Aseguran que en Cuaresma las ventas cayeron hasta un 20% en relación a 2016

Los vendedores del mercado San Miguel advirtieron una caída del consumo y que en las vísperas de Pascua la actividad sigue en baja.

12 Abr 2017
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FOTO LA GACETA

La Cuaresma suele ser una temporada de buenas ventas. El culto religioso y el tiempo de preparación para la Pascua de resurrección obligan a cambiar los menús, buscar alternativas y ser creativos en la gastronomía. Pero, a diferencia de otros años, los vendedores del Mercado San Miguel expresaron su preocupación ante la caída de las ventas desde principio de año y que no repuntan aún en "temporada alta". 
Los precios varían de una semana a la otra. Los clientes lo saben y por esto recorren los negocios porque entre ellos mismos hay diferencias. La Semana Santa propone un movimiento más intenso en el Mercado Municipal en busca de tamales, humitas, choclos, quesos de cabra o vaca y pescados, para cocinar los platos típicos de Pascuas. 
El choclo es la vedette del Mercado. El producto en auge es de lo más buscado por los salteños. Y la diferencia de consumo se nota en relación de años anteriores. 
"Antes los clientes llevaban en más cantidad, ahora llevan lo justo y necesario quizás para ese día o cocinarlo durante la semana. Se nota mucho la especulación por los precios que varían por la oferta y la demanda", comentó a LA GACETA Antonio, vendedor del local 21 del sector "H". 
Para el comerciante, no solo existe una baja de ventas sino también el cambio se puede percibir según la edad de los clientes. 
"Los matrimonios más grandes son más tradicionales y los que siguen eligiendo , por ejemplo, el choclo pensando en el pastel o compran la humita o el tamal; lo que suele comerse en esta época del año". Aseguró. 
"Los más jóvenes están optando por otros platos, quizás más económicos y rápidos de cocinar como pizzas, empanadas de queso o ensaladas", dijo. 
La especulación de los clientes va de la mano con las variaciones de los precios. Se siente en las frutas, verduras, lácteos y carnes. 
Por su parte, Miguel Ángel Bustos, encargado de una pescadería indicó que este año "las ventas no vienen siendo buenas, se siente una fuerte disminución en comparación a otros años. Las personas cuidan mucho más el bolsillo y si antes llevaban un kilo de un filete de pescado, hoy llevan medio kilo o un cuarto", ejemplificó. 
A veces los ingresos demandan más creatividad para preparar los platos. En ese sentido, el vendedor indicó que "en esta época del año es común que se consuma mucho choclo. Cada uno se vende a $10, pero nosotros comercializamos empanadas de pescado que valen $2,50. La especulación está". 
Otro de los productos más consumidos son los quesos. Y los precios varían. Por ejemplo, si es de vaca el kilo se vende a $130 en el Mercado; el de cabra a $180. Estela, del puesto 33 "H" aseguró que "la gente lleva más el de vaca porque es más barato. La diferencia entre uno y otro se nota al momento de elegir". 
En la víspera de la Semana Santa y la Pascua, los vendedores alertaron sobre la caída del consumo y la baja de rentabilidad del negocio. 

La Cuaresma suele ser una temporada de buenas ventas. El culto religioso y el tiempo de preparación para la Pascua de resurrección obligan a cambiar los menús, buscar alternativas y ser creativos en la gastronomía. Pero, a diferencia de otros años, los vendedores del Mercado San Miguel expresaron su preocupación ante la caída de hasta un 20% de las ventas en relación a la fiesta del año pasado, una problemática que se vive desde principio de año y que no se revierte aún en la "temporada alta". 

Los precios varían de una semana a la otra. Los clientes lo saben y por esto recorren los negocios porque entre ellos mismos hay diferencias. La Semana Santa propone un movimiento más intenso en el Mercado Municipal en busca de tamales, humitas, choclos, quesos de cabra o vaca y pescados, para cocinar los platos típicos de Pascuas. 

El choclo es la vedette del Mercado. El producto en auge es de lo más buscado por los salteños. Y la diferencia de consumo se nota en relación de años anteriores. 

"Antes los clientes llevaban en más cantidad, ahora llevan lo justo y necesario quizás para ese día o cocinarlo durante la semana. Se nota mucho la especulación por los precios que varían por la oferta y la demanda", comentó a LA GACETA Antonio, vendedor del local 21 del sector "H". 

Para el comerciante, no solo existe una baja de ventas sino también el cambio se puede percibir según la edad de los clientes. 

"Los matrimonios más grandes son más tradicionales y los que siguen eligiendo, por ejemplo, el choclo pensando en el pastel o compran la humita o el tamal; lo que suele comerse en esta época del año". Aseguró. 

"Los más jóvenes están optando por otros platos, quizás más económicos y rápidos de cocinar como pizzas, empanadas de queso o ensaladas", dijo. 

La especulación de los clientes va de la mano con las variaciones de los precios. Se siente en las frutas, verduras, lácteos y carnes. 

Por su parte, Miguel Ángel Bustos, encargado de una pescadería indicó que este año "las ventas no vienen siendo buenas, se siente una fuerte disminución en comparación a otros años. Las personas cuidan mucho más el bolsillo y si antes llevaban un kilo de un filete de pescado, hoy llevan medio kilo o un cuarto", ejemplificó. 

A veces los ingresos demandan más creatividad para preparar los platos. En ese sentido, el vendedor indicó que "en esta época del año es común que se consuma mucho choclo. Cada uno se vende a $10, pero nosotros comercializamos empanadas de pescado que valen $2,50. La especulación está". 

Otro de los productos más consumidos son los quesos. Y, si bien los precios varían, pero la problemática persiste.

Por ejemplo, si es de vaca el kilo se vende a $130 en el Mercado; el de cabra a $180. Estela, del puesto 33 "H" aseguró que "la gente lleva más el de vaca porque es más barato. La diferencia entre uno y otro se nota al momento de elegir". 

En la víspera de la Semana Santa y la Pascua, los vendedores alertaron sobre la caída del consumo y la baja de rentabilidad del negocio. 

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