Crimen del enfermero: "la casa parecía una película de terror"

Así lo manifestó uno de los encargados de la Investigación en la primera jornada del juicio. El imputado por el hecho, Franco Jonathan Corvalán, se negó a declarar.

18 Abr 2017
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Franco Jonathan Corvalán, acusado del crimen

Inició el juicio que se sigue en contra de Franco Jonathan Corvalán, acusado por el delito de homicidio calificado criminis causa en perjuicio de Federico Leopoldo Núñez. En la primera jornada de audiencias se escucharon testimonios claves de familiares. La investigación de la Policía apuntó directamente contra el acusado. 
El imputado se abstuvo de declarar y dio así inicio a la ronda de testimoniales. El primero en tomar la palabra fue Pedro Gutiérrez, hermano de la víctima, quien coincidió con el relato de los familiares desde el crimen, en la noche del 31 de agosto al 1 de septiembre. “No conozco a Corvalán”, fue una de sus primeras palabras. Gutiérrez fue una de las primeras personas en llegar a la escena del crimen aunque aseguró no haber ingresado a la vivienda de Castañares. “Me enteré de lo que pasó por los medios”, dijo y al llegar hasta la casa 5 de la manzana 16 del barrio de la zona norte encontró a un sobrino quien si había ingresado a la casa porque Leopoldo no respondía los mensajes y ya había despertado la preocupación de la familia. 
Seguidamente prestó declaración Alberto Andrés Moya, sobrino de “Poly”. Su relato fue clave. Fue la primera persona en llegar a la casa. Es que el sábado 3 de septiembre la familia se reuniría para comer un asado y festejar un cumpleaños, pero hacía unos días no tenían contacto con la víctima. De ida al cumpleaños pasaron por la casa y el joven descubrió el crimen. Aseguró haber ingresado por una ventana que estaba entreabierta y que daba al frente de la casa de Leopoldo. Caminó unos pasos y se percató que todo estaba revuelto, desordenado. “Me llamó la atención porque mi tío siempre fue una persona muy ordenada”. La ventana por donde había ingresado daba a la habitación del enfermero. Las sábanas y el placard estaban dados vuelta. Caminó hacia un pasillo y encontró a su tío ensangrentado y tirado en un pasillo. “Lo toqué y sentí su cuerpo frío, le dije a mi mujer que llamara a la Policía y a los dos minutos llegaron”, dijo. Había sangre en el pasillo y las paredes de la casa. Al igual que su tío Pedro, indicó que tampoco conocía a Corvalán quien escuchaba atento y silencio desde el banquillo de los acusados. 
La jornada continuó con el relato del oficial Rafael Alexis Silvestre quien prestaba servicio en la comisaría de Castañares y el día del crimen patrullaba por la zona. Recibió la orden desde el 911 y dijo que a los dos minutos llegó a la casa del enfermero. Allí se encontró con algunos familiares de Núñez. Ingresó a la casa y contó que vio.
“Había un gran charco de sangre en una pared, parecía una película de terror lo que se veía adentro”, dijo y recordó que para 
no borrar evidencias caminó en punta de pie. En su relato, el policía precisó que unos días antes había notado que el auto de Núñez no estaba estacionado como todos los días en la casa de Castañares, lo que le llamó la atención ya que siempre patrullaba por el lugar. 
La escena
El subcomisario Sergio Costello, a cargo de la División Homicidios, detalló cómo detalles de la investigación y cómo se concretó la detención de Corvalán. Al llegar a la casa de Núñez, “nos llamó la atención que los accesos no estaban violentados, empezamos a creer que se trataba de alguien que la víctima no desconocía”, recordó. 
Una vecina colindante a la casa era una persona de confianza del enfermero a quien le había dado una copia de la llave, porque hacía trabajos de limpieza en la vivienda de la víctima. Pero según Costello, “usamos la llave que tenía la vecina pero la cerradura estaba trabada, no giraba. Ese detalle también llamó la atención”. El testimonio guardó relación con el del sobrino de “Poly” y el otro policía. “Había sangre por todos lados”, contó. Dentro de la casa faltaban varias pertenencias de la víctima: su billetera, la cadena de oro que usaba, ropa, microondas, televisores, una notebook, una computadora de escritorio y el teléfono celular de Núñez. También el auto en el que huyó el responsable del crimen. 
El subcomisario aseguró que, con esos indicios, “era necesario matar a Núñez para robarle”. Es que “Federico tenía previsto un viaje. Presumimos que la persona tenía plata. El CIF confirmó la ausencia de pertenencias entre ellas la llave de la casa, los electrodomésticos y el auto”.
La detención
Dos meses del crimen, Corvalán fue detenido en Villa Lugano, Buenos Aires. Estaba sospechado por los investigadores como el principal responsable del asesinato de Federico Leopoldo Núñez. El celular de la víctima fue clave para lograr la aprehensión.
Sergio Costello aseguró que a partir de los pedidos de informes a la compañía Movistar se pudo determinar que el celular de Núñez no tenía actividad desde el 1 de septiembre de 2016. Sin embargo, dos llamadas para consultar saldo usando un chip nuevo activaron el teléfono y llevó a los investigadores hasta el acusado quien luego fue trasladado a Salta y desde entonces permanece detenido. 

