Micaela García y Andrea Neri: dos casos que desnudan las falencias del estado

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Andrea Neri y Micaela García

"Lo que pasó con Micaela me hizo acordar mucho a mi hija porque muestra la ausencia del Estado", afirmó Juan Neri, el padre de Andrea.

15 Abr 2017
Cuando Juan Neri prendió el televisor el pasado 8 de abril y los noticieros mostraban con la crueldad con que fue asesinada Micaela García en la localidad entrerriana de Gualeguay, inmediatamente en su cabeza revivió el calvario que le tocó vivir cuando le avisaron que a su hija Andrea su pareja la había matado a puñaladas dentro del penal de Villa Las Rosas.
Micaela y Andrea, tenían vidas diferentes, pero a sus historias las une una muerte prematura y evitable. 
Micaela  y Andrea hoy solo son una foto que se repite: la de dos mujeres víctimas de la crueldad humana y el sistema.
En el caso de la Entrerriana, fue el sistema judicial el que la sentenció a muerte. Su victimario es un condenado por múltiples abusos, que debía estar preso, pero salió antes de la cárcel, beneficiado por la decisión del juez Carlos Alfredo Rossi quien le concedió la libertad condicional, a pesar de los informes negativos del Servicio Penitenciario de Entre Ríos.
Andrea Neri corrió la misma suerte. Fue brutalmente asesinada por su pareja, Chirete Herrera, dentro del penal de Villa Las Rosas durante una visita íntima. Herrera ya había asesinado años antes a su primera mujer, en las mismas circunstancias. 
La ausencia del Estado
 “Estuve viendo las noticias y lo que pasó con Micaela me hizo acordar mucho a mi hija porque muestra la ausencia del Estado. Ese juez le dio la libertad al que mató a Micaela con los antecedentes que tiene y sabiendo por los informes de los peritos que psíquicamente no podía vivir en sociedad. No sé para que estudian los peritos y presentan informes si después a los jueces les da lo mismo tenerlos presos o no”, manifestó Juan Neri y agregó: “La misma desidia pasó con Chirete. El sinvergüenza tenía antecedentes y le permitieron que tenga pareja y visitas íntimas en la cárcel. En el Servicio Penitenciario actuaron al que me importa. Recién ahora hay más control pero se tuvo que morir mi hija para que eso pase”, explicó. 
Neri aun no encuentra respuestas de porque se le permitió a su hija entrar sola a la celda y de porqué su pareja se le permitían las “visitas íntimas” a pesar de los antecedentes con los que contaba. 
“El 21 de diciembre de 2015, el primo de Andrea, que está preso, presentó una nota solicitando que Andrea no entre al penal y no lo escucharon. Él decía que Chirete era violento. Además, un interno declaró que escuchó a Chirete pegarle a mi hija en el baño, que les avisó a los guardias  y que le dijeron no se metían en los problemas de los internos”, recordó. 
Cuando Andrea fue apuñalada estaba junto a su hijo de meses que había tenido con el reo, quien luego de matar a su mujer, se lo entregó a un guardiacárcel al grito de “tomá, ahí la maté”. 
“El bebé de Andrea está con mi hijo y con mi nuera, que lo cuidan como un hijo más. Ellos además tienen dos bebe. Están tramitando la tenencia. Está controlado y bien cuidado.  No podemos sacar de ese ámbito porque es hacerle más daño”, contó Juan.
¿Cómo sigue la causa?
El abogado de la familia Neri, Santiago Pedroza, cuestionó que solo haya un agente penitenciario detenido por el hecho y responsabilizó al Estado por abandono de persona.  
“La semana entrante vamos a hacer algunos pedidos sobre algunas pruebas que queremos que se produzcan para analizar la responsabilidad de tres funcionarios más. Quedó probada una enorme deficiencia estructural de cómo se montaban este tipo de visita. Se le podría haber salvado la vida y no lo hicieron”.  
Pedroza además aseguró que está acreditada la responsabilidad de los jefes en cuanto al incumplimiento de los deberes de funcionario público. “Sobre los celadores que estaban aquel día está el delito de abandono de persona. Hubo una tremenda ausencia y abandono causada por el Estado”, sentenció. 
En tanto el padre de Andrea manifestó: “Vamos a presentar una querella a la provincia y pedir detenciones de dos guardias cárceles encargados de la requisa de las celdas. El Estado les paga para que controlen y no cumplieron con su deber. Ahora el Estado tiene que responder. A mi hija nadie me la va a devolver pero a esto lo hago por otras chicas que van a la cárcel a visitar a sus novios y para evitar que en cinco años Chirete vuelva a tener otra novia y la mate”, finalizó.

