a diferentes sectores sociales?

El arte es eso, despertar los sentidos y sembrar una conversación. Es generar algo en el otro. No necesariamente tiene que ser placentero ni tiene que encantar, te tiene que pasar o generar algo cuando lo ves, es una provocación a que pensemos. Por ejemplo, hace 60 años las mujeres no votábamos y eso estaba bien para un montón de gente pero de repente hubo artistas que empezaron a mostrar que esto no era natural. Lo más importante que podemos hacer como artistas es sembrar preguntas sobre lo que pasa hoy y ese grupo de chicas en Tucumán lo hizo.

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