Inició el juicio que se sigue en contra de Franco Jonathan Corvalán, acusado por el delito de homicidio calificado criminis causa en perjuicio de Federico Leopoldo Núñez. En la primera jornada de audiencias se escucharon testimonios claves de familiares. La investigación de la Policía apuntó directamente contra el acusado. 

El imputado se abstuvo de declarar y dio así inicio a la ronda de testimoniales. El primero en tomar la palabra fue Pedro Gutiérrez, hermano de la víctima. “No conozco a Corvalán”, fue una de sus primeras palabras. Fue una de las primeras personas en llegar a la escena del crimen aunque aseguró no haber ingresado a la vivienda de Castañares.

“Me enteré de lo que pasó por los medios”, dijo y al llegar hasta la casa 5 de la manzana 16 del barrio de la zona norte encontró a un sobrino quien si había ingresado a la casa porque Leopoldo no respondía los mensajes y ya había despertado la preocupación de la familia. 

"Había sangre en todos lados"

Seguidamente prestó declaración Alberto Andrés Moya, sobrino de “Poly”. Su relato fue clave. Fue la primera persona en llegar a la casa. Es que el sábado 3 de septiembre la familia se reuniría para comer un asado y festejar un cumpleaños, pero hacía unos días no tenían contacto con la víctima. De ida al cumpleaños pasaron por la casa y el joven descubrió el crimen. Aseguró haber ingresado por una ventana que estaba entreabierta y que daba al frente de la casa de Leopoldo. Caminó unos pasos y se percató que todo estaba revuelto, desordenado.

“Me llamó la atención porque mi tío siempre fue una persona muy ordenada”. La ventana por donde había ingresado daba a la habitación del enfermero. Las sábanas y el placard estaban dados vuelta. Caminó hacia un pasillo y encontró a su tío ensangrentado y tirado en un pasillo. “Lo toqué y sentí su cuerpo frío, le dije a mi mujer que llamara a la Policía y a los dos minutos llegaron”, dijo. Había sangre en el pasillo y las paredes de la casa. Al igual que su tío Pedro, indicó que tampoco conocía a Corvalán quien escuchaba atento y silencio desde el banquillo de los acusados. 

Relato oficial 

La jornada continuó con el relato del oficial Rafael Alexis Silvestre quien prestaba servicio en la comisaría de Castañares y el día del crimen patrullaba por la zona. Recibió la orden desde el 911 y dijo que a los dos minutos llegó a la casa del enfermero. Allí se encontró con algunos familiares de Núñez. Ingresó a la casa y contó que vio.

“Había un gran charco de sangre en una pared, parecía una película de terror lo que se veía adentro”, dijo y recordó que para no borrar evidencias caminó en punta de pie. En su relato, el policía precisó que unos días antes había notado que el auto de Núñez no estaba estacionado como todos los días en la casa de Castañares, lo que le llamó la atención ya que siempre patrullaba por el lugar. 

La escena

El subcomisario Sergio Costello, a cargo de la División Homicidios, detalló cómo detalles de la investigación y cómo se concretó la detención de Corvalán. Al llegar a la casa de Núñez, “nos llamó la atención que los accesos no estaban violentados, empezamos a creer que se trataba de alguien que la víctima no desconocía”, recordó. 

Una vecina colindante a la casa era una persona de confianza del enfermero a quien le había dado una copia de la llave, porque hacía trabajos de limpieza en la vivienda de la víctima. Pero según Costello, “usamos la llave que tenía la vecina pero la cerradura estaba trabada, no giraba. Ese detalle también llamó la atención”. El testimonio guardó relación con el del sobrino de “Poly” y el otro policía. “Había sangre por todos lados”, contó. Dentro de la casa faltaban varias pertenencias de la víctima: su billetera, la cadena de oro que usaba, ropa, microondas, televisores, una notebook, una computadora de escritorio y el teléfono celular de Núñez. También el auto en el que huyó el responsable del crimen. 

El subcomisario aseguró que, con esos indicios, “era necesario matar a Núñez para robarle”. Es que “Federico tenía previsto un viaje. Presumimos que la persona tenía plata. El CIF confirmó la ausencia de pertenencias entre ellas la llave de la casa, los electrodomésticos y el auto”.

La detención

Dos meses del crimen, Corvalán fue detenido en Villa Lugano, Buenos Aires. Estaba sospechado por los investigadores como el principal responsable del asesinato de Federico Leopoldo Núñez. El celular de la víctima fue clave para lograr la aprehensión.

Sergio Costello aseguró que a partir de los pedidos de informes a la compañía Movistar se pudo determinar que el celular de Núñez no tenía actividad desde el 1 de septiembre de 2016. Sin embargo, dos llamadas para consultar saldo usando un chip nuevo activaron el teléfono y llevó a los investigadores hasta el acusado quien luego fue trasladado a Salta y desde entonces permanece detenido. 

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