Cuando Juan Neri prendió el televisor el pasado 8 de abril y los noticieros mostraban la crueldad con la que fue asesinada Micaela García en la localidad entrerriana de Gualeguay, inmediatamente en su cabeza revivió el calvario que le tocó vivir cuando le avisaron que a su hija Andrea su pareja la había matado a puñaladas dentro del penal de Villa Las Rosas.

Micaela y Andrea tenían vidas diferentes, pero a sus historias las une una muerte prematura y evitable. 

Estas dos chicas hoy solo son una foto que se repite: la de dos mujeres víctimas de la crueldad humana y las fallas del sistema.

En el caso de la entrerriana, fue el sistema judicial el que la sentenció a muerte. Su victimario es un condenado por múltiples abusos, que debía estar preso, pero salió antes de la cárcel, beneficiado por la decisión del juez Carlos Alfredo Rossi quien le concedió la libertad condicional, a pesar de los informes negativos del Servicio Penitenciario de Entre Ríos.

Andrea Neri corrió la misma suerte. Fue brutalmente asesinada por su pareja, Chirete Herrera, dentro del penal de Villa Las Rosas durante una visita íntima. Herrera ya había asesinado años antes a su primera mujer, en las mismas circunstancias. 

La ausencia del Estado

“Estuve viendo las noticias y lo que pasó con Micaela me hizo acordar mucho a mi hija porque muestra la ausencia del Estado. Ese juez le dio la libertad al que mató a Micaela con los antecedentes que tiene y sabiendo por los informes de los peritos que psíquicamente no podía vivir en sociedad. No sé para qué estudian los peritos y presentan informes si después a los jueces les da lo mismo tenerlos presos o no”, manifestó Juan Neri y agregó: “La misma desidia pasó con Chirete. El sinvergüenza tenía antecedentes y le permitieron que tenga pareja y visitas íntimas en la cárcel. En el Servicio Penitenciario actuaron al que me importa. Recién ahora hay más control pero se tuvo que morir mi hija para que eso pase”, explicó. 

Neri aun no encuentra respuestas de por qué se le permitió a su hija entrar sola a la celda y a Herrera se le permitían “visitas íntimas”, a pesar de los antecedentes con los que contaba. 

“El 21 de diciembre de 2015, el primo de Andrea, que está preso, presentó una nota solicitando que Andrea no entre al penal y no lo escucharon. Él decía que Chirete era violento. Además, un interno declaró que escuchó a Chirete pegarle a mi hija en el baño, que les avisó a los guardias y que le dijeron que no se metían en los problemas de los internos”, recordó. 

Cuando Andrea fue apuñalada estaba junto a su hijo de meses que había tenido con el reo, quien luego de matar a su mujer, se lo entregó a un guardiacárcel al grito de “tomá, ahí la maté”. 

“El bebé de Andrea está con mi hijo y con mi nuera, que lo cuidan como un hijo más. Ellos además tienen dos bebés. Están tramitando la tenencia. Está controlado y bien cuidado.  No lo podemos sacar de ese ámbito porque es hacerle más daño”, contó Juan.

¿Cómo sigue la causa?

El abogado de la familia Neri, Santiago Pedroza, cuestionó que solo haya un agente penitenciario detenido por el hecho y responsabilizó al Estado por abandono de persona.  

“La semana entrante vamos a hacer algunos pedidos sobre algunas pruebas que queremos que se produzcan para analizar la responsabilidad de tres funcionarios más. Quedó probada una enorme deficiencia estructural de cómo se montaban este tipo de visitas. Se le podría haber salvado la vida y no lo hicieron”, informó.  

Pedroza además aseguró que está acreditada la responsabilidad de los jefes en cuanto al incumplimiento de los deberes de funcionario público.

“Sobre los celadores que estaban aquel día está el delito de abandono de persona. Hubo una tremenda ausencia y abandono causada por el Estado”, sentenció. 

En tanto el padre de Andrea manifestó: “Vamos a presentar una querella a la Provincia y pedir detenciones de dos guardias cárceles encargados de la requisa de las celdas. El Estado les paga para que controlen y no cumplieron con su deber. Ahora el Estado tiene que responder. A mi hija nadie me la va a devolver pero a esto lo hago por otras chicas que van a la cárcel a visitar a sus novios y para evitar que en cinco años Chirete vuelva a tener otra novia y la mate”, finalizó.

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